Imágenes de páginas
PDF
EPUB

educacion del clero, sobre todo, donde es más atrasada y hace mayores daños; y téngase sobre él mirada fija y discreta. Procúrese la supresion del estado mayor clerical, en poblaciones pequeñas; requiéranse títulos mayores de universidad á dignatarios eclesiásticos; y cuanto á la teocracia, el absolutismo y el privilegio, haber tenido siempre fijo, y aplicándoles con discrecion, el dicho de Fernando el Católico: ¡Ah, yo iré arrancando uno á uno los granos de esa Granada!

Si; haber arrancado uno á uno los granos de esa granada: nó la Granada de Boabdil, que castillo tras castillo y fortaleza tras fortaleza fué tomando el Talleyrand de los monarcas; sino de la granada teocrática, que más afortunada que la del rey moro, aún no ha hallado político digno de seguir á aquél las huellas, y que le aplique íntegramente la doctrina del astuto aragonés.

Y no se diga, por hipócritas, que el dar á la frase el sentido que aquí se le dá, es sustraer una sentencia al Principe del desterrado florentino. Es otra cosa mucho más noble y digna.

Cuando se trata de la paz pública; cuando se combate á rebeldes recalcitrantes, contumaces y empedernidos; cuando se defiende la patria y la civilizacion; cuando se procura la unidad nacional y el triunfo de la justicia, del derecho y de la igualdad, en vez de acudir á la fuerza, se debe apelar á la habilidad; en vez de cortar el derramamiento de sangre, debe prevenirse; en lugar de dar al mundo el

horrible espectáculo de una carnicería humana, debe dársele la agradable fiesta de un pueblo que se regenera y se unifica; y en vez de intentar domeñar los enemigos interiores por medios puramente brutales, se procuran ganar, y se ganan, que no puede ménos, por el irresistible influjo de las ideas y de los principios, manejados por dignos hombres de Estado, lo que es mucho más sublime, y sin comparacion, bastante más duradero.

Llegaron las Constituyentes del año de 69, y era excelente ocasion para constituir, en todo el tecnicismo de la palabra, la unidad nacional. No se hizo, cual debió hacerse, puesto que se dijo abajo lo existente; y aunque no se hubiera dicho, reunirse una Asamblea para discutir y sancionar una Constitucion, con sobrada elocuencia dice: queremos constituirnos bajo nuevas bases políticas. Sobre el tapete de España esa cuestion; sobre el de Europa la de la agrupacion y unificacion de las nacionalidades, que se agitaba en Alemania, Italia y Oriente, fué imprevision no haber abolido los fueros vasco-navarros, prévia ocupacion militar del país, más de una vez rebelado, y demás medidas convenientes; fué dar poca importancia á enemigo poderoso, el solo enemigo fuerte que tienen las rectas ideas liberales. Fué una oportunidad perdida, y una inmensa ventaja dejada tomar á enemigo que acecha.

En fin, fué corroborarse una vez más, que si España es la nacion de los poetas, de los oradores, de los teólogos y de los soldados, no es la patria de

esos políticos de génio y de doble vista que penetran en el porvenir; de esos hombres que labran la ventura y grandeza de su país, que ora se nombran Pitt ó Palmerston, ora Kaunitz ó Metternich, ora Nesselrode ó Gorschakoff, ora Cavour ó Bismarck. Porque de haber tenido uno siquiera de esa talla, los fueros vasco-navarros estarian abolidos hace mucho tiempo; no habrian dado un apoyo al absolutismo Y á la teocracia, que no se dan por vencidos; no se habria vertido tanta sangre española; no pediríamos con redoblados clamores su abolicion, y ya habria dado algunos frutos ventajosos la verdadera unidad nacional, que está por hacer. Y esto no se hace con frases; sino con actos, con instituciones, con perseverancia, con miras trascendentales de hombres de gobierno, exentos de preocupacion, y llenos de patriotismo.

SECCION QUINTA.

Semejanza de la situacion política de España y Francia, durante los reinados de Cárlos IV, y de Luis XV y Luis XVI. - Contraste de las reformas llevadas á cabo en una y otra nacion. - Empirismo reformista en España.- Inconsecuencias en los principios ó en las aplicaciones. — Corrientes encontradas. -Antagonismos en la educacion y en las clases.-El clero en las provincias rebeldes y en las más de la nacion. -Comarcas donde prevalecen las ideas liberales. - Zónas en que dominan las ideas retrógradas. ― Regiones donde se marcan tendencias al cantonalismo. - Reiterados ataques á las personas y á las propiedades. Temores. Motivos de alarma - Ignominias de los cantonales. - Crueldades y horrores de los carlistas. - Peligros de la division.

A

Ya vimos en lá seccion anterior la inmensidad de reformas que trajo consigo el nuevo régimen en Francia, y que se desenvolvieron con un rigor matemático, á fin de seguir los principios doctrinales, hasta sus últimas consecuencias legítimas.

El primer objeto de estas reformas claro es que fué la personalidad humana; y, por tanto, se proclamaron los derechos del hombre. Mas como éste vive en sociedad, y ella en los pueblos civilizados constituye un Estado, ó nacionalidad, con el designio de seguir la línea trazada, no puede revocarse á duda que el segundo objeto fué el Estado, ó la nacionalidad; y como lo que constituye su fuerza y su

armonía es su unidad, á todo trance se procuró formar la unidad nacional, sin que se vislumbrara la más pequeña excepcion.

Allí habia Normandía, Turena, Borgoña, Anjou, Maine, Guyena, Provenza, etc. Allí habia más de treinta jurisdicciones señoriales, prelaciales, y hasta ocho en el mismo París. Allí habia diferencias radicales en la legislacion y en la administracion, segun los territorios; de modo que, como en España, todo era una Babel.

Pero de una plumada se abatieron las jurisdicciones y las diferencias legislativas y administrativas, los privilegios y las fronteras feudales; y, respectivamente al interior de Francia, con más razon que Luis XIV pudieron decir los legisladores franceses, al establecer la unidad de legislacion, la igualdad de derechos y deberes entre sus conciudadános y la unidad de régimen provincial de su país: Ya no hay Pirineos.

En España se iba discutiendo con pausa, y aboliendo despues conforme se podía, lo que más preocupaba momentáneamente; pero alcanzó supresion pronta, á la odiosa y merecidamente anatematizada Inquisicion, que tanto duelo y afrenta echó sobre nuestra patria. Aboliéronse el diezmo y la primicia, que recordaban otros siglos; se extinguieron el voto de Santiago y las comunidades religiosas. Desquicióse la monarquía absoluta; proscribióse la teoría del derecho divino y se afirmó la del otro orígen. Aboliéronse los señoríos, las vinculaciones, la

« AnteriorContinuar »