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Alora (Hübner, 4.970-325), O I. MICCIONIS; en Tarragona (Hübner, 4.970-325) OF.MİC., y en Osuna (Hübner, 6.257-121), OFF. MICCIONIS.

Otra inscripción en Villafranca, en barro saguntino: L. F. O.=Lucii Fabii Officina. (De la Oficina de Lucio Fabio).

En Sagunto se halla esta estampilla (4.970184), L. FAB, y en el reino de Valencia (4.971-5) dos: L.FA y L.FA.O. (1).

Plano en su Historia de Mérida (pág. 176, número 101), dice que en el muslo de una estátua colosal existente en el Museo de aquella ciudad, descrita en la misma obra (pág. 28) se lee una marca de fábrica del siglo I que dice: EX OFICINAC· ATAVLI. De ella nos da la siguiente lectura y traducción: Ex officina C (ai) At (ei) Auli (ni?). (Del taller de Cayo Ateyo Aulino); y añade que no sería diversa la inscripción de la estátua donde leyó Moreno de Vargas (pág. 101), ex oficina franciæ.

El mismo Plano (pág. 187) refiere que en la impronta de un fragmento, también del Museo de Mérida, remitida al P. Fita, leyó este: EX. OFICIN. (Ex Oficina?). De la oficina..., suponiéndose que dicho fragmento debe ser de un pedestal.

Podrían hacerse más detenidas y razonadas investigaciones sobre la condición del trabajo en España; pero creemos que basta á nuestro objeto decir que había en las industrias del Estado trabajadores esclavos y libertos, servos mercenarios

(1) Boletín de la Academia de la Historia, tomo XXXII, cuaderno 2.o Febr. 1898, artic.: «Nuevas inscripciones romanas en Extremadura», por el marqués de Monsalud.

que (1), y condenados por algún delito (2), siendo la condición de todos ellos muy dura, especialmente la de los mineros (3). Es además digna de notarse, como muestra de la complicada legislación sobre la materia, la existencia de leyes ó disposiciones que vienen á constituir verdaderas ordenanzas de policía de los oficios, en las que se prohibe tener tejares dentro de la ciudad y construir alfarerías de cierta importancia, bajo penas fiscales que redundaban en beneficio de la ciudad misma.

Tales son las disposiciones contenidas en los nuevos Bronces de Osuna, redactados cuarenta y cuatro años antes de Cristo, y grabados después de la mitad del siglo I (4)..

En los antiguos Bronces de Osuna también se encuentran preceptos sobre la crganización del trabajo, los que dejan á cargo de la curia las obras públicas, para cuyo servicio se la autorizaba á decretar prestaciones vecinales con ciertas limitaciones, prestaciones (opera) que se convierten en munera sordida, que recaen sobre las clases inferiores, pesando sobre los artesanos de los Colegios (5).

(1) Rúb: 7.a, párf. 5.o, Bronce del Aljustrel (Berlanga, obra citada).

(2) Berlanga, pág. 187, ob. cit.

(3) Berl., con referencia á Diodoro Sículo, pág. 686, ob. cit.
(4) Berlanga. «Nuevos Bronces de Osuna», págs. 14 y 110.
(5) Novela de Mayoriano.-P. Pujol, tomo I, pág. 208.

ESPAÑA VISIGODA

1. Carácter general de la época: Subsistencia de los elementos romanos en general. Persistencia de los Colegios. - II. Colegios visigodos: El aprendizaje. Los Colegios en el siglo VII.El elemento romano y el germano en las corporaciones visigodas. La Gilda germana. - Germen de los gremios.

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I

Para tener alguna idea de lo que fueron determinadas instituciones, es preciso tenerla también, siquiera general, de la época en que se desenvolvieron; porque claro es que aquéllas han de ser una de tantas manifestaciones de la vida toda, y en tal virtud, han de hallarse informadas por su espíritu predominante y característico. Si esta observación es cierta y de necesaria aplicación en general, más necesario ha de ser tenerla en cuenta cuando la falta ó escasez de datos hagan muy difícil el conocimiento directo de cualquier manifestación de la vida ó de cualquier institución, porque entonces hay que reconstruirlas por suposiciones y conjeturas, y éstas sólo pueden fundarse en la aplicación á los datos concretos conocidos de los principios é ideas generales, que vienen como á darles vida y explicación racional.

Los datos concretos que en los historiadores de este período se encuentran referentes á las asociaciones de trabajo, son escasos y poco adecuados para la reconstitución completa de su vida; así es que procuraremos formar una idea general de la época para aplicarla luego al conocimiento especial de aquellas asociaciones.

• La civilización romana, en decadencia progresiva, llega á un estado de verdadera descomposición en el siglo V de nuestra era; pero no podía desaparecer en absoluto y de repente, porque á más de ser esto contrario á la ley de la evolución histórica, no había otra civilización con un grado suficiente de desenvolvimiento que la sustituyera. Por esta razón no puede tomarse el advenimiento de la Monarquía visigoda en España como punto de arranque de algo radicalmente nuevo. Antes al contrario, la romanización española, que había sido desigual, pero extensa y profunda, persiste: hasta la invasión goda, en su forma exterior es suaye, de alianza y compenetración, más bien que de brusca y destructora conquista; y hubo de verificarse tan lentamente, que aun en tiempo de Eurico su dominación era todavía incompleta, conservándose gran parte del suelo español en poder del Imperio (1).

Como la civilización romana era antigua y había alcanzado su apogeo, ofrecía una gran com

(1) Hinojosa. Historia de España, desde la invasión de los pusblos germánicos hasta la ruina de la Monarquía visigoda. tomo I.

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