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que fué, se encargó de la obra Ruiz, siguiéndola hasta 1604 en que murió. La obra se terminó en 1664 por Juan Francisco Hidalgo.

(Llaguno y adiciones de Cean. -Archivo de la Catedral).

Ruiz (JUAN): pintor cordobés del primer tercio del siglo actual. Su grandisima fama proviene de haber estropeado, repintándolos de detestable manera, cuantos cuadros cayeron en sus manos, de buenos autores, y entre ellos, las pinturas de Alfaro del monumento de Semana Santa de la Catedral de Córdoba.

Ruiz (JUAN), llamado el Vandalino: platero. Nació en Córdoba y fué discípulo del famoso Enrique de Arfe, segun asegura Juan de Arfe en su obra De varia conmesuracion, añadiendo que «fué el primero que torneó la plata en España y dió forma á las piezas de vajilla, y enseñó á labrar bien en toda Andalucia,» y por lo tanto, habla de él como de artista que vivió hace tiempo y cuya enseñanza era anterior å la época del escritor.

No se encuentra su nombre en ningun libro ni documento del arte de platería de Córdoba, y por lo tanto, sólo daremos noticias conocidas anteriormente. En 1533 se obligó á hacer la Custodia de la Catedral de Jaen de 400 mar: cos de plata, de gusto plateresco. Es una obra magnífica que puede competir, sin desventaja, con las famosas de Córdoba y Toledo. Consta de seis cuerpos, distribuidos ga. llardamente en dos varas y media de altura y cuajada toda de preciosas figurillas y adornos del mejor gusto. Tardó en su construccion cuatro años. Despues de ésta hizo la Custodia de la Catedral de Baza, y cuando estaba trabajando en la de San Pablo de Sevilla murió en esta ciudad.

(Cean.-Llaguno.—Jimena.)

Ruiz de Leon (ANTONIO): platero cordobés. Fué aprobado para el comercio de platería y abrir taller, por los examinadores de la Cofradía de San Eloy de Córdoba en 13 de Junio de 1683, en vista de un sol de Custodia que presentó, como muestra de su habilidad y maestría.

(Archivo del Colegio de plateros).

Ruiz Rey (DON JOSÉ ANTONIO): pintor y escultor. Nació eu Puente Genil el 24 de Septiembre de 1695, y fué hijo de don Bartolomé Ruiz Nieto y de doña Mencía de Galvez y Rey. Estudió filosofía en Córdoba, donde al propio tiempo se dedicaba á aprender dibujo, y habiendo mostrado felices disposiciones para la pintura, le enviaron sus padres á Granada á estudiarla, sin que se sepa quién fué allí su maestro, por más que se sabe que éste lo llevó consigo á Jerez para ayudarle en la pintura de algunos cuadros que hizo en la Cartuja.

Vuelto á su patria, la primera noticia que de él se encuentra, es haber dorado y estofado en 1715 la estátua de la Concepcion, que hizo don Pedro Duque Cornejo por encargo de don Teodomiro Flores para la ermita de la Concepcion, obra que hoy está en la parroquia, y en 1731 lo hallamos restaurando la estátua de San Pedro en la parroquia de la Purificacion del mismo pueblo. Hasta 1646 no lo encontramos ocupado en obra propia. Entonces hízo la estátua de San José, que está en la parroquia, y en 1749 se ocupa, con otros vecinos suyos, en pedir limosna para costear el altar del Cármen de la citada iglesia, en el que hoy se venera á San Miguel.

Estuvo en Córdoba algun tiempo ayudando á Cornejo en los dibujos de la sillería del coro de la Catedral, y en 25 de Octubre de 1767, murió en su patria y fué enterrado en la parroquial de la Purificacion.

En Puente Genil se señalan como pinturas suyas las que hay al fresco en el camarin de Jesús en su ermita. Las del

retablo de San Judas Tadeo en la Victoria, y algunas otras.

(Apuntes históricos de la villa de Puente

Genil).

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Saavedra y Ramirez de Baquedano (Don Angel): Duque de Rivas. Pintor. Osorio y Bernard le llama don Angel Ramirez de Saavedra. Nació en Córdoba en 1791 en su casa solariega de la plazuela de Santa Ana y que hoy lleva su nombre, y fué discípulo en el dibujo del escultor Verdiguier. Sus obras pictóricas más notables son: Apoteosis de los más renombrados hijos de Córdoba (1814), Hernan Cortés, San Hermenegildo, recibiendo el martirio, y Caida de Luzbel (1815), Triunfo de Judit (1856), El Salvador (1829), La Virgen de la Rosa (1846), Adan y Eva (1821), la historia de Susana, varios lienzos (1846), Conversion de la Samaritana (1843), El niño Dios (1846), Santas Justa y Rufina (1847), Sócrates aleccionando á Alcibiades (1819), un hermafrodita (1822), Cupido (1829). Estos cita Amador de los Rios. En 1843 presentó en la Exposicion de la Academia de San Fernando fioreros y retratos. En la de 1851, un frutero, y en la de 1856 el retrato de Martinez de la Rosa, y la Judit su mejor cuadro, hoy en poder de su hija la marquesa de Aranda, y que pintó en 1846.

El duque de Rivas era un pintor estimable: su gran importancia está en otra parte, y bajo este punto de vista nos limitamos aquí á anotar su nombre, dejando su bio. grafía para cuando en otra obra como la presente, tracemos las de los escritores y poetas que la provincia de Córdoba ha producido.

Said-ben-Ayyab: arquitecto árabe que trabajó en la

Томо СѴІІ.

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Mezquita de Córdoba, segun consta de una inscripcion que está en el patio de aquella, y que traducida por el señor Gayangos, dice así:

«En el nombre de Dios piadoso de piedad, mandó el siervo de Alah, Abde-r-rahman-amir-al-momenin An-nasir-lidinillah, alargue Dios su permanencia en la tierra, edificar esta pared exterior y afirmar sus cimientos, y esto lo hizo en honra de Alah y de su santa religion, y para la conservacion de las señales de su profecia la cual permitió fuese ensalzada y mencionada juntamente con su nombre: esperando que la obra sea aceptable á Dios, y cuantiosos socorros de su magnificencia, juntamente con gloria permanente y alto renombre. Y se acabó la obra con ayuda de Alah, en la luna Dzi-Ihecha del año 346 (Enero ó Febrero de 958), por manos de su liberto y guacir... Abdallah-ben-Batu. Lo hizo Said-ben Ayyab.>>

Saló y Junquet (Don José): pintor, escultor y músico. Este artista no es cordobés, pero como aquí profesó la pintura y ha dejado obras, y su nombre aunque conservado en una discretísima necrología por don Francisco de Borja Pavon, no se contiene en ningun libro, lo admitimos en esta obra por el temor no infundado de que se llegara á perder.

No era artista de gran vuelo, y si dibujaba bien, su manera era nimia y apocada, su color carminoso y completamente falso, y su composicion falta de originalidad. Sólo era bueno como miniaturista y como restaurador. Dicho esto, que se podrá comprobar viendo un lienzo de la Trinidad en la Catedral en la capilla de este nombre, el del Espíritu Santo en la capilla de los Simancas del mismo templo, acaso su mejor pintura, y los retratos del Obispo Trevilla en la coleccion del palacio episcopal, de Muñoz Capilla, en la Aca

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