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el mando de un cuerpo de tropas en la parte de Cataluña que se aproxima á las fronteras de Francia; que se previniese á aquel capitan general lo conveniente por si se verificaba; que se comisionase para ir á hacer presente á dicho príncipe la resolucion del gobierno al mismo Carnerero, y que se guardase el mayor sigilo interin se realizase la aceptacion y aun la venida del duque, por el gran riesgo de que la trasluciesen los franceses.

>>Ya todo iba á ponerse en práctica cuando la desgraciada accion de Ocaña y sus fatales resultados suspendieron la resolucion de este asunto, y sus documentos originales, envueltos en la confusion y trastorno de Sevilla, no se han podido encontrar. Por fortuna se salvaron algunas copias; y por ellas se pudo dar cuenta de un negocio nunca mas interesante que en el dia..

>>El Consejo pues de Regencia, enterado de estos antecedentes, y persuadido por las noticias recientemente llegadas de Francia de todas las fronteras, y por la consideracion de nuestro estado actual, de lo oportuna que sería la venida del duque de Orleans á España, determinó: que se lleve á debido efecto lo resuelto y no ejecutado por la comision ejecutiva de la Central en 30 de noviembre de 1809; que en consecuencia, condescendiendo con los deseos y solicitudes del duque, se le ofrezca el mando de un ejército en las fronteras de Cataluña y Francia; que vaya para hacérselo presente el mismo don Mariano Carnerero encargado hasta ahora de esta comision, haciendo su viaje con el mayor disimulo para que no se trascienda su objeto; que para el caso de aceptar el duque esta oferta, hasta cuyo caso no deberá revelarse en Sicilia el asunto á nadie, lleve el comisionado cartas para nuestro ministro en Palermo, para el rey de Nápoles y para la duquesa de Orleans madre; que se comunique desde luego todo á don Enrique O'Donnell general del ejército de Cataluña y al coronel don Luis Pons, encargándoles la reserva hasta la llegada del duque. Ultimamente, para que de ningun modo pueda rastrearse el objeto de la comision de Carnerero, se dispuso que se embarcase en Cádiz para Cartagena, donde se previene esté pronta una fragata de guerra que le conduzca á Palermo, y traiga al duque á Cataluña.»

Dia 20 de junio. «A las siete de la mañana llegó á Cádiz don Mariano Carnerero comisionado á Palermo para

acompañar al duque de Orleans en caso de venir, como lo habia solicitado repetidas veces y con el mayor ahinco, á servir en la justa causa que defendia la España. Dijo que la fragata Venganza en que venia el duque iba a entrar en el puerto; que habian salido de Palermo en 22 de mayo y llegado á Tarragona, que era el puerto de su destino; que puntualmente hallaron la Cataluña en un lastimoso estado de convulsion y desaliento con la derrota del ejército delante de Lérida, la pérdida de esta plaza y el inesperado retiro que habia hecho del ejército el general O'Donnell; que sin embargo que en Tarragona fué recibido el duque con las mayores muestras de aceptacion y de júbilo por el ejército y el pueblo, que su llegada reanimó las esperanzas de aquellas gentes, y que aun clamaban porque tomase el mando de las tropas, él juzgó no debia aceptar un mando que el gobierno de España no le daba, y que aun su permanencia en aquella provincia, en una circunstancia tan crítica, podría atraer sobre ella todos los esfuerzos del enemigo. En vista de todo se determinó á venir con la fragata á Cádiz á ponerse á las órdenes del gobierno. En efecto el duque desembarcó, estuvo á ver á los miembros de la Regencia y á la noche se volvió á bordo. >>

Dia 28 de julio. «El duque de Orleans se presentó inesperadamente al Consejo de Regencia, y leyó una Memoria en que, tomando por fundamento que habia sido convidado y llamado para venir á España á tomar el mando de un ejército en Cataluña, se quejaba de que, habiendo pasado mas de un mes despues de su llegada, no se le hubiese cumplido una promesa tan solemne; que no se le hubiese hablado sobre ningun punto militar, ni aun contestado á sus observaciones sobre la situacion de nuestros ejércitos, y que se le mantuviese en una ociosidad indecorosa. Se quiso conferenciar sobre los varios particulares que incluia el papel y satisfacer á las quejas del duque; pero pidió se le respondiese por escrito, y la Regencia resolvió se ejecutase asi reduciendo la respuesta á tres puntos: 1.° Que el duque no fué propiamente convidado sino admitido, pues habiendo hecho varias insinuaciones, y aun solicitudes por sí, y por su comisionado don Nicolás de Broval, para que se le permitiese venir á los ejércitos españoles á defender los derechos de la augusta causa de Borbon; y habiendo manifestado el beneplácito de Luis XVIII. y del rey de In

glaterra, se habia condescendido á sus deseos con la generosidad que correspondia á su alto carácter, explicando la condescendencia en términos tan urbanos que más parecia un convite que una admision. 2.° Que se ofreció dar al duque el mando de un ejército en Cataluña, cuando nuestras armas iban boyantes en aquel principado y su presencia prometia felices resultados; pero que desgraciadamente su llegada á Tarragona se verificó en un momento crítico, cuando se habia trocado la suerte de las armas, y se combinaron una multitud de obstáculos que impidieron cumplirle lo prometido, y que tal vez se hubieran allanado si el duque, no dándose tanta priesa á venir á Cádiz, hubiese permanecido allí algun tiempo más. 3.° Que el gobierno se ha ocupado y ocupa seriamente en proporcionarle el mando ofrecido, ú otro equivalente; pero que las circunstancias no han cuadrado hasta ahora con sus medidas.>>

Dia 2 de agosto. «A primera hora se trató acerca del duque de Orleans, á quien por una parte se desea dar el mando del ejército, y por otra parte se halla la dificultad de que la Inglaterra hace oposicion á ello. En efecto, el embajador Wellesley ha insinuado ya, aunque privadamente, que en el instante qne á dicho duque se confiera cualquiera mando ó intervencion en nuestros asuntos militares ó políticos, tiene órden de su córte para reclamarlo....>

Dia 30 de setiembre. «El duque de Orleans vino á la isla de Leon y quiso entrar á hablar á las Córtes; pero se excusaron de admitirle, y sin avisar ni darse por entendido con la Regencia, se volvió en seguida á Cádiz, Casi al mismo tiempo se pasó órden al gobernador de aquella plaza para que con buen modo apresurase la ida del duque. Se recibió respuesta de éste al oficio que se le pasó en nombre de las Córtes, y decia en sustancia en términos muy políticos que se marcharia el miércoles 3 del próximo

mes.»>

Dia 5 de octubre. «A la noche se recibió parte de haberse hecho á la vela para Sicilia la fragata Esmeralda que llevaba al duque de Orleans, y se comunicó inmediatamente á las Córtes.»

INDICE DEL TOMO XXIV.

LIBRO X.

GUERRA DE LA INDEPENDENCIA DE ESPAÑA.

CAPITULO III.

LA JUNTA CENTRAL.

NAPOLEON EN ESPAÑA.

1808.

(De agosto á noviembre.)

Conducta del Consejo despues de la salida de José Bonaparte. Se arroga el poder supremo.-Disgusto con que lo reciben las juntas.-Reconócese Ja necesidad de crear una autoridad soberana.Opiniones y sistemas sobre su forma y condiciones.-Prevalece el de la instalacion de una Junta Central.-Cuestiones con el Consejo.-Pretension desairada del general Cuesta.-Venga su enojo en los diputados de Leon.-Instálase en Aranjuez la Junta Suprema Central gubernativa del Reino.Personages notables que habia en ella.-Floridablanca.-Jovelianos.-Partidos que se forman.Es aplazada la idea de la reunion de Córtes.-Organizacion de la junta.-Quintana secretario.Primeras providencias de aquella.-Se dá tratamiento de Magestad.-Príncipes estrangeros que

PÁGINAS.

solicitan tomar parte en la guerra de España, y con qué fines.-Heróicos y patrióticos esfuerzos de la division española del Norte para volver á su patria.-Lobo, Fábregues, el marqués de la Romana.-Tierno y sublime juramento de los españoles en Langeland.-Embárcanse para España y arriban á Santander.-Entrada en Madrid de los generales Llamas, Castaños, Cuesta, y la Peña.Acuérdase el plan de operaciones.-Tiénese por inconveniente.-Marcha de Blake con el ejército de Galicia desde Astorga á Vizcaya.—Entra en Bilbao.-Pierde aquella villa, y la recobra.-Distribucion de los ejércitos españoles.-Unese á Blake la division recien llegada de Dinamarca.-Sitúase en Zornoza.-Posiciones de los ejércitos del centro, derecha y reserva.-Tiempo que se malogra.-Tropas francesas enviadas diariamente por Napoleon à España.-Movimientos de españoles.Malograda accion de Lerin.-Apoderase de Logroño el mariscal Ney.-Determina Napoleon venir á España.-Su mensage al Cuerpo legislativo.-Llega á Bayona.-Distribucion de su ejército en ocho cuerpos.-Accion de Zornoza entre Blake y Lefèbyre.-Su resultado.-Retírase Blake á Balmaseda. El mariscal Victor refuerza á Lefebvre.Triunfo de los españoles en Balmaseda. -Faltan las subsistencias, y se retira Blake á Espinosa de los Monteros. Entra Napoleon en España.-Llega á Vitoria. Toma el mando de los ejércitos, y resuelve emprender las operaciones.

CAPITULO IV.

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PÁGINAS.

Desde 5 á 40

DERROTA DE EJERCITOS ESPAÑOLES.

NAPOLÉON EN CHAMARTIN.

TRASLACION DE LA CENTRAL Á SEVILLA.

1808.

(De noviembre á fin de diciembre.)

Batalla de Espinosa de los Monteros desgraciada para los españoles.-Penosa retirada de Blake á Leon. Toma el mando del ejército de la izquier

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