al trabajo, rara vez se entregaba al estudio sino por incitaciones repentinas; pero era tal su capacidad, que en pocos momentos de aplicacion hacia los mas rápidos progresos. Desde muy pronto dió á conocer la facilidad de expresarse en una célebre reunion (speculative club), distinguiéndose entre todos los concurrentes. Asistia á estas reuniones, segun costumbre de los jóvenes ingleses que aspiran á figurar como hombres de Estado, pero sin que está preparacion á la vida pública le retrajese de dedicarse al estudio de las ciencias en momentos de inspiracion. Muchas veces, del animado movimiento del club pasaba al retiro de su bufete, para entregarse á una meditacion profunda sobre las matemáticas ú otros ramos del saber, y con tanto provecho, que á la edad de diez y ocho años presentó á la real Academia de Ciencias un escrito que causó la admiracion de todos, y que, apenas habia salido de las escuelas, cuando era objeto de los elogios de los sábios mas distinguidos de Europa, con los cuales sostenia una larga correspondencia en latin.

Terminados sus estudios en Edimburgo, hizo un viaje por el norte de Europa, en compañía del lord Estuardo, que habia sido embaja-dor de Paris, y á la vuelta de este viaje se dió á conocer como escritor. Su primera obra tenia por objeto la política de las colonias, y en ella hizo demostración de su rico lenguaje, de su buen juicio, de sus estensos conocimientos y de sus miras elevadas y prácticas á la vez, de suerte que no pudo menos de admirar el que un joven, que no habia tomado aun parte en los negocios de Estado, tratase de asunto tan difícil con tan grande acierto. Por el mismo tiempo entró en relaciones con los editores del célebre periódico cientifico, Revista de Edimburgo, contribuyendo no poco con sus trabajos al crédito de la publicacion. En el año 1810 llegó por fin al puesto a que aspiran los jóvenes ingleses dotados de noble ambicion : fue elegido miembro del parlamento. La fama de orador elocuente, conquistada como abogado y escritor público, y su reconocido talento en el trato social, habian hecho concebir grandes esperanzas; pero cuando hizo uso por primera vez de la palabra, se repitió la experiencia tan co◄ mun en Inglaterra de que los brillantes aplausos con que se saluda al nuevo orador cuando se presenta por primera vez en la tribuna, no son siempre preludio de otros mayores durante su discurso. Brougham hizo poca impresion, porque no supo: interesar al auditorio. Esto sin embargo no le impidió tomar parte muy activa desde en→ tonces en todos los asuntos importantes y con no pocos lucimiento. Ya en 1812 pronunció con grande aplauso un discurso acerca del

Consejo privado, y cada vez aparecian con mayor esplendor sus brillantes dotes! La ing fat quoad on entr

En 1818. consagró todas las fuerzas de su inteligencia á un asunto de la mayor importancia, lo cual bastaria por sí solo, cuando no hubiera otros motivos, para que hiciéramos mérito de este hombre eminente. Tomó la palabra y propuso la reforma de la legislacion para la mejora de las escuelas de pobres, y desempeñó su tarea con tanto tino y elocuencia, que logró persuadir á todo el auditorio y hasta á su adversario político, Castlereagh, á quien arrancó los mas sinceros elogios. Desde aquel dia fue decisiva su influencia en el parlamento, reconociéndose por todos la superioridad de las facultades de que estaba dotado. En medio de los trabajos parlamentarios ejercia tambien la profesion de abogado, y entre otros muchos asuntos en que se ocupó con particular acierto, los anales de la administracion de justicia de la Gran Bretaña presentan como obra maestra de derecho y de ciencia la defensa de un escritor que habia combatido muchas veces al clero, en la cual se elevócá consideraciones generalés sobre la iglesia anglicana. Fue defensor acérrimo de la li bertad de la prensa, y tomó parte muy activa en favor de la eman→ cipacion de los católicos, por cuya medida se habia ya declarado el partido whig, del cual era uno de los mas firmes apoyos. El último triunfo de su talento fue un discurso de siete horas sobre la reforma de la legislacion inglesa y la tramitacion de justicia, en el cual demostró com hechos y documentos los escandalosos vicios de que adolecian los tribunales. er du ene

El año 1830 obtuvo Brougham nueva y brillante recompensa con el título de baron y el nombramiento de individuo de la cámara de los lores. En el desempeño de esto cargo no desmintió la inteligencia y actividad que le eran propias, consiguiendo desterrar envejecidos abusos que habian resistido á los esfuerzos de sus predecesores.

Echando una rápida ojeada sobre la vida pública de lord Brougham se descubre desde luego que el objeto á que dirigía todos sus afanes y esfuerzos estaba reducido á la mejora de la administracion de justicia y de la instruccion general, Queria difundir la educacion del pueblo como ya lo habia demostrado len 1846; queria, segun sas propias palabras, que la ley, de letra muerta, se convirtiese en una verdad; de propiedad del rico, en patrimonio del pobre; de espada de dos filos en manos de la astucia y de la opresion, en báculo del hombre honrado y escudo del perseguido. od obala, send Fijo primero la vista on la educacion popular como el verdadero

y seguro fundamento de la buena administracion del Estado. El número de niños de la capital privados de los beneficios de la educacion, ascendia á 120,000, segun las investigaciones hechas al efecto, y para remediar este mal propuso que se crearan en Londres, por via de ensayo y bajo la proteccion del parlamento, algunos establecimien! tos para la educacion de los pobres. La comision, qué habia principiado sus trabajos bajo la presidencia del mismo Brougham en 1816, extendió sus investigaciones á toda la instruccion pública en Inglaterra, y en cinco informes presentó al descubierto las corrompidas raices del mal. La aflictiva situacion de la clases pobres de la capital fué asunto de todas las conversaciones. Se discutió si convenia ó no comprender en la instruccion del pueblo la religion del Estado, se convino en la necesidad de hacer un escrupuloso exámen de los establecimientos piadosos como medio de contribuir á la educacion po¬ pular, y que tanto las escuelas públicas superiores como las dos universidades del pais debian someterse á una escrupulosa inspeccion. * Persuadido Brougham de que el gobierno de los establecimien tos súperiores de enseñanza y otros institutos favorecian solamente á los intereses privados, los combatió con la mayor energía, sin consideraciones de ningun género. Mientras tanto el Gobierno, considerándolo como un derecho de la corona, nombró una comision para que examinase los trabajos de Brougham, en lo relativo á los establecimientos para la educacion de los pobres, sin dar participacion alguna al autor del plan. Nada podia hacer este; pero enterado de los secretos manejos de sus adversarios, declaró públicamente (escrito an Romilly upon the abuse af charities) que solo podia desecharse su proyecto con objeto de patrocinar el engaño, de eternizar el abandono y protejer el fraude.

Sin desanimarse por las contrariedades, Brougham presentó en 1820 al parlamento su plan de educacion. El principal objeto de este plan era introducir en Inglaterra las escuelas parroquiales, cuyo benéfico influjo era ya conocido en Escocia desde el siglo XVI y que son de necesidad apremiante en un país en que solo recibe la enseñanza primaria una décima parte de la poblacion. Desechado el proyecto por el Gobierno, buscó su autor el apoyo de los partidarios del clero, proponiendo que las escuelas parroquiales se sometiesen á la inspeccion de los 'obispos; pero esta proposicion encontró grande resistencia entre los que pertenecian á las sectas desidentes.

Persuadido Brougham de que era inútil pensar en el parlamento y en los hombres políticos para realizar sus benéficas miras, hizo

nuevos esfuerzos para conseguirlo por otro camino, llevado solo de la idea del bien. Habia visitado en 1816 el establecimiento de Fellemberg en Hofwyl; conocia los principios que servian de base á la or ganizacion del establecimiento de Owen en Lanark, y estaba con vencido de que los institutos de esos dos hombres distinguidos serian un gran beneficio para los pobres de una ciudad populosa Por eso, asociado con el lord Lausdown Macauley y otros hombres benéfi+ cos, fundó en Westminster el año 1849 una escuela de párvulos (In➡ fant school), que en poco tiempo hizo grandes progresos Queria que se realizasen sus célebres palabras: en adelante el maestrosyno el cañon será el árbitro de los destinos del mundo, y no debia perdo nar medio alguno. El ejemplo del. Dr. Birkbec, que ya en A800qex+ plicaba nociones de ciencias naturales á los operarios de las fábri cas y talleres, imitado despues con mucho fruto en Edimburgo y otras ciudades de Escocia, dispertó en Brougham la idea de crear un establecimiento de educacion para los artesanos, el cual se estab bleció en Londres por una sociedad. .on going'að, ni somues, 15 90p

Brougham explicó el objeto del establecimiento y desenvolvió los principios fundamentales para el mejoramiento de la educacion del pueblo en un escrito con el título de: Practical observations upon the education of the people. Del pueblo mismo, decia, ha de salir la me jora de su educacion; pero es un deber de los hombres inteligentes que han tenido la fortuna de recibir una cultura intelectual mas ex tensa, iniciar la obra. Entre los medios para conseguirlo comprendió la publicacion de libros baratos é instructivos, la fundacion de socie dades de instruccion y recreo, y tratados fáciles de los conocimientos comunes. Con este mismo objeto se fundó una sociedad para la pro pagacion de los conocimientos útiles, y se publicó una colección de escritos populares.

Toda esta clase de establecimientos tenia por objeto la cultura intelectual de las familias trabajadoras; pero da educacion de las clas ses acomodadas necesitaba reforma, pues los dos establecimientos destinados al objeto adolecian de muchos vicios, y para corregirlos promovió Brougham la creación de la universidad de Londres. La universidad tuvo tambien que combatir en su origen con poderosos enemigos, porque los hombres que se habiah reunido para fundarla pertenecian en gran parte al partido whig, y de consiguiente estaban frente á frente del poderoso y rico partido tory, unido por interés propio al alto clero. No se desanimaron sin embargo los fundadores de la escuela, y tuvieron la satisfaccion de contar 680 discípulos

en 4829. Los adversarios de ella crearon otro establecimiento semejante con el título de Kings College, que se abrió al público el mismo año de 1829, que obtuvo la proteccion del Gobierno y entró en com+ petencia con la universidad.70) spy p92 666

Tantos esfuerzos en favor de la educacion é instruccion de su pais, no impidieron á Brougham ocuparse en mejorar en lo posible la administracion de justicia, luchando sin cesar con los que estaban interesados en sostener los abusos. Muchas veces los alardes de la superioridad de sus facultades irritaba á los adversarios haciéndoles mas tercos, por lo cual á pesar de la posicion á que se habia elevado por su indisputable mérito (en 1832 era canciller de Inglaterra), no pudo realizar sus designios. Pero hasta sus mismos enemigos hacian grande aprecio de su talento, y le reconocian como grande orador y hombre de extensos conocimientos. Su elocucion era brillante, su ingénio perspicaz, su sátira punzante. A imitacion de otros grandes oradores, preparaba sus discursos, como él mismo confiesa, pues que en asuntos importantes no es fácil improvisar, como algunos

creen.

BURLA. Algunas cosas que á primera vista parecen inofensivas y que los mismos padres aprueban, son á veces muy perjudiciales á los verdaderos sentimientos de humanidad. Los niños tienen inclinacion á burlarse de sus compañeros, especialmente cuando sufren alguna deformidad física ó son de cortas disposiciones, y es preciso corre→ gir esta inclinacion que vicia el carácter, tanto de los que hacen gala de ridiculizar á los otros, como los que son objeto de esta conducta. Conviene guardarse mucho de aplaudir á los que suelen hacer uso de chistes ofensivos, á los que se burlan de la debilidad de sus compañeros, y á los que se entretienen en referir anécdotas con objeto de ridiculizar. A veces esto manifiesta talento y sagacidad, pero á pesar de todo no debe manifestarse placer en escuchar dichos picantes y graciosos, cuando son ofensivos, porque semejante conducta contribuiria á viciar las mejores disposiciones. No quiere esto decir que los hombres de sagacidad y agudeza de ingénio estén desprovistos de sentimientos de humanidad, pues algunos han escrito sátiras mordaces, á pesar de estar en ellos muy desarrollado el sentimiento de amor al prójimo; pero las cualidades mas brillantes de la inteligencia no deben sobreponerse a las del corazón. Por lo demas no debe censurarso lós rasgos de talento, la crítica del ridículo, ni el aguijon de la sátira, porque no debe descuidarse ni destruirse el