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CAPITULO VII.

LOS BÁRBAROS.

De 395 a 414.

Arcadio, emperador de Oriente, Honorio de Occidente.-Debilidad de estos dos príncipes.-Irrupcion de bárbaros en el imperio.-Los godos, Alarico. Sus primeras invasiones por Oriente.-Invade la Italia. Es derrot 'dos veces, por Estilicon, ministro y general de Honorio. Se retira.-Nueva irrupcion de bárbaros. Vándalos, suevos, alanos, borgoñones, godos.-Gran derrota de los barbaros en Florencia.-Emperadores intrusos en las Galias y en España. Guerras civi408 les.-Nueva aparicion de Alarico en Italia.-Sitio de Roma.—Im- · puesto que exige a la ciudad. Humillacion de los romanos.-Segundo 舟 asedio de Roma por Alarico. Obliga al senado á aceptar un emperador que él nombra.—Sitia Alarico á Roma tercera vez.-Entran los godos en la ciudad de los Césares.-Horroroso saqueo y destruccion

de estátuas y de preciosos objetos artísticos.-Manda Alarico respetar los templos cristianos. Conduce en procesion los vasos sagrados.-Retirada de Alarico.-Su muerte.-Sucédele Ataulfo.-Su matrimonio con Placidia, hermana del emperador romano.-Ruptura entre Ataulfo y Honorio.-Invasion de los bárbaros en España. Vándalos, suevos, alanós.—Gran desolacion en España.-Repártense las provincias.-Venida de Ataulfo y de los godos.-Disolucion moral del imperio romano.-Se inícia en España la dominacion de los godos.

Un solo hombre habia estado deteniendo la caida del imperio. Muerto este hombre, el viejo y min ado edificio iba á venir á tierra, parte desmoronándose, parte desplomándose con estrépito.

Parece que la Providencia no quéria dar á cada familia imperial sino un nombre ilustre, para que los grandes de la tierra no se envanecieran. Marco Aurelio, modelo de príncipes, dió al mundo un hijo, tipo de corrupcion y de perversidad. Los hijos de Constantino estuvieron lejos de heredar la grandeza de su padre; y al gran Teodosio le suceden sus dos hijos Arcadio y Honorio, el primero pequeño, miserable y estúpido, el segundo desidioso, ligero y desatentado: Arcadio dominado por una muger y por un eunuco, y Honorio entregado á un tutor de la raza alana, y contento con casarse sucesivamente con las dos hijas de Estilicon, que supo aprovecharse bien de la inercia y de la imbecilidad de su imperial yerno. Tales eran los dos soberanos del imperio en la ocasion en que mas hubiera necesitado éste de manos robustas y vigorosas.

Los bárbaros habian estado contenidos por Teodosio como un torrente detenido en su marcha por un fuerte dique roto el dique con la muerte de Teodosio, el torrente se desborda y precipita. El godo Alarico de la familia de los Baltos, que quiere decir osado y valiente, la mas ilustre entre ellos despues de la de los Amalos; Alarico, que habia sido aliado de Teodosio, y elevado por él al empleo de maestre general de la milicia, con pretesto de verse mal recompensado por la corte de Arcadio, sale del territorio que ocupaba, y con sus masas de godos invade y

devasta la Tracia, la Dacia, la Macedonia y la Tesalia (396). Pasa el desfiladero de las Termópilas y penetra en la Grecia. El pais de los sábios y de las bellas ficciones ve hollados sus campos y sus ciudades por las plantas de los bárbaros, que siembran el espanto y la desolacion desde el golfo Adriático hasta el mar Negro. Arcadio asombrado concede á Alarico la soberanía de la Iliria, y sus hordas le proclaman rey con el título de rey de los visigodos. De este modo se encuentra ya establecido un nuevo poder en el antiguo imperio romano.

Alarico, ya rey, medita otra espedicion. Esta vez la nube va á descargar sobre el Occidente. El gefe de los visigodos endereza sus pasos á Italia (402), que se llena de terror al saber que ha traspuesto los Alpes Julianos. El ruido de la tempestad despertó á Honorio, que permanecia adormecido en el palacio de Milan. Su primer pensamiento fué huir, y hubiéralo hecho á no haberle detenido Estilicon, que se encargó de reunir por sí mismo un ejército para hacer frente al formidable bárbaro. El tutor de Honorio encontró al ejército godo acampado en Polentia. Era la fiesta de la pascua, y aquellos godos, cristianos ya, rehusaban entrar en combate por respeto á la festividad (1). No tuvo Estilicon el mismo miramiento, los atacó, y les causó una completa derrota (403). Cayeron en su

(1) Claud. de Bell-Getic.—Orosio, lib. VII. cap. 37.

poder la esposa y los hijos de Alarico, que al fin le fueron devueltos á condicion de que saliera de Italia, recibiendo ademas una pension del soberano del imperio. Todavía quiso Alarico sorprender á Verona, pero noticioso de ello Estilicon, cayó otra vez sobre él de improviso, y le derrotó de nuevo. Entonces Alarico con el resto de sus hordas se resolvió á salir de Italia. Ya un alano, Estilicon, era el único capaz de defender el imperio de Occidente contra otros bárbaros, que enseñaban á Italia la facilidad con que se franqueaban sus barreras.

Por mas que Honorio pasára á Roma á hacer un vano alarde del triunfo en que ninguna participacion habia tenido, ya no se contempló seguro ni en Roma ni en Milan, y sin perjuicio de fortificar los muros de la ciudad del Capitolio tuvo por mas prudente ir á cobijarse en Rávena.

Ni el temor habia sido infundado, ni inútiles las precauciones. No habian pasado dos años cuando de las riberas meridionales del Báltico se desgajaron precipitándose sobre Italia mas de doscientos mil guerreros, vándalos, suevos, borgoñones, que reforzados por el camino con otras hordas de godos, de alanos, y de otras razas y tribus, mandados todos por Radagaso, cruzaron la Pannonia y los Alpes, salvaron el Apenino, y talando las campiñas y las ciudades etruscas, pusieron sitio á Florencia (405). Alli acudió tambien el bravo Estilicon con treinta legiones, llevando

igualmente en ellas muchos bárbaros auxiliares. La batalla que se dió fué terrible y sangrienta. Estilicon volvió á quedar victorioso: dícese que murieron hasta cien mil de los invasores: Radagaso fué hecho prisionero y decapitado: muchos de los que fueron vendidos como esclavos perecieron pronto, no acostumbrados á aquel clima (406).

Estilicon, que ya no cuidaba sino de preservar la Italia, deja á los suevos, los vándalos y los alanos descolgarse sobre las Galias, donde pelean con los francos, y devastan por espacio de tres años el pais. La nube que España vió levantarse á lo lejos allá en el Norte en tiempo de Decio, va aproximándose á sú horizonte, y ya se oye mas de cerca el ruido del

trueno.

Aprovechando el general desórden las legiones de la Gran Bretaña, nombran emperador á un tal Marco, pero le asesinan en seguida para reemplazarle con Graciano, quien á su vez sufre á los pocos meses la misma suerte, y es sustituido por un soldado llamado Constantino, que sin duda por una miserable imitacion del gran príncipe de su nombre llamó tambien á su hijo Constante, y le decoró con el título de Cesar (407). Pasa Constantino á las Galias, y se apo-. dera de una gran parte de aquel territorio que Honorio no podia ya defender. Franquea Constante los Pirineos con objeto de hacer reconocer á su padre en la Península española. Alármase una parte del pais: dos

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