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acostumbran á decir nuestros historiadores: sospecha que quedaba casi siempre de todos los que no sufrian muerte mas violenta, y que prueba por lo menos cuán raro era en los monarcas godos acabar tranquilamente sus dias.

Menos pacífico el reinado de Recesvinto, vióse turbado por algunos próceres descontentos, entre los cuales fué el mas resuelto y atrevido un noble llamado Froya, que supo traer á su partido á los vascones de la Aquitania, y promover una sublevacion de aquellas gentes enérgicas, belicosas y emprendedoras, tan indomables como sus hermanos los vascones de España, con quienes se correspondian y confederaban para sus excursiones. A la cabeza de estos. hombres independientes y duros entró Froya en la Península, y llegó hasta Zaragoza. Alli fué detenido el torrente de la invasion por las tropas de Recesvinto. Los insurrectos fueron derrotados y Froya hecho prisionero. Pero el pais protegia á los rebeldes, y ni los intimidaba el triunfo de las armas reales, ni desistian. de sus proyectos de rebelion. Al fin, habiendo expuesto al rey sus quejas y el motivo de su descontento, que era principalmente el recargo de impuestos con que se los vejaba, con palabra que el rey les empeñó de repararles las injusticias y de usar con ellos de clemencia, se sometieron y volvieron á la obediencia. El rey cumplió su palabra. Mas fuéle preciso para ello solicitar del concilio octavo de Toledo, que segui

damente convocó, que le relevára de la obligacion del juramento que habia hecho de no transigir con los rebeldes. El concilio declaró que aquel juramento no obligaba por ser contrario á la quietud y tranquilidad pública, y Recesvinto pudo cumplir su ofrecimiento de ser indulgente con los vencidos.

En los concilios es donde se retrata ya la marcha simultánea de la doble organizacion del Estado y de la iglesia goda, y cómo esta se iba absorviendo á aquél. En el octavo Toledano (652) se añaden nuevas reglas para la eleccion de los reyes, contrariando asi mas y mas la tendencia al saludable principio hereditario. Establécese en él que en lo sucesivo los obispos y los grandes de palacio se reunan á elegir sucesor al trono en el mismo lugar en que el monarca hubiese muerto, y que no se reconozca por válida la eleccion hecha en otra parte, ó por pocos, ó tumultuariamente por el pueblo (). Los desventurados judíos vuelven á ser víctimas de su tenacidad en la fé de sus mayores, y de la constancia de la iglesia católica en perseguirlos. Los cánones cuarto hasta el octavo nos dan triste idea del estado á que iban viniendo las costumbres del clero, asi como consuela ver el incesante afan de los virtuosos prelados por corregirlas y moderarlas. Ordénase que los obispos depongan á los sacerdotes y demas ministros que vivian torpemente con mugeres

(4) Conc. Tolet. VIII., c. 40.

estrañas, y que á estas se las encierre en monasterios, y que sean tratados como apóstatas los clérigos que con pretesto de haberse ordenado por temor volvian á casarse y á la vida seglar. Vése en todo la mezcla de religioso y de político en que los concilios intervenian. Al propio tiempo que asi se trataba de morigerar y disciplinar el clero, se declaraba que los hijos de los reyes solo pudieran heredar de los padres los bienes patrimoniales que estos tuvieran antes de haber ocupado el trono, y se obligaba á los electos á jurarlo asi si habian de ser reconocidos.

La mayor gloria de Recesvinto fué haber acabado de obrar la fusion entre los dos pueblos, godo y romano-hispano, anulando solemnemente la ley que prohibia los matrimonios entre personas de las dos razas. <«<Establescemos por esta ley, que a de valer «por siempre, que la mugier romana puede casar con «omne godo, é la mugier goda puede casar con omne «romano.... E que el omne libre puede casar con la «mugier libre qual que quier, que sea convenible «por conseio, é por otorgamiento de sus parientes (1).» Con esto, y con la confirmacion solemne de la ley de Chindasvinto prohibiendo el uso del derecho romano y mandando se rigiesen indistintamente uno y otro pueblo por la legislacion visigoda, acabaron de confundirse en un solo pueblo los que habian estado se

(4) Fuero Juzgo, lib. III., tit. I., 1. 2.

parados por las leyes: y la unidad política y civil completó la unidad de la fé.

Celebráronse en el reinado de Recesvinto algunos otros concilios que sola trataron de asuntos eclesiásticos. Este monarca, á quien el pueblo español debió el gran beneficio de la unidad, murió en Gérticos, pequeña aldea á tres leguas de Valladolid, donde habia ido con deseo de recobrar su quebrantada salud, en 672, á los veinte y tres años de su reinado, él mas largo que se cuenta en los anales de los godos, y en que solo una vez se vió turbada la paz con la corta rebelion de Froya y los vascones.

CAPITULO VI.

WAMBA.

Do 672 à 680.

Estrañas circunstancias que acompañaron la eleccion de Wamba.-Sú repugnancia á aceptar la corona.-Alteraciones en la Vasconia.Idem en la Galia gótica.-Famosa rebelion de Paulo.-Simulacro de coronacion.-Sujeta Wamba á los vascones y á los tarraconenses.Toma de Narbona.—Célebre ataq ataque de Nimes.-Se posesiona de la ciudad, y hace prisionero á Paulo y á los principales rebeldes.-Solemnidad con que fueron juzgados.-Sentencia de muerte.—Indulgencia de Wamba.-Su entrada triunfal en Toledo.-Humillacion afrentosa de Paulo y sus cómplices.-Notable ley de Wamba.-Flota sarracena en el Mediterráneo.-Es destruida por las naves godas.-Concilios celebrados en el reinado de Wamba.-Sus principales disposiciones.-Singular traza inventada por Ervigio para destronar á Wamba. Vistenle el hábito de penitencia, y se retira gustoso á un claustro.-Ervigio es ungido rey.

Aconteció á la muerte de Recesvinto uno de aquellos sucesos estraordinarios y singulares, que no solo no habia tenido ejemplo en la historia del pueblo godo, sino que tal vez no le ha tenido en los anales del mundo. En una pequeña aldea de España se realizó un hecho noble, grandioso, sublime, que enseña á la humanidad á no desconfiar nunca de encontrar virtudes en los hombres.

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