Imágenes de páginas
PDF
EPUB

A de C. taba sus fuerzas en sí mismas mui pequeñas con su 1356 violenta conducta. Codicioso en extremo, cruel, i

El

de costumbres corrompidas, afligió con suma dureza á los vecinos, que cerrados por todas partes no podian encontrar socorro en su afliccion, ni apoyo para destronarlo. Tenialos sujetos el tirano infundiendoles terror; mas por este medio se logra solo hacerse aborrecible, como lo experimentó. Isa Ebn Alhas. san. Acabóse la paciencia del pueblo, se amotinó, buscó al enemigo comun, que abandonado de los suyos tuvo necesidad de acogerse al castillo para que no le hiciesen pedazos. Alli mismo fue preso con un hijo que tenia, i conducidos á Ceuta pagaron ambos por mandado del rei Abu Anan sus delitos con torpe i cruelisimo suplicio.

A Abu Anan succedió su hijo Abu Baker; i en tiempo de éste levantaron por rei los de Tremecen á Mansor Ben Soliman. En la misma ocasion se apoderó Abraham hijo de Abul Hacen, con auxilio del rei de Castilla Don Pedro, de la Gome ra, Ceuta, Tanger i Arzilla. Abu Salen (1) quitó la vida á Mansor en el año 761, en el siguiente fue muerto i le succedió Abu Omar Tascphin su hermano por mui poco tiempo, i á éste en 763 Abu Zayan. Es 1362 creible que en tiempos tan revueltos, i en que se mu daban con tanta frecuencia los reyes Africanos, se mantuviese Gibraltar en una especie de incertidumbre ó de anarquía; pues aquellos reyes, ó de corta duracion ó usurpadores, no tenian tiempo para extender su autoridad á esta corta porcion del dominio Africano, hallandose ocupados en la adquisicion ó defensa de mayor imperio.

LVII.

conde

en la bahía

de Buelna Muerto el rei D. Pedro de Castilla en 1369 enobsequia- tró á gozar el fruto de sus premeditados designios el conde de Trastamara Enrique II. Mahomad Abil

do.

(1) Ebm Alcatib ap. Cass. t. 2. p. 244.

Gua

1370

1390

Gualid rei de Granada, agradecido al primero, reu- A. de C. só las treguas que Don Enrique le ofrecia; i en- 1369 trando con poderoso exercito en los dominios cristianos tomó i arruinó la ciudad de Algeciras (1), que con tantos trabajos i constancia vimos conquistada por D. Alonso el XI. Las treguas que se firmaron al siguiente año entre Castilla i Granada duraron mucho tiempo sin interrupcion: entre otras ocasiones se confirmaron el año 1390, duodecimo de Don Juan el primero hijo i succesor de Enrique II, i perseveraron hasta el de 1405. Tres años antes, i el de 1403 aportó á la bahía de Gibraltar D. Pero 1403 Niño, conde de Buelna, que por orden del severo rei de Castilla D. Enrique el Enfermo habia equipado una poderosa escuadra de galeras en Sevilla para limpiar el mediterraneo de corsarios Castellanos, que apresando quantas embarcaciones encontraban ó podian, estrangeras i Castellanas, daban motivo á grandes quexas. Entró el conde en la bahía de Gibraltar, i saliendo los moros de la plaza á pie i á caballo ver las fuertes i bien equipadas galeras, uno principal entre ellos se embarcó en una zabra, i llegando á ellas rogó á D. Pero acercase mas las embarcaciones á Gibraltar para darle el adiafa, que son regalos ó propiamente combite. Condescendió á sus ruegos el conde, i le presentaron larga provision de carneros, bacas i gallinas, pan, diferentes manjares, i entre estos ataiferes ó fuentes llenas ό de alcuzcuz, mantenimiento de pasta i de mucho uso entre los moros. Procuraron ademas complacerle con bailes á la usanza morisca, i con musica de añafiles, de zabebas que expresan los afectos de mozos enamorados, i de otros instrumentos. Siguió el conde su rumbo, i la benevolencia de los moros se disipó mui presto, porque habiendose apo

(1) Cronica de Enrique II año 4. cap. 15.

de

A. de C. 1405

derado los de Granada en plena paz de la villa de Ayamonte, reusando entregarla i pagar á Enrique III las parias que debian segun costumbre, se determinó hacerles la guerra, que se extendió á Gibraltar aunque dependiente de los reyes Africanos (1). El de Granada temeroso del resentimiento i disBatalla na posiciones de Castilla, buscó apoyo en la confeval. Cabal deracion de Fez i Tremecen, de donde llegaron á la gada de bahía de Gibraltar veinte i tres galeras auxiliares. El

LVIII.

cristianos.

1406

infante Don Fernando, que gobernaba el reino en la menor edad de Don Juan el II succesor de Enrique III muerto en 26 de diciembre de 1406, no habia podido juntar mas que trece galeras para defender el paso del Estrecho, é impedir que los Gra nadinos recibiesen los socorros que esperaban del Africa. Chocó no obstante la armada cristiana con la enemiga, que habia salido á encontrarla, i á pesar del numero inferior logró una completa victoria, tomó ocho galeras á los infieles, echó algunas á fondo, i huyeron las restantes (2). Mas esta derrota no quebrantó bastante los animos del rei Mahomad de Granada, ni sosegó las inquietudes de las fronteras de Andalucia, á donde baxaron con mil i quinientas lanzas los maestres de las ordenes con Don Pero Ponce, Pero Lopez de Ayala i otros para contener la osadia i fuerzas de los mahometanos. Garci Fernandez Manrique Frontero de Xerez, sabidor de que los moros se disponian á hacer una cabalgada en tierra de Medina, juntó ochocientos hombres de armas i ginetes, i no satisfecho con esperarlos, entró en el pais enemigo, i corrió los terminos de las dos Esteponas, de Gibraltar i de Ca1408 sares, en que dió muerte á setenta moros, cautivó algunos, i se retiró con gran presa de bacas, ove

(1) Cronica de D. Pero Niño, part. 2. cap. 1.
(2) Cron. de D. Juan II. año 1407. cap. 28.1

jas,

jas, yeguas i jumentos (1). Uno de los cautivos declaró que el rei de Granada baxaba á Gibraltar á verse con el rei de Fez Mulei Abu Said; mas no tuvo efecto el aplazamiento de los dos reyes, ni duró mucho la guerra, porque asentadas.treguas por ocho meses murió el rei de Granada, i le succedió su hermano Jusef que procuró continuarlas.

A. de C.

1408

LIX.

ma á los de

Fez.

A los dos años determinó el infante hacer la guerra con mayor empeño, principiandola por la Gibraltar conquista de alguna plaza importante. Juntó con- de los resejo, i unos querian se fuese sobre Baza, i otros yes de Gra que pues habia tropas i esquadra suficiente, se de- nada. Llabia cercar á Gibraltar, que siempre se miraba con gran recelo por la proporcion que daba à los desembarcos de Africa, unico apoyo que sostenia al imperio de los moros en España. Se resolvió i executó con gran constancia del infante i de las tropas la conquista de Antequera; i al retirarse à Sevilla mandó al conde de Niebla que se fuese á Xerez, i entrase á correr los terminos de Gibraltar, porque los moros confiados mas de la fortaleza de esta plaza que de las demas, habian conducido á su termino todos sus ganados.

[ocr errors]

Por este tiempo se hallaba Gibraltar en poder de los reyes de Granada, sin que sepamos con particularidad los motivos de haber pasado á su dominio. Los vecinos no tuvieron por qué complacerse con el nuevo señorio, i privados de la libertad casi absoluta que gozaban antes, clamaron por sus antiguos reyes. El alcaide i moros principales tomaron abiertamente la voz por los Benimerines, se amotinó todo el pueblo, echaron á los parciales de Granada con insulto é improperios, i combidaron á Abu Said rei de Fez i Marruecos con una posesion tan apreciable. Como éste buscase pretextos á la sazon para aleY

(1) Cron. cit.

хаг

1410

A. de C.

1411

LX.

Sexto sitio de Gibraltar.

1411

xar de la corte á su hermano llamado tambien AbuSaid, principe de tan sobresalientes qualidades, i tan bien quisto del pueblo que le causaba celos; abrazó con gusto la propuesta de los vecinos de Gibraltar, i embió á su hermano con mil caballos i dos mil peones, para que tomada esta plaza procurase desde ella atraer al dominio antiguo los pueblos que fueron de los Benimerines, i tenian usurpados los reyes de Granada (1).

El infante Abu-Said fue recibido en Gibraltar con las demostraciones mas solemnes de júbilo i sinceridad, i le prestaron obediencia Marbella i otros pueblos de la serrania de Ronda; mas el diligente Jusefrei de Granada, que se hallaba en guerra con los Castellanos, asentó treguas con los tutores de D. Juan el II i marchó con diligencia á cercar á Gibraltar, que estrechó sin perdonar fatiga. Said, confiado en la ventaja natural del pueblo, hacia frecuentes salidas con los suyos, i tanto por su resistencia, pericia i osadia, como por la falta de viveres que molestaba á los sitiadores, deliberó el rei Jusef abandonar el sitio. El principe Said carecia tambien de ellos; i conociendo que por sí solo no podia adquirirlos ni defenderse, avisó i pidió socorros á su hermano, que le embió pocos navios mal equipados con algunas viandas i municiones (2). Tuvo la desgracia de que cayese el socorro en manos de los Granadinos, i aun se creyó con fundamento que éstos habian tenido aviso del mismo rei Abu-Said para que pudiesen apresarlos, i se perdiese por este medio su hermano de quien deseaba deshacerse. Gibraltar se entregó en fin á Jusef en 1411, i prisionero el principe gobernador fue conducido á Granada, donde vivió algun tiempo encerrado en una

[ocr errors]

tor

(1) Marm. histor. de Afric. 1. 2. cap. 38. Cron. de D. Juan II. (2) Marmol, lib. 2. cap. 38.

« AnteriorContinuar »