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el don de las lenguas; pero la distancia de los tiempos, la falta de memorias, ó las contradicciones de los escritores son causa de que ignoremos las circunstancias interesantes de sus principales viages, y de que no tengamos ningun pormenor, que satisfaga, sobre los païses donde hicieron mansion, ni de los tiempos y lugares en que acabaron sus marchas peligrosas. Lo que se dice de su llegada y de sus expediciones entre los Ingleses, Galos, Españoles, Germanos, Chinos, Indios, y Rusos, es por sí mismo demasiado romancesco, y de fecha demasiado reciente, para merecer la creencia de un hombre, que busca imparcialmente la verdad. No disimularemos que la mayor parte de estas fábulas han sido inventadas despues de Carlo-magno, con ocasion de las disputas que tubieron las iglesias christianas sobre la antigüedad de su origen: disputas tan vehementes, como las que tubieron acerca de lo mismo los Arcadios, Egipcios, y Griegos.

2. Hasta la conversion de Constantino, en que el christianismo montó sobre el trono, no ofrece la historia de la iglesia sino la descripcion de los diferentes suplicios, que se hacian sufrir á los primeros christianos, y sobre todo, á los papas intolerantes;-algunas apologias en favor de los mártires;-y varias heregias groseras. Aun no se habia tenido tiempo para poner una cierta maña en las opiniones, que se proponian para creér; porque (notémoslo de paso) las heregías siempre han seguido la suerte de la religion : á medida que esta se ha sutilizado, aquellas han sido preparadas con mas destreza.

El martirio de los apóstoles, Pedro y Pablo, se fixa en el año 66 de la era vulgar; y la instalacion de San Lino, primer Obispo de Roma, sucesor de San Pedro,* en el mes de Junio del mismo año. Estos hechos son muy difíciles de probar; pero es cierto que los christianos que fuéron á predicar el evangelio á los Romanos, (sean Pedro y Pablo, otros Apóstoles, ó sus prosélitos), hallaron la capital del Universo hecha presa de todos los horrores que cometïan, despues de mucho tiempo, una serie de monstruos que la

* Parece haber succedido al mismo tiempo San Cleto á San Pablo en Roma. Véase el pontifical del Papa Dámaso, Pearson, y sobre todo Rufino. Estaba pues la silla papal dividida en su origen?

gobernaron consecutivamente. El pueblo agoviado de todas las desgracias reunidas sobre la humanidad, no hallaba recurso sino en el Estoicismo*. Teniendo la moral de los primeros cristianos bastante analogia con aquellos principios, no es de admirar que la nueva religion hiciese progresos rápidos; (hai quien se ha atrevido á decir que los Apóstoles no predicaban sino el puro Deismo, que era entonces la religion de los paganos ilustrados).

Sin querer repetir lo que se ha dicho y escrito tan frecuentemente sobre la celebridad de los principios de la religion de Jesus, ni entrar en los pormenores de las diversas vias que siguieron los christianos para atraerse un mayor número de prosélitos, nos limitaremos á exâminar modestamente el origen del poder espiritual y temporal de los papas. Si en el Extracto que vamos á hacer pareciese herida por la espada de la verdad la memoria de algunos pontífices, declaramos que nuestras intenciones no son malignas solo hablarán los hechos, y se verá que la Cátedra de San-Pedro no ha estado siempre ocupada por Pontífices de un celo discreto, (tales como Leon X, Benedicto XIV, y Ganganelli), y que la Historia de aquellos hombres sagrados es el libro mas escandaloso.

Los papas, ó por mejor decir, los obispos de Roma que ocuparon la cátedra apostólica durante 200 años, no hicieron accion ninguna notable. Su poder estaba todavïa demasiado reducido, y la ignorancia de aquellos tiempos groseros contribuïa tambien á su obscuridad, cuando no salian de ella por sus vivas declamaciones, sus intrigas abiertas, ó sus fines trágicos.

La disputa de Cipriano, obispo de Cartago, con Esteban, que lo era de Roma*, hizo despues algun ruido, y las amenazas de que se sirvieron reciprocamente estos dos

* Stoicismo.-Doctrina del filósofo Zenon, que nació ácia el año 362 antes de Jesuchristo.-Sus preceptos eran: vivir en el mundo como si nada se tubiese en él en propiedad:-amar á sus semejantes, aunque fuesen enemigos: que los beneficios se habian de extender á todos, como los de la Naturaleza :-que se debian confesar las propias faltas :—que solo la virtud habia de ser la recompensa, y así que se debia huir de las alabanzas: -que ni los placeres, ni las desgracias, ni los agravios, debian alterar el

ánimo: &c. &c.

* La disputa fué originada de que San Cipriano llevaba la opinion de que era menester rebautizar á los que habian recibido el bautismo de mano de hereges, y así fué declarado en varios Concilios que se tubieron en Africa en 255 y 256.-Estos Concilios los reprobó la iglesia.

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Santos, y los términos que empleó Cipriano en su defensa, prueban bastante que los obispos romanos no tenïan entonces el orden preeminente que afectaron despues, aunque ya Sixto I hubiese mostrado pretensiones ambiciosas.

3.- Acia el fin del siglo 3o. se dirigieron los christianos al emperador Aureliano, para hacerle juez de una diferencia sobrevenida entre Paulo de Samosata y los obispos de un concilio de Antioquia: tratábase de una casa que habitaba Paulo, perteneciente á la Iglesia. Apesar de la sentencia del concilio, el emperador decidió que la casa fuese para aquellos á quienes los obispos de Roma y de Italia dirijiesen sus letras. Observe el lector que acuden á un emperador para hacer mantener la sentencia de una asamblëa, prohibida por los emperadores. Este mismo Aureliano fué el que hizo cortar la cabeza al papa Felix cuatro años despues, esto es, el 22 de diciembre de 274. Notemos tambien, en cuanto á Paulo de Samosata, que aunque la religion christiana no estubiese todavia tolerada en el imperio, ya los christianos eran intolerantes, y que algunos obispos afectaban un luxo poco conforme á la simplicidad del Evangelio: se hacian seguir en las calles por esclavos, tenian una corte numerosa, y se sentaban en las iglesias en un trono mas elevado que lo ordinario. Además, se le objeta á Paulo, haber tenido mugeres jóvenes de quienes se hacia seguir por todas partes, de haberse enriquecido por malos medios, de tener mesa regalada, &c. Añadamos que se celebraban concilios numerosos, que era tiempo de que los emperadores siguiesen el torrente, y que la vision de Constantino fué el efecto de una sábia política*. Habiendo llegado á ser platónicos los Doctores de la iglesia al fin de este mismo siglo, avanzaron entre otros argumentos, á la manera que lo bacian sus maestros, que no habia mal ninguno en empleär la mentira y el fraude, cuando se trataba de defender la verdad. De aquí sa

* Si fuera de nuestro asunto pintar todos los sectarios notables, se mostraria aquí al gran Constantino cubjerto de maldades y de hipocresia.-La vision fué una Cruz luminosa baxo del sol con esta inscripcion: In hoc signo vinces. Algunos dias despues (el 28 de Octubre de 312) libró bataila á Maxêncio, y le destruyó. El Senado le declaró entonces Gran Sacerdote de Júpiter, sin embargo de ser ya Catecúmeno; singularidad que continuó en sus sucesores christianos, hasta Graciano; es decir, desde 312 hasta 383.Fueron papas en este tiempo San Melchiades, San Silvestre, San Marcos, San Julio I, San Liberio, San Felix II y San Dámaso.

lieron los Canones, libro falsamente atribuido á los Apóstoles, las Constituciones-apostólicas, las Recogniciones, las Clementinas*, y otros escritos apócrifos, de que los papas, sin embargo, han hecho uso como de títulos sagrados, favorables á su causa.

4-El mismo Constantino dividió el gobierno eclesiástico en jurisdiccion externa, é interna. La última, que confió á los obispos y á los concilios, concernïa á las controvérsias religiosas, las formas del culto divino, las funciones de los sacerdotes, los vicios de los eclesiásticos, &c. La administracion externa, que él se reservó, comprehendia todo lo tocante al estado exterior, y la disciplina eclesiástica; se extendia á todas las contextaciones, y debates que sobrevenïan entre los ministros de la Iglesia, así superiores, como inferiores, en cuanto á sus posesiones, su reputacion, sus derechos, y privilegios, sus delitos contra las leyes, &c.t; á excepcion de las controversias puramente religiosas. En consecuencia de esta division, mui precisa en el gobierno de la iglesia, Constantino y sus sucesores juntaron Concilios, y los presidieron, establecieron jueces para decidir las disputas en materia de Religion, terminaron las diferencias, que sobre venian entre los obispos y el Pueblo, fixaron los límites de las Provincias eclesiásticas, tomaron conocimiento de los procesos que los ministros de la Iglesia seguian unos contra otros; y remitieron el castigo de los crímenes, que cometian contra las leyes, á los jueces ordinarios, establecidos para este efecto, no enviando á los Concilios sino los negocios puramente eclesiásticos. No es necesario hacer notar aqui, que estos Estatutos de Constantino (de que los papas han querido despues sacar tautos argumentos á su favor) prueban entre tanto, que los derechos de los patriarcas, obispos, ó papas, nada tenian de divino. Se verá luego que los emperadores convocaron siempre los Concilios, hasta que el Imperio fué dividido en tantas partes, que ya no hubo

Se sabe que estas tres últimas obras son atribuidas á Clemente V, obispo de Roma, que estableció su silla en Francia por no separarse de la Condesa de Perigord, de quien estaba enamorado apasionadamente. Se le nota su fausto, y se te acusa de baber traficado vergonzosamente con las cosas sagradas, &c.

+ Vease: Disciplina Ecclesiæ vetusta, por Luis Tomasin ; y la vida de Constantino por Eusebio.

príncipes, cuyos Estados abrazasen una bastante extent sion de païs para que pudiera decirse que ellos podian juntar todos los obispos de la tierra habitable. Hecho poderoso el papa por esta division del Imperio, y por la ausencia de los gefes, ó sus querellas, se arrogó entonces este derecho; los príncipes no lo reclamaron, porque no habia ninguno en particular que lo tuviese; y despues los sacerdotes dixeron y escribieron que la convocacion de los Concilios pertenecia de derecho divino al pontífice de Roma. Este obispo estaba ya en el lugar primero del orden-episcopal, y tenia una especie de preeminencia sobre los otros prelados. Muchas preocupaciones, ocasionadas por diferentes causas, contribuyeron á establecer esta superioridad; pero la debió principalmente á ciertos exteriores de grandeza, y de opulencia, á que la mayor parte de los hombres adhieren ideas de preeminencia y de dignidad, que confunden con las causas de una autoridad legítima y legal. El obispo de Roma se sobrepuso á todos sus hermanos por la magnificencia y el esplendor de la iglesia que presidia, por su gran renta, por el número y variedad de sus ministros, por su crédito para con el Pueblo, y por el modo suntuoso con que vivia*. Todas estas señales deslumbradoras de grandeza humana, estas pruebas ambiguas de la verdadera grandeza tuvieron tanta influencia sobre el espíritu de la multitud, que la Silla de Roma llegó á ser desde entonces el objeto mas seductor de la ambicion sacerdotal. En estos tiempos (que los papas hubieran querido sepultar en la tumba del olvido) casi no se podia hacer la eleccion de pontífice á pluralidad de votos del Pueblo, y de los sacerdotes, sin que la Ciudad de Roma fuese agitada por disenciones, cabalas, y tumultos, cuyas consecuencias eran casi siempre deplorables y sangrientas. Ya tenemos una prueba en las facciones, que escogieron á Dámaso y á Ursino para successores de Liberio en el año de 366. Esta doble eleccion causó una guerra civil en Roma, conducida y sostenida con una barbaridad y furor, de que casi no ofrece exemplos la historia, y que se terminó por carnicerias espantosas. Dámaso triunfó : ¿ pero su causa era mas justa que la de Ursino?-Esto

Ammiano Marcelino: (Lib. 27. Cap. 3. p. 337.)

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