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rodeaba el trono y la corte de Leovigildo se trasmitia relativa y gradualmente á las demas clases del estado; de aqui las leyes para poner coto á la magnificencia con que se celebraban los matrimonios entre particulares, las tasas en los dotes y regalos de boda, etc.

Lo que no dejaban los godos era su larga cabellera; cortarla, renunciar á traer el cabello largo, era renunciar á su nacion y hacerse romano, que ellos decian. Asi la decalvacion y la tonsura eran penas infamantes, y llevaban consigo la inhibicion de ejercer cargos políticos y civiles: el monarca ó príncipe decalvado ó tonsurado no tenia ya otra carrera que la de la iglesia.

Como que tendremos que hablar mas adelante, asi del código de las leyes visigodas, en que mejor que en otra parte alguna están retratadas las costumbres que trajo y que fué adquiriendo este pueblo conquistador, como de las modificaciones que fué recibiendo el Estado en lo religioso, en lo civil y en lo político en el tercer período de la dominacion visigoda, creemos suficientes las observaciones que llevamos hechas, asi como las hemos creido necesarias para comprender y apreciar mejor las variaciones sucesivas en su organizacion.

Continuemos ahora la historia.

TOMO II.

26

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Luiva || Viterico

Breve reinado de Liuva II.-Viterico.-Muere desastrosamente y se ensaña con su cadáver el furor popular.-Gundemaro.-Sisebuto.Sujeta á los astures sublevados y vence á los imperiales.-Famoso edicto de proscripcion contra los judíos.-Cómo le juzgó San Isidoro.

Gundemars-Recaredo II.-Suintila.-Espulsa definitivamente á los imperiales

Sisebuto
Roccaredo 11
Suintila
Sisenando

del territorio español, y es el primer rey godo que domina en toda España.-Tiraniza al pueblo y es destronado.-Sisenando.-Se humilla ante el cuarto concilio de Toledo para legitimar su usurpacion.Importancia histórica de este concilio.-Leyes políticas que se hicieron en él.-Influencia grande de los obispos en los negócios de estado.-Chintila.-Concilios quinto y sexto de Toledo.--Decretos para asegurar la inviolabilidad de los reyes. Se prescriben las condicio

Chintila nes que han de tener los que ocupen el trono.-Juramento de no to

Eulga Chindas

vinto

Recesvints

lerar el judaismo.-Tulga.-Enérgico y vigoroso reinado de Chindasvinto.-Séptimo concilio de Toledo.-Sus principales disposiciones.— Recesvinto.-Octavo concilio toledano.-Decretos sobre la eleccion de los reyes. Complemento de la unidad política entre godos y españoles.

Pagaron los grandes un justo tributo de respeto á la memoria y virtudes de Recaredo, poniendo la corona gótica en las sienes de su hijo Liuva, jóven de veinte años, que tomó el nombre de Liuva II. Pero ni el candor de sus costumbres ni la buena memoria

de su padre bastaron para asegurarle en el trono. Aquel Viterico, (Witt-rich), que habia conspirado en Mérida contra el obispo Mausona y el duque Claudio, el mismo que reveló la conspiracion y que debia la vida á la generosidad de Recaredo, correspondió á la merced del padre destronando al hijo. Valióse del ejército que este mismo le tenia confiado, y en lugar de combatir á los imperiales volvió las armas contra su propio monarca, y le quitó la vida despues de haberle hecho cortar la mano derecha (603). El desgraciado Liuva reinó menos de dos años (1). El regicida ocupó el trono que su víctima dejaba vacante.

Otra vez se interrumpió la sucesion dinástica como en tiempo de Amalarico. Parece que el usurpador tuvo intentos de restablecer el arrianismo (2) , pero la oposicion que halló hubo de hacerle desistir, sin otro resultado que concitarse la odiosidad del clero y del pueblo. No mas venturoso en el proyecto de casar á su hija Ermenberga con Teodorico, rey de Borgoña, el desaire bochornoso que le hizo el borgoñon devolviéndole su hija desde Francia sin admitirla en el lecho conyugal, pero quedándose con los tesoros que habia llevado en dote, acabó de desconceptuarle con el pueblo, que atribuia á sus crímenes la afrenta de su hija. Descendió por último Viterico del trono por

(4) Supónese que Liuva era hijo natural de Recaredo, y asi parece inferirse de las palabras de

San Isidoro: ignobili quidem matre progenitus.

(2) Luc. Tudens. Chron. Mund.

los mismos medios que le habia escalado: sus propios oficiales le asesinaron en un banquete : el furor popular se ensañó contra el matador del inocente Liuva, arrastrando su cadáver por las calles de Toledo, y sepultándole ignominiosamente fuera de los muros de la ciudad (610). Parecia haber vuelto con la muerte de Recaredo la rudeza de los primeros tiempos del imperio gótico.

Recayó la eleccion en Gundemaro, (Gund-mar), hombre que gozaba de reputacion asi para las cosas de la guerra como para las del gobierno. Acreditóse en aquellas sujetando á los vasco-navarros que habian vuelto á alterarse, y venciendo en una campaña á los imperiales, que no renunciaban á sus acostumbradas irrupciones en el territorio de los godos; y correspondió á la confianza de los católicos, de quienes era hechura, poniendo término á las diferencias que habia entre algunos obispos de la Cartaginense sobre reconocer por metropolitano de la provincia al de Toledo. Al efecto congregó en esta ciudad (610) á todos los prelados de ambas provincias, y sometido el negocio á su deliberacion, los de la Cartaginense, en número de quince, firmaron un acta en que reconocian al de Toledo por único metropolitano de la provincia, cuya acta sancionó el rey con su firma, y fué tambien aprobada por los demas metropolitanos de la iglesia gótica.

(1) Quia gladio operatus fue- Gothor.

rat, gladio periit. S. Isid. Hist.

De corta duracion fué el reinado de Gundemaro. Habiendo muerto en 612, le sucedió Sisebuto, uno de los monarcas mas notables que se sentaron en el solio gótico. Por medio de sus generales Rechila y Suintila redujo á la obediencia á los astures y rucones, que como todos los montañeses del Norte soportaban tan de mal grado la dominacion goda como habian soportado la romana. Revolvió despues contra los greco-bizantinos, y en dos batallas derrotó al patricio Cesareo con gran mortandad de su gente, dejándole en la imposibilidad de oponerle un tercer ejército. Aqui fué donde se hizo admirar la piedad de Sisebuto y sus sentimientos humanitarios. Dolíale la sangre que se derramaba; á los heridos del ejercito enemigo hacíalos asistir y curar con toda solicitud y esmero, á los prisioneros y cautivos rescatábalos con su dinero propio (1). Admiraba á imperiales y godos una generosidad á que ni unos ni otros estaban acostumbrados.

Pero la paz que el gefe de los imperiales se vió forzado á pedir al monarca godo no se realizó sino á costa de una raza de hombres que parecia haberse mantenido estraños á todas las contiendas; á costa de la persecucion de los judíos que desde el tiempo del emperador Vespasiano se habian refugiado en gran número en España, y de quienes no habia vuelto á ocuparse la historia. Hé aqui, como se verificó, este

(4) Isid. Hispal. Hist. Gothor.-Fredeg. Chron.

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