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causaría aquella medida en la nacion, prefiriendo correr allí todos los riesgos á dar al país un ejemplo de debilidad, cuyas consecuencias podrian ser funestas. Decidióse al fin la cuestion en votacion nominal, votando 84 por la permanencia, solo 33 por la traslacion. Unicamente aceptaron mudarse á Cádiz tan pronto como cesára la epidemia, á cuyo efecto se acordó habilitar la iglesia de San Felipe Neri.

Táles fueron las principales ocupaciones de las Córtes en el corto y trabajoso, pero ya fecundo período desde su instalacion hasta terminar el año 1810. Dias de gloria histórica preparaban á la nacion española los escogidos del pueblo en circunstancias tan críticas y solemnes.

CAPITULO XIII.

BADAJOZ.

LA RETIRADA DE PORTUGAL

LA ALBUERA.

1811.

(De enero á junio.)

Soult recibe órden para ir en auxilio de Massena.-Las tropas españolas de Portugal vuelven á Extremadura.-Muerte del marqués de la Romana.-Pereza y lentitud de Soult y su causa.-Parte á Extremadura.-Toma á Olivenza.-Sitia á Badajoz.-Briosa conducta del gobernador Menacho.-Operaciones de Mendizabal. -Ahuyéntale Soult.-Pérdida grande de los nuestros.-Honrosa y desgraciada muerte de Menacho.-Flojedad de su sucesor.-Rendicion de la plaza.-Sensacion que este suceso hace en las Córtes.-Ocupan los franceses á Alburquerque, Valencia y Campomayor.-Acontecimientos en Andalucía.-Expedicion del general Peña.-Movimientos del mariscal Victor.-Accion del cerro del Puerco.-Operaciones navales.-Debates en las Córtes sobre el resultado de la espedicion y el comportamiento de los gefes ingleses y españoles. Bombas arrojadas sobre Cádiz.-Expedicion de Zayas al condado de Niebla y su resultado.-Célebre retirada del ejército francés de Portugal.-Habilidad que muestra y reputacion que gana en ella Massena.-Conducta de Wellington.—Acciones que sostienen los franceses.-El mariscal Ney.-Trabajos y penalidades que pasan.-Huella de sangre y desolacion que van

y

dejando en el pais.-Disidencias entre los generales: márchanse algunos: disgusto de Massena.-Franquea el ejército francés la frontera de Castilla.-Auxiliale Bessières.-Se repone.-Viene á Extremadura el general inglés Beresford.-Apodérase de Campomayor que abandonan los franceses.-Cruza el Guadiana.-Castaños general en gefe del 5.o ejército español.-Latour-Maubourg toma el mando del 5.° cuerpo francés.-Toma Beresford á Olivenza.-Pretende el embajador inglés que se dé á Wellington el mando de varias provincias españolas.-Niégalo la Regencia.-Firmeza y patriotismo de Blake.-Aprueba el consejo su conducta.-Vuelve el ejército francés á entrar en campaña.-Accion de Fuentes de Oñoro entre ingleses y franceses.-Regresan éstos á tierra de Salamanca.-Sale la guarnicion francesa de Almeida volando los muros. Retírase Massena á Francia.-Reemplazale Marmont.-Espedicion de Blake con ejército á Extremadura.-Reúnese á Castaños y á Beresford.-Acude tambien Soult desde Sevilla con ejército en socorro de Badajoz.-Sitúase el ejército anglo-lusitano-español en la Albuera.-Van á buscarle los franceses.-Famosa batalla de la Albuera.-Glorioso triunfo de los aliados.-Premios que decretan las Córtes.-Elogio de Blake y los españoles en el parlamento británico.-Renuévase el sitio de Badajoz.-Reunion de ejércitos ingleses y franceses en Extremadura.-Levántase el sitio.-Retírase Wellington á Portugal.-Vuelve Blake á Cádiz.— Regresa Soult á Sevilla.

Volvamos otra vez la vista hácia los movimientos las operaciones militares, de que no es fácil apartarla mucho tiempo en guerra tan viva y de la cual estaba pendiente la suerte del reino.

Importaba más que todo á Napoleon, siempre y con preferencia atento á arrojar los ingleses de la península española, proteger y auxiliar cuanto pudiese al mariscal Massena, á quien dejamos á fines de 1810 en Portugal frente al ejército anglo-portugués de Welling

ton, á sus formidables posiciones de Torres-Vedras y á la nueva cadena de fuertes con que habia acabado de ceñirlas y hacerlas inexpugnables. No creyendo Napoleon bastantes á sacar á Massena de la comprometida situacion en que se hallaba los refuerzos que le llevaron los generales Drouet, Claparède y Gardanne, ni los tres mil hombres con que le acudió el general Foy, el mismo que á costa de mil peligros habia ido de Portugal á París á informarle del verdadero estado de aquel ejército espedicionario en que tenia puesta toda su confianza, mandó al mariscal Soult que á toda costa se pusiera en comunicacion con Massena y le diera la mano, siquiera tuviese que abandonar la Andalucía; porque para el emperador todo era secundario, todo de poca monta ante la idea de destruir el ejército inglés, objeto predilecto que no se apartaba nunca de su

mente.

Wellington esperaba tambien refuerzos de Inglaterra. De alli habia venido el mariscal Beresford á reemplazar al general Hill, que tuvo que retirarse por enfermedad. El plan de Wellington era enviar á Extremadura estas tropas, juntamente con las divisiones españolas que se le habian unido, con objeto de que interponiéndose entre Soult y Massena les impidiesen la comunicacion. Mandábanlas don Martin de la Carrera, don Carlos O'Donnell y don Cárlos de España, y todas se pusieron en movimiento; pero el marqués de la Romana que las gobernaba cómo general en gefe, cuando

se disponía á partir, falleció repentinamente de una aneurisma en el cuartel general de Cartaxo (23 de enero, 1811), teniendo con tal motivo que guiarlas como gefe en la espedicion el general don José Virués. Cualesquiera que fuesen las prendas y condiciones que faltasen al marqués de la Romana para constituir un buen general, como hemos observado en varias ocasiones, adornábanle otras que le hacian recomendable, y al través de algunos desaciertos y errores habia prestado servicios de mucha estíma á su patria, y las Córtes asi lo reconocieron, acordando que se pusiese una inscripcion honrosa en su sepulcro.

Pero el duque de Dalmacia (Soult), que tardó algo en recibir las órdenes de Napoleon, por que las primeras fueron interceptadas por las guerrillas españolas, tampoco se apresuró á ejecutarlas despues de recibidas, Sentía por una parte dejar las provincias andaluzas, donde ejercia una autoridad ilimitada y las miraba como una especie de patrimonio suyo, y por otra no le era muy agradable ir á ayudar á Massena á la conquista de Portugal, de cuya empresa, caso de salir bien, éste y no él seria quien recogería el fruto y la gloria. Asi fué que se movió perezosamente: dió no obstante sus disposiciones, señaló los generales y las fuerzas que habian de quedar en Sevilla y en Córdoba, y reuniéndose al mariscal duque de Treviso (Mortier) que mandaba el 5.o cuerpo, partió á principios de enero camino de Extremadura con unos veinte y tres mil hombres

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