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DESDE LOS PRIMEROS MOVIMIENTOS

QUE PREPARARON SU INDEPENDENCIA EN EL AÑO DE 1808,
HASTA LA ÉPOCA PRESENTE.

PARTE SEGUNDA.

QUE COMPRENDE DESDE EL PLAN PROCLAMADO POR D. AGUSTIN DE ITURBIDE EN IGUALA, EN 24 DE FEBRERO DE 1821 Y SUCESOS DE ESPAÑA QUE DIERON MOTIVO A SU FORMACION, HASTA LA MUERTE DE ESTE JEFE Y EL ESTABLECIMIENTO DE LA REPUBLICA FEDERAL MEJICANA EN 1824.

LIBRO PRIMERO.

DESDE EL RESTABLECIMIENTO DE LA CONSTITUCION EN ESPAÑA EN PRINCIPIOS DE 1820, HASTA LA ENTRADA DEL EJÉRCITO TRIGARANTE EN MÉJICO Y PUBLICACION DE LA ACTA DE INDEPENDENCIA EN 28 DE SEPTIEMBRE DE 1821.

CAPITULO I.

RESTABLECIMIENTO DE LA CONSTITUCION EN ESPAÑA Y SUS CONSECUENCIAS EN MEJICO. Estado general de la América española al principio de este periodo.-Fuerzas que en ella tenia el gobierno.- Acontecimientos de España que terminaron con la proclamacion de la constitucion por el ejercito destinado á Buenos-Aires.—Júrala el rey.—Establecimiento de la junta consultiva y sus provid ncias.--Recibense en Nueva España las noticias de estos sucesos.-Juramento de la constitucion en Veracruz.-Juranla en Mejico el virey y todas las autoridades.--Proclámase solemnemente. Disposiciones consiguientes.-Pastoral del obispo de Puebla Perez-Instalacion de las cortes.-Diputados suplentes de América. -Diversos decretos de las cortes y disgusto que causaron. -Es nombrado D. Juan O-Donoju jefe politico superior y capitan general de Nueva España.-Eleccion de diputados.-Ef clos que produjeron las reformas decretadas por las cortes.-Estado de la opinion.-Informe del fiscal Odoardo al ministerio de gracia y justicia, y medidas que propuso.Insuficiencia de estus.

FERNANDO VII habia conseguido restablecer su autoridad en la mayor parte de la América. La Nueva España, la mas importante de las posesiones españolas en el Nuevo Mundo, despues de ocho años de una guerra asoladora,

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estaba tranquila, excepto en un ángulo de poca importanEnero, cia al Sur de Méjico, en donde permanecian algunas par

tidas que no daban cuidado al gobierno, ni ejercian influencia alguna en la opinion de los habitantes, que habian vuelto á dedicarse al comercio, agricultura é industria. Goatemala apénas habia resentido algun pequeño movimiento en uno de sus distritos, que fué prontamente reprimido. En Venezuela, Santa Fé, Quito, el Perú y Chile, las armas reales habian obtenido grandes ventajas, y aunque en todas estas provincias la revolucion se hubiese organizado desde su principio formando gobiernos regulares, con buenas y bien disciplinadas tropas, conducidas por jefes de capacidad y de conocimientos, aumentadas con extranjeros de todas las naciones y auxiliadas por una marina respetable, las autoridades españolas habian recobrado todas las capitales, si bien en Venezuela tenian dificultad en sostenerse contra el génio emprendedor de Bolivar, que dominaba la campiña, y haciendo comprar cara la victoria á las fuerzas reales mandadas por Morillo, habia conseguido aniquilarlas con sus mismos triunfos, reduciéndolas á una posicion muy crítica y embarazosa. Solo el antiguo vireinato de Buenos Aires, por la ventaja de su situacion, habia permanecido por mucho tiempo del todo exento de la dominacion española, y no obstante hallarse envuelto en sangrientas discordias interiores, comprometido en guerras continuas con la Banda oriental ó ribera izquierda del rio de la Plata, y ocupada parte de su territorio por el gobierno portugues del Brasil, habia podido enviar tropas al alto Perú é invadir con un ejército el reino de Chile.

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España, aunque empeñada con la Francia en una guerra, en que iba de por medio su existencia como nacion, encontró recursos para mandar á diversas provincias de. las islas y continente americano, mas de 15.000 hombres en varias expediciones, habiéndose embarcado despues del regreso del rey 26.000 mas, cuyo equipo y trasporte habia costado sumas inmensas, y estaban acantonados en algunos puntos de Andalucía y prontos á partir, los cuerpos que debian formar un ejército de 10.000 - hombres destinado á Buenos Aires, el cual, tomada aquella capital, habia de combinar sus movimientos con las tropas reales del alto Perú, para acabar de reducir las provincias de aquel reino y del de Chile, que confinan con las de la Plata. Las fuerzas remitidas de España habian sufrido grande diminucion, tanto por la pérdida experimentada en acciones de guerra, como por las enfermedades causadas por el clima y por las privaciones á que habian estado sujetas, especialmente en Venezuela;3 pero en la época de que hablamos, quedaban todavía de aquellas

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expediciones excedió de 1.500.000.000
de reales ó 75.000.000 de pesos, lo que
creo exajerado, aunque se hicieron mu-
chos gastos inútiles, como la escuadra
comprada en Rusia, que no fué de pro-
vecho alguno.

3 En la citada Memoria del minis-
tro de la guerra, fol. 50 dice, que los
oficiales del ejército de Morillo en Ve-
nezuela, durante todo el año de 1819,
no habian recibido mas que la cuarta
parte de la paga de un mes, viviendo
con solo la racion de carne: la tropa ha-
bia subsistido con esta misma racion,
dándole ademas, cuando por las inunda-
ciones de los llanos se retiraba sobre la
parte poblada, medio real por equiva-
lente al pau y menestra.

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nero.

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25.500 hombres, y unido á este número el de las tropas veteranas del pais y las milicias disciplinadas, la fuerza total del ejército español en las provincias de ultramar, abordaba á 100.000 hombres, á los que deben agregarse las tropas que con motivo de la revolucion, se habran levantado con el nombre de urbanos, patriotas ó realistas. En Nueva España, á principios de 1820, habia sobre las armas 41.000 hombres de tropas veteranas y milicianas, contándose entre las primeras 8.500 expedicionarios, y 44.000 urbanos ó realistas de todas armas. lo que hace un total de 85.000 hombres, de los que mas de 25.000 eran de caballería. 5

Mientras el gobierno español agotaba así sus recursos en disponer y mandar expediciones para reconquistar las provincias sublevadas en el continente americano, su autoridad mal afirmada vacilaba en la península. Los ministros se sucedian rápidamente unos á otros, siendo pocos los que se conservaban en el puesto por algun tiempo. Juguetes de las intrigas del palacio, y dependiendo del influjo secreto de la tertulia del rey, que se conocia con el nombre de la Camarilla, pasaban algunos del ministerio á un castillo y aun al presidio de Ceuta, ó volvian á la obscuridad de la que nunca hubieran debido salir. La nacion, cansada de sufrir y no viendo esperanza de remedio en el estado actual de las cosas, comenzaba á desear el restablecimiento del régimen constitucional, que habia visto caer, si no con aplauso, á lo ménos con indi

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Véase el Apéndice doc. núm. 2. Véase el Apéndice documento númera 3. Cuando en el tomo 4. fol. 468, se habló de la tropa existente en Nue

va España al entregar el gobierno Calleja, no se tuvo presente este informe del ministro de la guerra, que confirma lo que allí se dijo.

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