Obras completas de don Miguel Antonio Caro, Volumen2

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Imprenta nacional, 1920
 

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Página 159 - Eran en aquella santa edad todas las cosas comunes: a nadie le era necesario para alcanzar su ordinario sustento tomar otro trabajo que alzar la mano y alcanzarle de las robustas encinas, que liberalmente les estaban convidando con su dulce y sazonado fruto.
Página 159 - ... -¡Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados; y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío.
Página 316 - ¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras? ¿Qué interés se te sigue, Jesús mío, Que a mi puerta, cubierto de rocío, Pasas las noches del invierno escuras?
Página 180 - Tu prima m'inviasti Verso Parnaso a ber nelle sue grotte, E prima appresso Dio m'alluminasti. Facesti come quei che va di notte, Che porta il lume dietro, ea sé non giova, Ma dopo sé fa le persone dotte, • Quando dicesti : Secol si riunuova , Torna giustizia e primo tempo umano, E progenie scende dal Ciel nuova. Per te poeta fui, per te Cristiano; Ma perché veggi me' ciò eh' io disegno , A colorar distenderò la mano.
Página 310 - Cuelga sangriento de la cama al suelo El hombro diestro del feroz tirano, Que, opuesto al muro de Betulia, en vano Despidió contra sí rayos al cielo. Revuelto con el ansia el rojo velo Del pabellón á la siniestra mano, Descubre el espectáculo inhumano Del tronco horrible convertido en hielo.
Página 165 - Hechas, pues, estas prevenciones, no quiso aguardar más tiempo a poner en efecto su pensamiento, apretándole a ello la falta que él pensaba que hacía en el mundo su tardanza, según eran los agravios que pensaba deshacer, tuertos que enderezar, sinrazones que enmendar, y abusos que mejorar, y deudas que satisfacer.
Página 269 - De lo que yo compuse juzgará cada uno a su voluntad ; de lo que es traducido, el que quisiere ser juez pruebe primero qué cosa es traducir poesías elegantes de una lengua extraña a la suya...
Página 132 - Y el que observe con ojos filosóficos la historia de nuestra lucha con la metrópoli, reconocerá sin dificultad que lo que nos ha hecho prevalecer en ella es cabalmente el elemento ibérico.
Página 159 - ... quiere y ha querido siempre que se cubra, y no eran sus adornos de los que ahora se usan...
Página ix - ¡Vio el hondo abismo, las amargas olas! . . . Callando respondiste A la íntima efusión con que él te nombra Cuando en fijar tu semejanza insiste, Y hermosa pero triste, Apareció tu veneranda sombra, Con ese aspecto, y esa Melancólica nube de tu ceño Que desengaño y abandono expresa; Descendiste a la huesa, Y aun te acompaña en el eterno sueño.

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