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reales, se firma Antonio Torrado. Este documento escrito por el artista con el apellido Torrado solo, y la inscripcion copiada en otro artículo, tambien hecha por él al parecer, en que se pone Alvarez Torrado, nos hace pensar en que acaso fueran dos pintores diferentes. Esta duda, difícil de resolver, la exponemos aquí para que otros con más noticias y mejor criterio que nosotros la resuelvan.

(Archivo del Colegio de plateros).

Torres Pardo (DON RAFAEL DE): pintor. Nació en Palma del Rio, siendo bautizado en la única parroquia de la villa el 21 de Septiembre de 1824, y fué hijo de don Antonio Bonoso de Torres Pardo y de doña Manuela Garrido y Rios. Estudió latinidad en su patria con el profesor señor Fajardo, y á los 20 años se trasladó á Madrid en donde estudió las carreras de abogado y telegrafista y la pintura. En 1860 fué à la Habana comisionado por el Gobierno para establecer la escuela de telégrafos, y allí pintó un cuadro que representaba la llegada de Colon á América, que rifó en el Liceo, siendo adjudicado al general Dulce, y cuya rifa le produjo 1.000 duros.

Casó con doña Elisa de Letona, hermana del general del mismo apellido, y murió en Madrid hácia el año 1880. Los anteriores datos los debemos á don Enrique Estefanía y Reyes, jóven escritor y abogado, residente en Palma, y extrañamos no hallar en ellos la noticia que nos da el señor Osorio y Bernard de que Torres estudió la pintura en Granada bajo la direccion de don Joaquin de la Rosa.

En 1855 presentó á la reina doña Isabel el retrato de esta señora en una miniatura del tamaño de una peseta, que no sólo le valió muy lisonjeras frases de tan augusta persona sino el encargo de otras obras. En la Exposicion de Bellas Artes de Madrid en 1856 presentó dos bonitas minia

turas representando la despedida de Agar, y la mujer adúltera.

(Noticias de Palma.-Osorio y Bernard).

Tsamil: marmolista, cuyo nombre aparece en el fuste de la séptima columna de la décima tercera hilada de la Mezquita de Córdoba.

(Don Rodrigo Amador de los Rios).

р

Urbano (JUAN): platero de Córdoba. El conde de Valencia de don Juan posee una carta de pago de 131.250 maravedises, firmada por Felipe II en San Lorenzo del Escorial á 16 de Agosto de 1590 á favor de «Juan Urbano, platero residente en la ciudad de Córdoba,» por el oro, plata y he churas de un bozal de plata sobredorada, trabajado de me dio relieve con varias piezas de oro colgando de muchas cadenillas, y cuyo peso era de nueve marcos tres onzas y cinco octavos.

(Zarco del Valle).

V

Valdés (HIJAS DE): pintoras. Sabemos que fueron monjas en el convento de San Clemente de Sevilla, y que pintaban. De una de ellas hay algunos cuadros en el citado convento. Doña Mencía era sevillana y murió en su mismo monasterio en 1730. La otra era cordobesa y por eso la incluimos aquí.

(Gonzalez de León.-Cean).

Valdés (LUCAS DE): platero. Natural de Córdoba, y en 1600 aprobador del arte de platería por la Congregacion de San Eloy. Desempeñó este cargo hasta 1602, y en 1603 volvió á ser elegido, ejerciéndolo hasta 1605.

En 1602 hizo la hermosa lámpara de plata de la capilla de los Mártires de la parroquial de San Pedro de Córdoba, regalada por el cabildo Catedral, segun dice la inscripcion de la orla, en «hacimiento de gracias de haber cesado la peste de esta ciudad. por intercesion de los Santos Mártires.» Pesa 17 marcos y onza y media.

En la obra titulada «Vida y milagros del siervo de Dios el santo Fr. Alvaro Confesor, etc.» por el Padre Fray Luis Sotillo de Meza, 1618, MS. que se guarda en la Biblioteca provincial de Córdoba, consta que en 1603 tenia Lúcas Valdés un hijo de 13 años habido legítimamente de su mujer Elvira Daza, el que padecía dolores de estómago intensos, sanando de ellos por la imposicion sobre la parte dolorida de un hueso de San Alvaro.

Este hijo fué aprobado para abrir taller y comerciar en

su arte por la Congregacion de plateros de Córdoba, el 15de Mayo de 1634.

(Archivo del Colegio de plateros.-Ramirez de Arellano, don Teodomiro.-Fray Luis Sotillo).

Valdés Leal (DON JUAN DE): pintor, escultor, grabador y arquitecto. Nació Valdés de padres ilustres, oriundos de las montañas de Santander, en 1630, en la ciudad que fué un dia asiento de la fastuosa corte de los Omeyas. Decidida aficion á la pintura, demostrada desde sus más tiernosaños, obligaron á sus padres à dedicarlo al cultivo de este arte. Para ello ingresó en el estudio de don Antonio del Castillo, uno de los más hábiles dibujantes de su época, émulo de Murillo y avaro de la gloria, hasta el extremo de morir de tristeza por no poder sobrepujar las obras de su antiguo compañero de estudio.

Los constantes adelantos de nuestro artista, su decidido amor á la pintura, se vieron engrandecidos en su edad viril, por un nuevo culto, más entusiasta si cabe que el que á las artes profesaba. El amor prendió con voraz llama en el alma de Valdés Leal, haciendo su objeto predilecto á una jóven de sin igual belleza é ilustre cuna, de la más rancia nobleza de Córdoba. Como él, aficionada á la pintura, bien pronto correspondió á los sentimientos y aspiraciones de nuestro jóven pintor, y doña Isabel de Carrasquilla fué la feliz compañera que llevó Valdés al tálamo nupcial en Córdoba, no se sabe en qué fecha, pero sí en la más ardiente juventud de ambos esposos.

Valdés habia llegado mientras tanto á la cumbre del talento y de la maestría, y á la perfeccion de su arte. Buena muestra de ello dejó en su patria. Además de muchos cuadros con que se enriquecieron los dorados salones y los ora

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