obliga á que expongan los pedazos de su corazon en su defensa, sacrificio injusto y horrible de que se hallan exentas las madres de familia de los territorios privilegiados y rebeldes; pues haciéndose precepto general, á que obliga el derecho de ciudadanía y la seguridad personal y real, no hay agravio para nadie, ni ofensa, ni duelo particular. Favorece á la patria y á la civilizacion, porque así todos los hijos de la primera serán iguales en su defensa; y en cuanto á la segunda, esos selváticos montañeses saldrán de entre sus ríscos, verán, aprenderán y se les pondria en actitud de poder desechar la rudeza nativa, y las preocupaciones que pugnan con sus adelantos. Favorece la paz, porque los elementos de fuerza activa que radican en el territorio privilegiado, enviados á otras provincias á prestar su servicio, diseminados en distintos cuerpos, y ocupando el país hoy rebelde por numerosas guarniciones procedentes del interior, imposibilitarian el anhelo más tenaz y temerario. Favorece la unidad política, el mecanismo administrativo y el poder público nacional, porque de elementos disgregados, heterogéneos, contrarios y hostiles, se hacen elementos compactos, homogéneos, favorables y adictos. Favorece, en fin, á los mismos privilegiados refractarios, porque les hace ser partícipes de una legalidad más culta, más armónica, más fecunda, más civilizadora; y á pocos, ignorantes, fanáticos, dominados por una abrumadora peste teocrática, les hace quedar identificados con muchos más adelantados, exentos de un yugo 1 clerical y retrógrado, y libres de otras preocupaciones perjudiciales. Pero la abolicion de los fueros vasco-navarros, no sólo reviste el carácter de conveniencia, sino el de imperiosa necesidad. Es ley esencial de vida rica y exuberante, en todo sér, la unidad, la cohesion, la armonía de sus partes; y esto mismo se aplica al sér complejo, nacion. El poder, la fuerza, la vida de una nacion, ó de un Estado, no consiste en la extension de su territorio, ni en su grandeza facticia, sino en la intensidad de sus instituciones; es decir: en su unidad, cohesion y armonía, y que esta armonía, cohesion y unidad se infiltren y trasciendan en los individuos, miembros vivos que lo componen. Como se vé que el hombre de mayor vitalidad, el más fuerte, no es el más corpulento; sino el que posée mayor musculatura, más simetría en sus miembros, un desarrollo más ventajoso al ataque y á la resistencia; en una palabra: el que tiene más unidad. Pues bien: unifiquese España, en todo el tecnicismo de la voz, y alcanzará medro, exuberancia real de vida, esa que se hace sentir, no con aventureras conquistas, no con insensatas emigraciones, no con raquíticas industrias, con menudo comercio, con gigantescas importaciones de objetos de lujo y de consumo; sino con las conquistas sólidas y fructuosas de cultivar nuestros campos, ricos de sol, pobres de aguas, y más pobres de brazos; con las fecundas emigraciones de provincias muy pobladas y poco fértiles, á otras casi despobladas y yermas; con hacer órden y paz, y vendrán capitales, y florecerán provechosas y fecundas industrias, y habrá gran comercio y pocas importaciones, ni de lujo, ni de consumo, y aumentarán todas las exporta ciones. Unifíquese España, sin mentira, sin privilegio, sin preocupacion, y entonces vivirá la vida de los pueblos que viven en ejemplar y provechosa fraternidad; y no la postrarán esos terribles ataques que se llevan su fuerza, su sangre, su medro, parte de su honra; y si llega el momento de mostrarse fuerte, lo será sin alardes, pues su sávia vivificará con riqueza el hermoso árbol de la patria. Entónces no habrá vascos, ni navarros, ni gallegos, ni catalanes, ni aragoneses, ni castellanos; entónces sólo habrá lo que hace más falta en España, lo que con pena y duelo pide la patria á voz en grito: Españoles. Entónces se prescindirá del estrecho, menudo y egoista espíritu provincial, que nos empobrece, nos debilita y nos desdora; pues se hará lo que exigen los principios modernos, lo que hizo Francia con hábil y previsor patriotismo, lo que entre nosotros es de todo punto necesario, si hemos de vivir vida rica y potente. Y como la existencia es ley que obliga por naturaleza, así á individuos como á naciones, ley profundamente encarnada en todo sér viviente, de ahí que, por necesidad, por ley ingénita, por egoismo, es preciso acabar para siempre con lo que reviste su abolicion el carácter de urgente é imperiosa necesidad. Extrema tambien la necesidad de la abolicion el empedernimiento, la contumacia en la rebelion, la amenaza constante de tener los galos á las puertas de Roma; la peligrosa licencia que lleva á esos siervos de la teocracia á sublevarse contra el poder público, contra las instituciones que la nacion en uso de su soberanía se ha dado, y contra el supremo magistrado que rige sus destinos: todo eso exige con gran energía, la más decisiva resolucion. Pero resolucion de varon constante; de esas que se adoptan madura y reflexivamente, sin escuchar las malas pasiones; sino atendiendo la irresistible voz de la razon, la ley de justicia. De esa manera se cortará de raíz ese peligro permanente, y se dará justa satisfaccion á la sangre vertida por tanto heróico soldado y bizarro jefe; y en aras del bien de la patria y de la vindicta pública, es preciso que sea destruida Cartago; es decir: es preciso que sean abolidos los fueros vasco-navarros. SECCION OCTAVA. Todo pueblo que aparece en la historia, ha de dar vida y desenvolvimiento á una idea. -- Pueblos célebres.- La existencia histórica de los pueblos está toda entera en la idea que representan. - Esencia constitutiva de un pueblo.- En qué consiste la patria. - Conducta de los legisladores célebres. — Moisés. Confúcio. - Licúrgo y Solón. - El pueblo romano. - Constantino.— Teodosio. Justiniano.- Napoleon. - Carácter de los españoles en la historia.- Amor á la patria. - Independencia de la patria.—Idea religiosa. - Su desenvolvimiento. Su expansion en la sociedad española.-Prepotencia de la Iglesia. Influencia ultramontana. - Elementos que la hicieron arraigar en la Península. — Institutos religiosos.—Multiplicacion de sedes episcopales.-Relajacion del clero.-Exageracion de la idea religiosa. — Abusos. — Abrazo del absolutismo y la teocracia.-Su influjo en el Estado y en la ley.Intolerancia en el interior. - Fanatismo intransigente. — La Inquisicion.Efectos de la intolerancia religiosa en el exterior. - Alemania. - Flandes.Su influencia sobre los espiritus. — La idea religiosa desbordada, absorbió y esterilizó el pensamiento.-Cuadro de escritores españoles del clero secular. Del regular. — Clasificaciones. - Sorprendente y doloroso resultado estadístico, por órden de materias.— Vanidad y futilidad de los esfuerzos más gigantescos. - Influjo de la idea religiosa en el arte. La música. — La escultura. La pintura. — La arquitectura. - Consideraciones.-Resúmen.— Decadencia de la exageracion de la idea religiosa. — Causas que produjeron el hundimiento del imperio teocrático. - Caida del absolutismo. - Los fueros vasco - navarros se mantuvieron.- Impolítica é inconsecuencia. — Dilema. — La ley de la lógica y las leyes del espíritu. Lo que éstas exigen. - Consecuencia de los absolutistas en sus princípios, una vez admitidas sus premisas. Movimientos civilizadores en el mundo. Su aplauso. La justícia. del tiempo.- Fallo de la justicia de Dios. 1 Aún hay regiones no ménos positivas, si bien más elevadas, donde se debe combatir y puede igualmente anonadar el fuerismo contumáz, acabándole de estrechar en todas las esferas, y haciendo |