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varlo, y quedaronse anssi hasta hoy con cuio Padre me crié mas que con el mío, y assí no tube patria cierta de crianza que aunque nací en Segura, luego de á poco salio mi Padre de allí, y me crié parte en este y parte en otros lugares hasta los catorce años que fuí á Alcalá donde estube mucho. Mi Padre con lo que le dieron de mi Madre, que fue razonable dote, compro una sierra de agua con que pasaba la vida onestamente, y al cabo de quatro años se le quemo con ciertos obreros, y fue princípio y causa de quedarse pobres.

CAPÍTULO II

DE LA EDUCACION

Luego que llegué á los cinco años me comenzaron á enseñar á leer y escribir en la Iglesia, y primero me mostraron leer latín que romance y el servicio de la Iglesia, y sali tan gran lector que se hacían desafíos con migo y con otros para que quien con mas presteza leyese, y aprovechava notablemente en todo lo que me ponían mas que mis compañeros, y contemporaneos y esta merced me hizo Dios Grande de darme animo sutil, y recojido apto para aprender segun que todos testificavan tenía tanta codicia à aprender que me hacía lebantar con la gente de casa que iba al campo, para ir á guardar la iglesia para ser el primero antes que ninguno de mis compañeros y esperaba á la puerta de la Iglesia muchas vezes con unas teas, y esparto y tizones, y brasas que llebaba que espantaba á los que pasaban por el Cementerio, sin tener temor de las cosas que los niños suelen temer y no quería almorzar por que no impidiese el aprender, de que binieron muchos á congeturar que Dios havia de hacer en mí algo notable porque no me beían distraído sino mui sugeto, y mui continuo industriado, y enseñado en las cosas de la Iglesia, y en leer mui bien latín. Luego me pusieron en la escuela donde aprendí á leer romance con la misma abilidad y presteza que el latin,

salbo que el escrivir no se me dava medio porque era un poeo torpecillo de las manos, sabía de coro muchos salmos, cantaba lecciones y Lamentaciones, y podía acudir á las oras aunque no sabía perfectamente el Brebiario, todo esto se hizo en los tres ó cuatro años hasta los nueve ó diez de mi edad, en todo este decenio estube tan sugeto á mi Madre y á la crianza que me ponía que sin su licencia no havia de salir de casa. Acíame continuamente ir á la Iglesia á las Misas de Nuestra Señora cada sábado y á vísperas todos los domingos con una sobrepelliz que para esto tenía echa, de lo cual no quedé poco aprovechado en la Iglesia y ez la devocion de los Oficios Divinos sabiéndolos, y cantandolos como si supiera cantar por arte, esto no lo aprendí de maes tro sino por curso y afición cantava qualquiera cosa la que acía creer la piedad á mi Madre para guiarme, y la diligencia de guardarme de malas compañías y de salir como si yo no fuera

varon.

A los diez años me traxeron á Yeste donde havia preceptor que leía el cual se llamaba el Doctor Cartagena, medico, el qual murió en Roma con grande fama de medico; tenía por competidor al bachiller Mercado hombre docto y pio con quien aprendi los Rudimentos de la Granmatica con tanta presteza y avilidad pasando á todos mis contemporaneos que sino por largo sería, y barbaro modo de enseñar que en España tenían de tomar mucho de memoria del Arte de Nebrixa que fatigaba mucho los ingenios de los niños de tal manera que hacía odiosa la ciencia ó doctrina con gran perxuicio y aun ahora lo usan aunque no tanto, yo supiera en dos años lo que combenía en la Granmatica, pero supe lo que el tiempo me dió lugar, y los preceptores me supieron enseñar tambien y con tanta facilidad, que era regalado de mis maestros, y nunca por marauilla me tocavan á mí sino fué una ó dos veces y essas me dieron de burlas. A los once años de mi edad á mi padre le acaeció un desastre en una muerte de un pariente de mi Madre por lo cual, y porque era hombre mal aplicado á la hacienda y otros infortunios, y deudas que tenía ubo de dexar la tierra y hirse á los Jelves con don García Olesa, mui conocido del conde Pedro Navarro y no supimos que hizo Dios de él, unos decían que le havian muerto, otros que estaba cauti

vo, y se havia escapado en la mar, viniendo à Tanger, y otros decían otras cosas. Mi Madre como cargaban deudas de mi Padre, hubose de oponer å su dote, y entregaronle en dos partes de casas que quedavan en cantidad de quarenta mil mrs. ô cinquenta haviendo ella provado mucho mas. Cantidad que havia traído conforme à aquellos tiempos y assí se quedó destruida. A los catorce años de mi edad murioseme el aguelo padre de mi Madre, de quien yo recivía muchos favores y me dava estudio, y como mi Madre no era hija del primer matrimonio, no era donada mas de una manda que me hizo de poca cantidad. En este tiempo yo estaba sin amparo umano alguno sino en compañia de mi Madre, y ganaba å escrivir para ayuda de las cosas de casa, siempre sujeto á mi madre en todo, y casi vivía como Origenes en su adoleciencia quanto al adquirir de comer al fin del año catorceno, yo determiné de ir al estudio y á la Vniversidad de Alcalá aunque mi madre me ponía temor de necesidades, yo con un poco que pedi, me atreví á pasar adelante con ánimo de que si me faltase, ponerme à servír á persona que me dejase estudiar quanto mas pudiese. Ayudome mi madre con su pobreza y en año y medio acabé de estudiar la granmatica en Alcalá en el colegio de San Eusebio, presidiendo en él el maestro Angulo; acavado esto mi madre quisiera que yo hubiera estudiado Canones, y que me comenzara á Ordenar para tenerme consigo como es costumbre de labradores y de viudas que aman tiernamente á sus hijos, y yo havia oído el postrero año de la Granmatica no se que terminos de Loxica que entonces se usaba, y davaseme tambien que por persuasion de mi maestro dejé el camino que mi madre me guiaba, y en esto solo le fui desobediente, y comencé á oir Logica el año de 23 devajo de la disciplina del maestro Encinas, gran sophista y matematico, y la ayuda de mi madre no e: a tanta que no pasase hasta graduarme en las Artes grandes necesidades, y yo todavía perseveraba como podía luchando con ellas; ya me faitaba el vestir, ya el comer, y aun á donde dormir, y mi Madre pensando que yo estudiaba lo que ella quería y graduandome de valde con arta dificultad porque era de los que entendían bien el curso, el maestro me favorecia mucho, yo me fui à la tierra donde declaré á mi Madre lo que había echo, y

como no havia estudiado lo que ella havia querido de lo qual ella y deudos suyos tomaron pena, y resavio de pesar, que yo traía engaño y que no sabía nada, y assí me despedí de mi Madre con alguna desgracia, y con pocos dineros ó ningunos mas de quatro ó cinco ducados que me dió una parienta mía doncella con quien yo me había criado, y assi me fuí á acabar mi curso de Artes que me quedaba año y medio, y por pasar donde fui relevado con ayuda del Colegio en aquella Vniversidad aunque poco tiem po quíseme graduar en Artes, y hice algunas muestras para ello y preambulos, y despues no tube con que graduarme, y aunque pudiera graduarme por pobre pero por que á los tales no se les guarda justicia en los lugares, no quise ni ose, y todo esto passé hasta los 20 años y fin de los 19.

CAPITULO III

DEL TOMAR ESTADO

y

Estando pues en estos terminos harto de luchar con las necesidades que parecía milagro aber podido llegar hasta aquel termino, binome al pensamiento como hombre que no podía hacer otra cosa, y por alguna devoción de meterme en Religion, y andava pensando sobre qual combenía mas para mi condicion ó inclinacion, y traté primero de meterme en Madrid en San como son tan mczo soy trujeronme no se que dilaciones y ordenarme no quería por no mendigar ni andar obligado de decir Misa por precio ni limosna. Retraiame tambien de ser frayle ber que mi Madre quedava con grande necesidad, y parte de ella havia adquirido por mí, y que tenía obligacion de servirla, y socorrerla, de otra parte determinaba casarme, pero esto era tambien contra la voluntad de mi Madre que deseaba fuese clerigo, y me havia criado con grandes travajos para ello, y tam

poco se socorria su necesidad con esto porque ordinariamente los casados quieren mas para sus mugeres e hijos, y aunque se me ofrecían lances razonables lo dejé. Al fin, como yo había nacido en la Orden de Santiago, y tratado con jentes de aquel avito, yo determiné de ir á Vclés por consexo de algunos y pedirles el avito donde con facilidad y buena gana por llebar los principios que llevat ui recibido, y tambien tenía un pariente dentro, de mi Madre, que me ayudava á ello, y assí entré en aquel combento, parte forzado de mis necesidades, parte por servir á Nuestro Señor. Bisto que el orden era recojido, y yo tenía algun respiradero para poder tener algo para socorrer á mi Madre, y pasara delante de los estudios como pasó esto fue el año de 25. Al cabo del mes de Julio dia del Triunfo de la Cruz siendo de veinte años recibido en la casa despues de haverme confesado generalmente como es costumbre, propuse de hacer de la necesidad virtud y hacer penitencia de mis pecados estaba aquella casa mui recojida en lo mas estava viva la vida exoica del santo Prior don Pedro Alonso Baldaracete que fue hombre de gran penitencia, y perfeccion y havia cinco años que era difunto y aprovechame de esto, y aun de los instrumentos de su penitencia, procurando de hacer lo que me mandava la obediencia, y estudiar, y trabajar cosa increible porque en tres años apenas me acosté tres beces despues de Maytines donde pasé hartas tentaciones casi visibles del demonio que pusieron me en harto estrecho, si la Misericordia de Dios grande con un poco de oracion y meditacion juntamente con la aspereza de la penitencia no me defendiera tube grandes persecuciones y emulaciones en la Casa y al cabo sobre eleccion del Supriorato de Montalvan que es á probeer del Capitulo de Vclés el qual pretendía un Prior que á la sazón era por que siendo recien Ordenado de Subdiacono no quise consentir en que la eleccion se hiciese como él la pretendió guiar, dividiendo los votos dejando unos en Vclés, y otros embiandolos à un recreacion que se llama torre luenga para mejor conseguir su pretension codiciosa, me trató mui mal él y todos sus oficiales dandome sus penitencias graves por leves cosas que al parecer de todos parecía clara pasion. Vn dia que le dije que no podía ser por ley Juez en una causa que me mandava siem

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