por sus talentos en las escuelas primarias superiores; però se rechaza la enseñanza obligatoria como una ley brutal, propia solo de los paises gobernados despóticamente.

En cada ciudad y en cada distrito rural hay una comision compuesta de tres ó cinco miembros, elegidos por la municipalidad, para la direccion y vigilancia de la enseñanza. Esta comision examina y nombra á los maestros, y visita las escuelas por lo menos cuatro veces al año. La dotacion de los profesores es módica, y se satisface por el Estado y el pueblo. Las lecciones duran ocho meses, y á veces seis y aun menos. La autoridad del maestro es débil, la disciplina poco severa, y si á esto se añade que la ley prohibe la enseñanza religiosa, se comprenderá fácilmente que las escuelas tienen por objeto la enseñanza mas bien que la educacion.

Una ligera reseña de la situacion de algunos estados dará á conocer las diferencias mas notables entre unos y otros en materia de educacion y enseñanza.

Las escuelas de Nueva York son de las mejores de la confederacion, si bien están muy distantes de poder servir de modelo. El Estado paga por cada alumno una suma determinada, y los ciudadanos deben satisfacer otra igual, y tienen la facultad de aumentarla hasta el doble; siendo de notar que es muy comun este aumento voluntario. Algunas sociedades particulares sostienen escuelas elementales gratuitas y escuelas de párvulos, y la concurrencia de alumnos es tal, que quedan muy pocos niños sin recibir la instruccion pri

maria.

La suerte de los maestros es poco envidiable, pues la dotacion que disfrutan es demasiado reducida. «Esto, dice Mr. Tailor, da lugar á que haya al frente de las escuelas algunos hombres á quienes no se confiaria el cuidado de un buen caballo.» La enseñanza secundaria y superior se mira con menos interés que la primaria, de suerte que a veces se distraen los fondos de la universidad para destinarlos á la enseñanza elemental. En Nueva York hay un colegio con doce profesores, una escuela de medicina y una universidad, establecidas en hermosos edificios, pero la enseñanza se halla en estado poco satisfactorio. Muchas ciudades tienen un colegio y hay tambien muchos seminarios eclesiásticos.

La república de Massachussetts, único de los Estados en que se ha centralizado la instruccion pública, se distingue entre los demás por sus progresos en este ramo. En 1635, cinco años despues de haberse fundado la república, se habian establecido escuelas gra

tuitas; luego se hizo obligatoria una escuela de lectura y escritura en las poblaciones de cincuenta familias, y otra de latin en las de ciento; adoptáronse despues otras medidas no menos útiles; por fin, el Consejo de Educacion, creado en 4837, ha dado rápido y brillante im→ pulso á la educacion pública. Se han construido escuelas lujosas, especialmente en 4840; y es tal la concurrencia de alumnos desde há ya mucho tiempo, que no hay en el Estado un joven de 14 á 24 años que no sepa leer y escribir. Solo en Boston, capital de la república, segun la estadistica de 4837, se contaban 91 escuelas ele mentales y muchas de párvulos, con un personal de 40 maestros y 419 maestras; siendo de notar que el número de éstas excede en todas partes al de maestros. Pero la enseñanza no dura mas que seis meses y veinte y cinco dias, por término medio, y una sétima parte de los alumnos que concurren en invierno deja de asistir en verano. Hay en la república tres escuelas normales para la formacion de maestros, varios colegios para la enseñanza secundaria, y el Hawardcollege es una verdadera universidad. El Gobierno ha promovido de algunos años á esta parte la redaccion de obras clásicas, y la creacion de bibliotecas en las escuelas, y examina con grande escrúpulo los libros que han de usar los jóvenes.

El Connecticut, estado mas reducido que Massachusetts, posee un fondo de cuarenta millones de rs. procedente de la venta de los terrenos que pertenecieron á esta república junto al lago Erie, provincia de Ohio, fondo destinado íntegro al sostenimiento de las es→ cuelas. Pero esto mismo que facilita á los padres la educacion de sus hijos, es sin duda causa de que la descuiden, pues las escuelas de esta república cuentan pocos alumnos, los cuales asisten con mucha irregularidad. Hay colegios, algunas escuelas superiores y una universidad.

Los estados de Mains, de Nenhampshire, de Vermont y de Rhode-Island, tienen escuelas bien organizadas; las del de Neujersey están abiertas cuatro ó cinco meses al año, y aun así no concurren todos los niños que se hallan en edad de frecuentarlas. El de Pensil→→ vania no se halla mas adelantado: en 1833 se contaban cien mil electores que no sabian leer ni escribir. Al fundar la Pensilvania, declaró William Penn, que las escuelas es parte muy importante de un Estado bien constituido, y siete años despues existian algunas en la capital. Las circunstancias de los habitantes, que en su mal yor parte son alemanes pobres, que tienen que trabajar muchos años para pagar los gastos del viaje, y que hablan un lenguaje medio int

glés, medio aleman, es la causa de semejante abandono. En Filadelfia, sin embargo, hay escuelas de párvulos, casas de huérfanos, escuelas elementales y secundarias muy florecientes, dos colegios de medicina, de los cuales el uno de ellos lleva el título de Universidad.

Los estados negreros Virginia, Carolina del sud, Georgia, Missouri, Alabama, Luisiana, Florida y el condado de Kentuky, tienen malísimas escuelas y poco concurridas. La ley prohibe la instruccion de los niños de color, pero algunos de estos la reciben furtivamente de maestros particulares á costa de grandes sacrificios. El estado de Indiana, aunque no esté comprendido entre los negreros, no se halla mas adelantado que estos: segun un documento oficial, á falta de buenos maestros, habia sido preciso encomendar las escuelas á hombres impíos, borrachos y corrompidos.

De todo esto se infiere, que si las instituciones de la América del Norte, fomentan la libertad individual, la independencia del espíritu, los talentos oratorios y otros; si hacen prosperar el comercio y la industria; conducen tambien á una vida material, no alcanzan á impedir el comercio de negros, ni el desarrollo de la injusta arrogancia de los blancos para con los hombres de color; y que solo la religion verdadera puede remediar los males que afligen aun á aquellos paises de tan grande porvenir.

(Los datos de este artículo están tomados en gran parte de Fritz, completados con los que nos suministra Tocqueville, Javier Eyma, Les Annales d'Afrique, el periódico Der Deutsche Schulbote y otras revistas alemanas que contienen curiosas é interesantes noticias sobre la educacion en diversos paises del mundo.)

AMISTAD. Ademas de tus padres y parientes, que son los amigos mas inmediatos que te ha dado la naturaleza, y ademas de tus maestros, que habiendo merecido principalmente tu aprecio, les das con placer el nombre de amigos, sentirás particulares simpatías para con otros, cuyas virtudes te serán menos conocidas: en especial para con jóvenes de edad igual, ó poco distante de la tuya.

¿Cuándo has de ceder á esta simpatía, y cuándo has de reprimirla? La respuesta es sencilla.

Somos deudores de benevolencia á todos los mortales, pero no debemos elevar este sentimiento al grado de amistad, sino para con aquellos que tengan derecho á nuestra estimacion. La amistad es un lazo fraternal, y, en su acepcion mas sublime, es el bello ideal de la

fraternidad. Es la concordia y armonía suprema de dos ó tres almas, no de muchas, que se han hecho como necesarias la una á la otra; que han hallado la una en la otra una admirable disposicion para comprenderse, para auxiliarse, para interpretarse noblemente, é incitarse al bien.

«De todas las sociedades, dice Ciceron, no hay ninguna mas no»ble, ninguna mas firme, que cuando los hombres de bien son seme>>>jantes en costumbres, y se hallan unidos con los lazos de la amistad.>>

No deshonres el sagrado nombre de amigo, dándolo al hombre de poca ó ninguna virtud.

ΕΙ que aborrece la religion, el que no tiene sumo cuidado de la dignidad de hombre, el que no cree que debe honrarse á la patria con el entendimiento y con la honestidad, el que es hijo irreverente y malévolo hermano, aunque sea el mas admirable de cuantos pueblan el orbe por la dulzura de su aspecto y de sus modales, por la elocuencia de su lenguaje, por la multitud de sus conocimientos, Y hasta por alguna brillante propension à acciones generosas, no te induzca á contraer amistad con él. Aunque te manifieste el mas vivo afecto, no te familiarices con él. Solo en el hombre virtuoso se hallan las cualidades que se requieren para ser amigo.

Antes de conocer si un hombre es virtuoso, la sola posibilidad de que no lo sea basta para que no traspases. con él los limites de la cortesía. Entregar el corazon es cosa de altísima importancia: apresurarse á entregarlo á cualquiera, es culpable imprudencia, y hasta profanacion. El que se une á compañeros perversos se pervierte, ó al menos hace reflejar sobre sí mismo, con gran deshonra propia, la infamia de aquellos.

¡Dichoso quien encuentra un digno amigo! Abandonado el hombre á sus propias fuerzas, desfallece con frecuencia en la virtud, y el ejemplo y aplauso del amigo le reaniman. Si es grande su desaliento, conociéndose inclinado á muchos defectos, y no sabiendo hasta donde llegan sus fuerzas, la estimacion del hombre que le ama le eleva á sus propios ojos: se avergüenza secretamente de no poseer todas las prendas que la indulgencia del otro le supone; pero adquiere valor y fuerzas para corregirse. Se alegra de que sus buenas cualidades no se oculten á su amigo; desea con ansia adquirir otras nuevas, y hé aquí que, gracias á la amistad, vemos acaso correr vigorosamente hácia la perfeccion á un hombre que estaba lejos de ella, y que lejos de ella hubiera permanecido.

No hagas esfuerzos para tener amigos. Es mejor no tener nin

guno, que tener que arrepentirse despues, por haberlos elegido con precipitacion. Pero cuando hayas encontrado alguno, hónralo con una amistad sublime. Todos los filósofos sancionan este noble afecto, y

la religion misma lo santifica. La Escritura nos ofrece bellísimos ejemplos de amistad.

El alma de Jonatás se enlazó con el alma de David..... Jonatás amó á David como á sí mismo. Pero lo que es mas todavía, la amistad fue santificada por el mismo Redentor. Sobre su pecho tuvo reclinada la cabeza de Juan que dormia: y desde la cruz prononció antes de espirar estas divinas palabras de amistad y de filial ternura: a¡Madre, hé ahí á tu hijo! ¡Discípulo, hé ahí á tu Madre!»:

Yo creo que la amistad. (hablo de aquella amistad elevada y ver. dadera que está fundada en un gran cariño) es casi necesaria al hombre para apartarle de innobles inclinaciones. Ella dá al alma un no sé qué de poético, y cierta sublime fortaleza, sin la cual dificilmente se levanta del inmundo terreno del egoismo.

.. Cuando hayas concebido y prometido amistad,' imprime en tu corazon sus deberes. ¡Son muchos! ¡Son nada menos que hacerte toda la vida digno de tu amigo!

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Algunos aconsejan que con, nadie se contraiga amistad, porque ocupa demasiado los afectos, distrae el espíritu, y dá márgen á celos; mas yo sigo en esta parte el dictámen de un excelente filósofo, San Francisco de Sales, el cual en su Filotea dice, que esto es un mal consejo

***Concede que puede muy bien ser prudencia en los claustros evitar las afecciones parciales. «Pero en el mundo es necesario, dice, >>que se unan aquellos que quieren militar bajo la bandera de la »virtud, bajo la bandera de la Cruz..... Los que viven en el siglo, >>donde tantos son los peligros que hay que arrostrar para unirse à >>>Dios, se parecen á aquellos viajeros que en los caminos escabro>>sos y resbaladizos se agarran unos á otros para sostenerse, y ca»minar con mas seguridad.»

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Los malvados se dan la mano para obrar el mal, ¿y no se la darán los buenos para obrar el bien? (Silvio Pellico.)

Los niños no conocen lo que es amistad; hablan de sus amigos tomando este nombre por el de compañeros: esta amistad no es otra cosa que afecto infantil, un hábito, acaso el egoismo, Por eso son tan inconstantes sus relaciones; de suerte que a veces, entre los que parece que reina mayor afecto, se despierta de un dia á otro mayor ódio. Solo en la edad madura se presta el corazon á la verdadera