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deban cuidar de su seguridad. Y este mismo Salvo-conducto y seguros deben durar y subsistir desde el tiempo, y por todo el tiempo en que el Concilio y los suyos les reciban bajo su amparo y defensa, y hasta que sean conducidos á Trento, y por todo el tiempo que se mantengan en esta ciudad; y ademas de esto, despues de haber pasado veinte dias desde que hayan tenido suficiente audiencia, cuando ellos pretendan retirarse, ó el Concilio, habiéndoles escuchado, les intime que se retiren, se les hará conducir, con el favor de Dios, lejos de todo fraude y dolo, hasta el lugar que cada uno elija y tenga por seguro. Todo lo cual promete, y ofrece de buena fe que se observará inviolablemente por todos y cada uno de los fieles cristianos, por todos y cualesquiera príncipes, eclesiásticos y seculares, y por todas las demas personas eclsiásticas y seculares de cualquiera estado y condicion que sean, ó bajo cualquier nombre que estén calificadas. Ademas de esto, el mismo Concilio, escluyendo todo artificio y engaño, ofrece sinceramente y de buena fe, que no ha de buscar manifiesta ni ocultamente ocasion alguna, ni menos ha de usar de modo alguno, ni ha de permitir que nadie ponga en uso autoridad ninguna, poder, derecho, estatuto, privilegio de leyes ó de cánones, ni de ningun concilio, en especial del Constanciense y Senense, de cualquier modo que estén concebidas sus palabras, como sean en algun perjuicio de

deputandos Concilii socientur, qui eorum securitati provideant, vel provideat. Qui quidem salvus-conductus, et securitates stare, ac durare debent, et à tempore, et per tempus, quo in ipsius Synodi, et suorum tuitionis curam ipsos suscipi contigerit, et usque ad Tridentum perduci, ac toto tempore mansionis eorum ibidem, et rursùm post sufficientem audientiam habitam, spaConcilium, tio viginti dierum præmisso, cùm ipsi petierint, aut, à Tridenhabita hujusmodi audientia, ipsis recessum indixerit, to usque in quem quisque elegerit sibi locum tutum, Deo favente, restituet, dolo, et fraude prorsùs exclusis. Quæ quidem omnia pro universis, et singulis Christi fidelibus pro omnibus Principus, tam ecclesiasticis, quam sæcularibus quibuscumque, atque omnibus alis ecclesiasticis, et sæcularibus personis, cujuscumque status, et conditionis existant, aut quocumque nomine censeantur, inviolabiliter observanda esse promittit, et bona fide spondet. Insuper, omni fraude, et dolo exclusis, vera, et bona fide promittit, ipsam Synodum nullam vel manifestè, vel occultè occasionem quæsituram, aut aliqua a'ictoritate, potentia, jure, vel estatuto, privilegio legum, vel canonum, aut quorumcumque conciliorum, præsertim Constantiensis, et Senensis, quacumque forma verborum expressa,

esta fe pública, y plenísima seguridad, y audiencia pública y libre que les ha concedido el mismo Concilio; pues las deroga todas en esta parte por esta vez. Y si el santo Concilio, ú alguno de él ó de los suyos, de cualquiera condicion, ó preeminencia que sea, faltáre en cualqier punto ó cláusula, á la forma y modo de la mencionada seguridad y Salvo-conducto, (lo que Dios no permita) y no se siguiere sin demora la satisfaccion correspondiente, que segun razon se ha de aprobar y dar por buena á voluntad de los mismos Protestantes; tengan á este Concilio, y lo podrán tener por incurso en todas las penas en que por derecho divino y humano, ó por costumbre, pueden incurrir los infractores de estos Salvo-conductos, sin que le valga escusa, ni oposicion alguna en esta parte.

SESION XVI.

Que es la VI. y última celebrada en tiempo del sumo
Póntífice Julio III. en 28 de abril de 1552.

Decreto de la suspension del Concilio.

EL sacrosanto, ecuménico y general Concilio de Trento,

in aliquod hujus fidei publice, et plenissimæ assecurationis, ac publicæ, et liberæ audientiæ, ipsis per ipsam Synodum concessæ, præjudicium quovis modo usuram, aut quemquam uti permissuram. Quibus in hac parte pro hac vice derogat. Quod si sancta Synodus, aut aliquis ex ea, vel suis, cujuscumque conditionis, vel status, aut præeminentiæ existens, præscriptæ assecurationis, et salvi-conductus formam, et modum, in quocumque puncto, vel clausula violaverit, quod tamen avertere dignetur Omnipotens, et sufficiens emenda non fuerit mox subsecută, et ipsorum arbitrio meritò aprobanda, et laudanda; habeant ipsam Synodum, et habere poterunt incidisse in omnes pœnas, quas jure divino, et humano, aut consuetudine hujusmodi salvorum-conductuum violatores incurrere possunt, absque omni excusatione, aut quavis in hac parte contradictione.

SESSIO XVI.

Quæ est VI. et ultima sub Jul. III. Pont Max. celebr. die xxvm. apr. M. D. LII.

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Decretum suspensionis Concilii.

œcumenica, et generalis Tridentina Synodus, in

congregado legitimamente en el Espíritu santo, y presidido de los reverendísimos señores Sebastian Arzobispo de Siponto, y Luis Obispo de Verona, Nuncios Apostólicos, tanto en su nombre, como en el del Legado el reverendísimo é ilustrísimo señor Marcelo Crescencio, Cardenal de la santa iglesia Romana, del título de san Marcelo, ausente por causa de gravísimas indisposiciones en su salud; no duda sea patente á toda la cristiandad que este ecuménico Concilio de Trento fue primeramente convocado y congregado por el sumo Pontífice Paulo III. de feliz memoria, y que despues fue restablecido á instancias del augustísimo emperador Cárlos V. por nuestro santísimo Padre Julio III. con el determinado y principal objeto de restablecer en su prímer estado la religion, lastimosamente destrozada y dividida en diversas opiniones en muchas provincias del orbe, y principalmente en Alemania; así como para reformar los abusos y corrompidísimas costumbres de los cristianos: y habiendo concurrido con este fin gran número de Padres de diversas regiones, con suma alegría, sin reparar en ningunos trabajos, ni peligros suyos, y adelantándose las cosas vigorosa y felizmente, con gran conformidad de los fieles, y con no leves esperanzas de que los Alemanes que habian causado aquellas novedades, vendrian al Concilio con ánimo y resolucion de adoptar unánimemente las verdaderas razones de la Iglesia, y que en fin parecia iban á tomar favorable aspecto las cosas, y que la república cristiana,

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Spiritu sancto legitimè congregata, præsidentibus in ea reverendissimis Dominis, Sebastiano, Archiepiscopo Sipontino, et Aloysio, Episcopo Veronensi, Apostolicis Nuntiis, tàm eorum proprio, quám reverendissimi et illustrissimi Domini Marcelli, tit. s. Marcelli, sanctæ Romanæ ecclesiæ Cardinalis Crescentii, Legati, ob adversam ejus gravissimam valetudinem absentis, nomine, non dubitat, Christianis omnibus patere, hoc Concilium ecumenicum Tridentum primò Paulo fel. record. convocatum, et collectum fuisse; deindè à sanctissimo Domino nostro Julio III. eflagitante Carolo V. Augustiss. Imperat. ea præcipuè de causa fuisse restitutum, ut religionem in multis orbis partibus, et præsertim in Germania, in diversas opiniones miserabiliter distractam, in statum pristinum revocaret; abusus, et mores Christianorum corruptissimos emendaret; cùmque ad hoc agendum quamplurimi Patres, nulla laborum suorum, periculorumque habita ratione, è diversis regionibus alacriter confluxisent; resque strenuè magno fidelium concursu, feliciterque procederet, ac spes esset non levis, illos Germanos, qui eas novitates excitârent, in Concilium venturosos; sic animatos ut veris Ecclesiæ rationibus unanimiter acquiescerent,

abatida ántes y afligida, comenzaria á levantar la cabeza y recobrarse; se han encendido repentinamente tales tumultos y guerras por los artificios del demonio, enemigo de los hombres, que el Concilio se ha visto precisado, con bastante incomodidad, á suspenderse é interrumpir su progreso, perdiendose toda esperanza de ulterior adelantamiento en este tiempo; estando tan lejos de que cure el santo Concilio los males é incomodidades de los cristianos, que contra su espectacion, mas bien irritará que aplacará los ánimos de muchos. Viendo pues el mismo santo Concilio que todos los paises, y principalmente la Alemania, arden en guerras y discordias, y que casi todos los Obispos Alemanes, en especial los Principes Electores, se han retirado del Concilio para cuidar de sus iglesias; ha decretado no oponerse á tan urgente necesidad, y diferir la continuacion á tiempo mas oportuno, para que los Padres que al presente nada pueden adelantar aquí, puedan volver á sus iglesias á cuidar de sus ovejas, para no perder mas tiempo ociosa é inutilmente en una y otra parte. En consecuencia, pues, decreta, puesto que así lo piden las circunstancias del tiempo, que se suspendan por espacio de dos años las operaciones de este ecuménico Concilio de Trento, como en efecto las suspende por el presente decreto; con la circunstancia no obstante, de que si antes de los dos años se apaciguasen las cosas, y se restableciese la antigua tranquilidad, lo que espera sucederá por beneficio de Dios óptimo máximo, quižas dentro

lux denique quædam rebus affulsisse videretur, caputque attollere inciperet profligata anteá, et afflicta respublica christiana; ii repentè tumultus, ea bella hostis generis humani versutia exarserunt, ut Concilium velut hærere, ac suum cursum interrumpere satis incommodè cogeretur, spésque omnis ulterioris progressus hoc in tempore tolleretur tantumque aberat, ut sancta Synodus Christianorum malis, et incommodis mederetur, ut multorum mentes, præter sui animi sententiam, irritaret potiùs, quam placaret. Cùm igitur ipsa sancta Synodus omnia, et præcipuè Germaniam armis ardere, et discordiis videret, omnes ferè Episcopos Germanos præsertim Principes electores, suis consultum ecclesiis è Concilio abiisse; decrevit tantæ necessitati non reluctari, et ad meliora tempora reticere; ut Patres, quod eis nunc agere non licet, suis ovibus prospectum ad suas ecclesias regredi valerent; ne diutiùs utrobique inutili otio conterantur. Atque ita, quoniam sic temporum conditio tulit, hujus œcumenici Concilii Tridentini progressum per biennium suspendendum fore decernit, prout præsenti decreto suspendit; ea tamen lege, ut, si citiùs pacata res sit, ac tranquillitas pristina revertatur, quod sperat Dei optimi maximi be

de poco tiempo; se tenga entendido que la continuacion del Concilio ha de tener desde el mismo tiempo su fuerza, firmeza y vigor. Pero si (lo que Dios no permita) prosiguiesen mas de los dos años los impedimientos legítimos que quedan espresados; téngase entendido, que luego que cesen, quedará levantada por el mismo caso la suspension, así como restituida al Concilio toda su fuerza y vigor, sin que se necesite nueva convocacion, agregándose á este decreto el consentimiento y autoridad de su Santidad, y de la santa sede Apostólica. Exorta no obstante entretanto el mismo santo Concilio á todos los Príncipes cristianos, y á todos los Prelados que observen, y hagan respectivamente observar, en cuanto á ellos toca, en sus reinos, dominios é iglesias, todas y cada una de las cosas que hasta el presente tiene establecidas y decretadas este sacrosanto y ecuménico Concilio.

BULA DE LA CELEBRACIÓN DEL CONCILIO DE TRENTO, EN TIEMPO DEL SUMO PONTÍFICE PIO IV.

PIO OBISPO, siervo de los siervos de Dios para perpetua memoria. LLAMADOS por sola la misericordia divina al gobierno de la Iglesia, aunque sin fuerzas bastantes para lan grave peso, volvimos inmediatamente la consideracion á todas las provincias de la república cristiana; y mirando con grande horror cuan estensamente habia cundido la pes

neficio non longo fors spatio futurum, ipsius Concilii progressum eodemmet tempore suam vim, firmitatem vigoremque habere censeatur. Sin autem, quod Deus avertat, peracto biennio, prædicta, legitima impedimenta non fuerint submota; quam primùm cessaverint, talis suspensio eo ipso sublata esse intelligatur, ac suus vigor, et robur Concilio sit restitutum, et esse intelligatur sine alia nova Concilii convocatione, accedente ad hoc decretum consensu, et autoritate Sanctitatis suæ, et sanctæ sedis Apostolicæ. Intereà tamen eadem sancta Synodus exhortatur omnes Principes christianos, et omnes Prælatos, ut observent, et respectivè, quatenus ad ecs spectat, observare faciant in suis regnis, dominiis, et ecclesiis omnia, et singula, quæ per hoc sacrum, œcumenicum Concilium fuerunt hactenus statuta, et decreta.

BULLA CELEBRATIONIS COCILII TRIDENTINI SUB PIO IV. PONT. MAX.

PIUS EPISCOPUS, servus servorum Dei: ad perpetuam rei memoriam. AD ECCLESIE regimen, licèt tanto oneri impares, sola Dei dignatione vocati statim circumferentes mentis oculos per omnes reipublicæ christianæ partes, cernentesque non sine magno horro

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