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do crear al partir, aunque in necesaria yá despues de su regreso. Reinó en ella gran fermentacion, quiso asumir en sí el mando, y acordó enviar cuatro comisionados á reconocer la artillería, examinar el estado de la línea, é inspeccionar el servicio que hacian las tropas en los atrincheramientos. A la una de la noche se presentaron estos comisionados al general en gefe: eran frailes dos de ellos, y acompañában los doce ó quince menestrales. Blake detuvo á tres de los comisionados, dejando al cuarto en libertad para que fuese á anunciar á la junta lo distante que se hallaba de consentir en sus imprudentes pretensiones, y envió los acompañantes al general Zayas, encargándole los pusiese en los parapetos y los hiciese alternar en el servicio con los soldados para que vieran practicamente cómo éste se hacia y desfogáran asi los ímpetus de su patriotismo.

Todavía, despues de disuelta la junta y sosegados los primeros síntomas tumultuarios, se propuso en la mañana del 30 otro pensamiento, que aunque estraño é irrealizable, se comprende en un pueblo exaltado, y que tenia una razon especial para temblar á la idea de una invasion francesa y al peligro de ser sacrificado en venganza de los asesinatos horribles ejecutados en 1808 en los de aquella nacion. El pensamiento que se propuso fué el de salir todo el pueblo en masa unido á la guarnicion á atacar al enemigo en sus campamentos. No le fué difícil á Blake desvane

cer tan extravagante proyecto; pero al mismo tiempo esta disposicion de los ánimos le hacia imposible pensar en abandonar la ciudad ni en intentar nueva salida con la tropa. Naturalmente aquellas disidencias influian desfavorablemente en el espíritu del soldado, y más siendo valencianos muchos de ellos, y por lo mismo participando más del trato y de las inquietudes del paisanage.

Lo peor fué que de aquellos disturbios se aprovechó Suchet para estrechar el cerco y preparar el ataque, y en la mañana del 2 de enero (1812) aparecieron tres paralelas, contra la semiestrella del Monte Olivet, contra el hornabeque del arrabal de San Vicente, y contra el frente de Cuarte. Este último era un ataque simulado; los otros dos los verdaderos. El 3 sentaron y comenzaron á jugar sus baterías: con fuego de fusilería y de metralla contestaban los nuestros: entre otras pérdidas tuvieron los franceses la del distinguido coronel de ingenieros Henri, guerrero de gran prestigio por su talento y actividad, que habia sido gefe de ataque en siete sitios consecutivos: lloráronle, y con razon, los suyos. Pero no considerándose bastante nuestra gente para defender una línea de mas de 22.000 pies de estension desde Santa Catalina á Monte Olivet, determinó Blake, de acuerdo con los gefes, retirarse la noche del 4 al recinto de la ciudad, clavando ántes la artillería de hierro y llevándose la de bronce, operacion que se ejecutó con tál destreza

que los enemigos no se apercibieron de ella hasta la mañana del 5. Apoderáronse entonces de los puestos abandonados, y comenzó el bombardeo contra la ciudad de tal manera que en veinte y cuatro horas cayeron dentro de su recinto mil bombas y granadas, causando estrago grande en los edificios, é infundiendo espanto y terror en los moradores, siendo mayor la confusion por la mucha gente que de la Huerta se habia allí recogido y apiñado. Continuando los dias siguientes el bombardeo, que entre otras preciosidades destruyó las ricas bibliotecas arzobispal y de la universidad: reducida la defensa al antiguo muro; sin casi cortaduras en las calles, que no era Blake aficionado á las luchas de este género, y consternados los habitantes con las escenas de dolor que presenciaban y con el temor de un próximo y horrible saqueo, comisiones de vecinos se presentaron á Blake exhortándole á que tratase de capitular; pero en cambio un grupo tumultuario, conducido por un fraile franciscano, penetró en su habitacion pidiendo que llevára la defensa hasta el último estremo. Blake hizo prender á este religioso, y tomó bajo su responsabilidad la suerte del pueblo valen

ciano.

Sin embargo de haber rechazado con firmeza la primera propuesta de rendicion que el dia 6 le hizo Suchet, convencido de la facilidad con que los enemigos podian aportillar el muro, de no ser posible ni

una resistencia militar ni una resistencia popular de calles y casas, por no consentir la primera el escaso número de tropas y la naturaleza de las fortificaciones, y no estar preparada la ciudad para la segunda, despachó el 8 al campo enemigo oficiales que prometiesen de su parte capitular bajo la condicion de evacuar la ciudad con todo su ejército, armas y bagages, y de que se le permitiera pasar á Alicante y Cartagena. Desechó la propuesta Suchet, y en su lugar le envió la proposicion de una capitulacion pura y sencilla. Entonces reunió Blake una junta de generales y gefes, en número de doce: tratóse en ella detenidamente el punto de admitir la capitulacion ó prolongar la resistencia: cada vocal emitió libremente su dictámen, esponiendo sus razones en pró ó en contra; dividiéronse por mitad los pareceres "); decisivo era el voto del presidente, y de él pendia la resolucion de cuestion tan delicada. Pesados en su ánimo los males de una y otra solucion, prevaleció en él el deseo de salvar una ciudad populosa de los horrores de una plaza entrada por asalto, y prefiriendo á la responsabilidad de esta catástrofe el sacrificio de su amor propio y de su reputacion militar, optó por la capitulacion. Elegido el general Zayas para pasar con esta respuesta al campo enemigo, regresó en la

(1) En las Noticias históricas manuscritas de Roman se refiere minuciosamente todo lo que pasó en aquel consejo de

guerra, lo que opinó cada uno, y las razones con que cada cuál lo apoyaba,

mañana del 9 (enero, 1812) con la capitulacion fir

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Blake, luego que la suscribió, dió cuenta de lo sucedido á la Regencia en términos precisos y mesurados. El parte comenzaba diciendo: «Aunque la pérdi>>da de Valencia ha sido prevista y anunciada hace

(7) Capitulacion de Valencia.

Art. 1. La ciudad de Valencia será entregada al ejército imperial. La religion será respetada, los habitantes y sus propiedades protegidos.

Art. 2. No se hará pesquisa alguna en cuanto a lo pasado contra aquellos que hayan tomado una parte activa en la guerra ó revolucion. Se concederá el término de tres meses al que quiera salir de la ciudad, con la autorizacion del comandante militar, para que pueda trasladarse á cualquier otro punto con su familia y bienes.

Art. 3. El ejército saldrá con los honores de la guerra por la puerta de Serranos, y depondrá las armas á la parte opuesta del puente sobre la orilla izquierda del Guadalaviar. Los oficiales conservarán sus espadas, como asimismo sus caballos y equipages, y los soldados sus mochilas.

Art. 5. Hoy 9 de enero, luego que la capitulacion esté firmada, algunas compañías de granaderos del ejército imperial mandadas por coroneles ocuparán las puertas del Mar y de la Ciudadela.-Mañana á las ocho de ella saldrá la guarnicion de la plaza por la puerta de Serranos, al paso que 2.000 hombres lo verificarán por la de San Vicente para dirigirse á Alcira.

Art. 4. Habiendo ofrecido el Excelentísimo señor general en gefe Blake devolver los prisioneros franceses ó aliados de éstos que se hallen en Mallorca, Alicante ó Cartagena, hasta que el cange pueda concluirse, hombre por hombre y grado por grado, se hará estensiva esta disposicion á los comisarios y otros empleados militares prisioneros por ambas partes.....

Art. 6.0 Los oficiales retirados que actualmente se hallan en Valencia quedan autorizados á permanecer en la ciudad si gustan, y se procederá a los medios de asegurar su subsistencia.

Art. 7. Los comandantes de artillería y de ingenieros, y el comisario general del ejército, entregarán á los generales y comisarios, cada uno en la parte que le concierne, el inventario de todo lo que depende de su ramo respectivo.

Valencia 9 de enero de 1812. -El general de division José de Zayas, encargado por el Excelentísimo señor general Blake.El general gefe de estado mayor del ejército imperial de Aragon, Saint-Cyr-Nugues, encargado por el señor mariscal conde de Suchet.-Convengo en la anterior capitulacion.-Joaquin Blake.Apruebe la presente capitulacion.-El mariscal del Imperio conde de Suchet.

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