por medio del expresado amigo, i movido por el amor que conserva á Gibraltar patria de sus padres i ascendientes, me ha remitido D. Gregorio Guerra, vicario i cura mas antiguo de san Roque; las noticias que he sacado de un tomo en folio manuscrito que escribió en Gibraltar despues de la ultima pérdida el parroco de su iglesia Don Juan Romero de Figueroa, son los documentos principales de que me he valido, i sirven de apoyo en las mas graves narraciones. Aun mayor aprecio merecen los privilegios reales, cedulas é instrumentos que se ha servido mandar franquearme de su abundante i exquisito archivo el Excmo. señor duque de Alva, heredero de la casa de Medina-sidonia á cuyos estados perteneció la plaza en algun tiempo; asi como los que he disfrutado del archivo del Excmo. señor marqués de Santa-cruz. No es este el tiempo de quexarme agriamente de algunos dependientes de otros señores, que como carecen de instruccion no han querido molestarse en proporcionarme otros documentos que son irrefragables testimonios de las hazañas i privilegios de las casas á que sirven. Las cedulas mas selectas que he encon trado me pareció publicarlas en un apendix, al que he añadido otros muchos instrumentos autenticos, que aunque impresos debian tener lugar en la historia de Gibraltar á donde pertenecen, i contienen los fundamentos que alegan Ingleses i Españoles para retener ó recobrar la plaza.

Con pruebas tan escogidas, con los informes que he tomado de los naturales del pais, i

con

con la inspeccion del monte i acampamento, se podia esperar una historia mas perfecta; mas el tiempo de trabajarla ha sido mucho menos que el de buscar los materiales, i sería necesaria mucha dilacion para colocar las noticias con el cuidado, acierto, reflexiones, estilo, i magnificencia que la historia pide. Las circunstancias actuales, las tropas i armamentos que amenazan á la plaza, i las disposiciones con que se preparan los sitiados á recibir sus enemigos, llaman al presente, mas que en ningun otro tiempo, la atencion de los curiosos i la expectacion de toda Europa.

Los lectores sensatos hallarán tal vez compensados los defectos con los muchos sucesos, i algunos desconocidos, que se reunen en esta historia, en la que ha parecido indispensable dar una descripcion completa del monte, de la ciudad, i aun del estrecho, é insertar curiosas averiguaciones sobre sus corrientes, sobre la situacion de los pueblos antiguos de sus costas, i sus reducciones á los modernos. Esto contie ne el primer libro, tan apreciable sin duda á los amantes de la historia natural i antiguedades, como será facil de omitir su lectura á los que solo gustan de los hechos i miran con indiferencia los fragmentos de la poblacion i grandeza antigua, i las investigaciones de la naturaleza.

El segundo libro, que es propiamente donde comienza la historia, refiere la fundacion de Gibraltar, las incursiones i grandes movimientos de los moros Africanos, las pérdidas i conquistas

de

de la plaza, la multitud de soberanos que la poseyeron i muchas particularidades del derecho de asilo i fueros que le concedieron los reyes de Castilla, extendiendose su narracion desde la entrada de los moros hasta el año 1540.

El tercero llega desde este año hasta nuestro tiempo, i no dudo que sus principales épocas merecerán la atencion de los curiosos, asi co mo toda la obra condescendencia por los yerros en que el autor haya incurrido.