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por sostener estos objetos, los otros por hacer la independencia con este pretexto, estaban prontos á arrojarse á una nueva revolucion, estando todavía recientes los males de la que acababa de terminar.

En la resolucion en que Iturbide estaba de promoverla, intentó verificarlo de la manera mas arriesgada y que sin duda hubiera tenido mal resultado. El virey habia pensado volver á establecer un gobernador militar de Méjico, como Venegas lo habia hecho en la persona de Calleja, confiriendo este mando al mariscal de campo D. Pascual de Liñan (e), el cual habia ofrecido á Iturbide nombrarlo uno de sus ayudantes. Con tal investidura, se proponia éste, en una de las noches que le tocase estar de servicio, reunir por órdenes supuestas en la ciudadela la fuerza que le ofreciese mayor confianza, y haciéndose dueño de aquel punto, obligar al virey á adoptar el plan que se habia de proclamar:19 mas no teniendo nada prevenido, era muy de temer que cargando sobre él las demas tropas de la capital y las que el virey habria podido juntar prontamente, hubiese sido con facilidad destruido. No hubo necesidad de aventurarse á tan arrojado medio, pues la casualidad vino á proporcionarle un mando, que era lo que deseaba, por juzgarlo indispensable para poder llevar á efecto sus ideas, 20 habiéndole conferido el virey el del distrito del Sur, que renunció el coronel D. José

19 D. Manuel Gomez Pedraza, en el manifiesto que publicó en N. Orleans en 1831, refiere que cuando fué nombrado diputado á cortes por la provincia de Méjico, encontró casualmente en esta ciudad á Iturbide, á quien no trataba hacia algun tiempo por disgustos que entre ambos habia habido, y que ba

biéndolo citado este á una conferencia,
le comunicó tal plan, de que Pedraza
lo disuadió por creerlo impracticable.

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Muchas veces habia dicho á Zozaya que sin tener el mando de una division de tropas, era imposible hacer la revolucion y que lo estaba solicitando.

1820 Noviembre.

1820 Gabriel de Armijo, quien lo ejercia desde el año de 1814.

Noviembre.

La comandancia del Sur comprendia desde los distritos de Tasco é Iguala en la provincia de Méjico hasta la costa: atraviesala de uno á otro extremo el rio de Mesca

la, que separa al Norte la serranía de la Goleta, ocupada por Pedro Asensio, de la sierra Madre, que se extiende al Sur desde la ribera izquierda del rio hasta el mar, en la que se hallaba Guerrero haciendo su principal mansion en las inmediaciones de Ajuchitlan y en las montañas de Coronilla: hacian parte de la misma comandancia las subalternas de Zacoalpan, el castillo y plaza de Acapulco y la Costa grande. Al Norte confinaba con las de Cuernavaca y Cuautla: al Poniente con la de Tejupilco, cuyo mando tenia el coronel D. Juan Ráfols (e), de la que dependian Sultepec y Temascaltepec. Las riberas del Mescala, desde el confluente del rio de Cutzamala hasta su desembocadura en Zacatula, estaban á cargo del teniente coronel D. Juan Isidro Marron (e), que tenia bajo sus órdenes alguna fuerza de Fieles del Potosí y varias compañías de realistas de los pueblos, y por el lado del Oriente mandaba en Ometepec y la costa Chica hasta Tlapa y la Mixteca alta, dependiendo de la comandancia de Oajaca, el teniente coronel D. Juan Bautista Miota (e), a cuyo car go estaban una compañía de Fieles, las de la division de milicias de la costa y las de realistas levantadas en aquellos pueblos, que tan leales se habian mantenido á la causa real. Las fuerzas que componian la division que Armijo tenia bajo sus inmediatas órdenes, consistian en algunos infantes de la Corona, el batallon del Sur, la com

pañía de Acapulco, y las de realistas de Tixtla, Chilapa y otros pueblos, con los Fieles del Potosí que mandaba D. José Antonio Echávarri (e), y los dos escuadrones de Isabel, que se habian formado con el escuadron del Sur y otras compañías de caballería: posteriormente habia sido reforzada la division con el batallon de Tres Villas, mandado por el teniente coronel D. Rafael Ramiro (e), y el de Murcia, que estaba accidentalmente á las órdenes del teniente coronel D. Martin Almela (e) y habia pasado de la division de Tejupilco, todos estos cuerpos con corta fuerza. En Zacoalpan habia una compañía de Fieles y otra de dragones de España con las urbanas del distrito, todo bajo el mando del teniente coronel D. Mateo Cuilti. La comandancia de Tejupilco contaba proporcionalmente con mayores fuerzas, pues en ella estaban el batallon de Santo Domingo, que mandaba el teniente coronel D. Miguel Torres, comandante de Sultepec, el de Fernando VII, algunas compañías de Murcia, dos de Ordenes militares, los dragones del Rey, y algunos cívicos de caballería. Aunque el P. Izquierdo se presentó al teniente coronel Madrazo para el indulto, ó como se decia en la nueva frase introducida desde la publicacion de la constitucion, á jurar esta, en el pueblo de Santo Tomás el 5 de Enero con toda su gente y armas, por lo que el virey le dió el grado de teniente coronel, dejándole el mando de los que quisiesen seguir sirviendo de los suyos, 21 quedaba en aquel distrito Pedro Asensio, quien con su astucia y actividad, tenia en continuo movimiento á la tropa Asensio tenia el grado de brigadier, y estaba bajo las órdenes de Guer

21 Gaceta de 20 de Enero, núm. 10 fol. 67.

1820 Noviembre

1820 Noviembre.

rero que tenia el de teniente general, y era obedecido en toda la costa.

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El coronel Armijo, dando demasiado pronto por concluida la guerra, habia distribuido las fuerzas que tenia bajo sus órdenes, como en otro lugar se ha dicho, en muchos puntos fortificados en el contorno de los distritos que ocupaban Guerrero y Asensio. Estos destacamentos aislados, situados á grandes distancias los unos de los otros y en parajes despoblados, no podian sostener los continuos ataques que sufrian siendo forzoso llevarles los víveres que necesitaban para subsistir. Las fuerzas de que se podia disponer para este servicio eran cortas, y estando situadas las dos divisiones enemigas en el centro, en un terreno muy quebrado, las marchas eran peligrosas y los auxilios tardíos. Este sistema de guerra, únicamente defensivo, daba toda la ventaja á los insurgentes, que habian conseguido destruir algunos destacamentos y engrosar su fuerza que ascendia á unos dos mil hombres, bastante bien armados y disciplinados, y ya fuese por estos reveses, ya porque estaba cansado de tan larga campaña y no poco enriquecido en ella, ó porque efectivamente estuviese enfermo, que fué el motivo que alegó, Armijo, que habia sido premiado con el empleo de coronel del regimiento de dragones provinciales de S. Cárlos, renunció aquella comandancia con tanta instancia y repeticion, que el virey, aunque á su pesar, hubo por fin de admitir su dimision.

La escasez de jefes aptos para desempeñar con acierto un mando importante, ponia en conflicto al virey siempre

22 Véase tomo 4 fol. 719.

que se veia en el caso de hacer un nombramiento de esta
naturaleza, y en esta incertidumbre se encontraba para
dar un sucesor á Armijo, cuando entró en su despacho el
teniente coronel D. Miguel Badillo (e), que tenia á su car-
go el ramo de guerra por la ausencia y muerte de Pelaez.23
El virey se manifestó desazonado por insistir Armijo en
la renuncia, pero resuelto á admitirla, mandó á Badillo le
dijese, qué jefes habia sin empleo actual que pudiesen ser
nombrados, y habiendo dicho los nombres de algunos que
no parecieron bien al virey, éste se detuvo al oir el de
Iturbide, sin duda por la recomendacion anterior que el
Dr. Monteagudo habia hecho de él; preguntó á Badillo si
lo conocia y qué concepto tenia de él, y habiendo sido la
contestacion satisfactoria, le previno le mandase recado
para que viniese inmediatamente á presentársele. Hizo-
lo así Badillo, é Iturbide ántes de hablar con el virey, en-
tró á la secretaría á preguntar á aquel el objeto del lla-
mamiento, notándosele un movimiento de sorpresa cuan-
do Badillo se lo dijo. Fué entónces á ver al virey, y
despues de una larga conversacion á solas, el virey llamó
á Badillo para que pasase oficio á Iturbide nombrándolo
"comandante general del Sur y rumbo de Acapulco, con
las mismas facultades que habia tenido el coronel D. José
Gabriel de Armijo," recomendándole verbalmente pro-
curase atraer á Guerrero y á Asensio al indulto, evitando
en cuanto fuese posible la efusion de sangre.
El nom-
bramiento se verificó el 9 de Noviembre, é Iturbide, con-

23 He creido necesario entrar en todos estos pormenores, por haber sido este nombramiento referido de muchos modos diversos, segun los partidos á que

han pertenecido los escritores. Lo que
aquí refiero, me ha sido comunicado por
el mismo teniente coronel Badillo, por
cuya mano pasó todo.

1820 Noviembre.

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