:: Verdad es que la industria, las artes y el comercio lan alcanzado en la vida de los pueblos un lugar importante que jamás habian te nido; y lejos de asustarme por eso, bendigo á la Providencia ; pero no es esto razon bastante para que formen la cúspide del edificio so! cial. Antes por el contrário, este es un motivo para atender con/mayor solicitud y seriedad que nunca á la educacion superior dek alma, á fin de que la vida intelectual y moral de los pueblos se eleve á mayor altura que la material y no se deje destruir ó marchitar por esta. 5 bedbeholla el aspal Ni starelk smp cesjób jon 107

No hay que asustarse por los progresos materiales, sino redoblar los esfuerzos para elevar el espíritu, el corazon y la conciencia con tanta mayor constancia y energía cuanto más so acrecienta el influjo de la materia en el mundo. En esta esfera superior mas que en otrá alguna es siempre posible y gloriosa el progreso; la virtud es, mas dificil en los siglos del lujo y bajo la púrpura de la opulencia y de la industria, que bajo el sayal y la armadura de hierro de los tiempos bárbaros; pero tambien hay en ella acaso mas dignidad, mas nobleza, mas dulzura, pm saviour at cenom up, oh well,

La religion, además, y la inteligencia humana, tienen recursos infinitos para que el hombre inteligente y religioso se ponga siempre al nivel y aun á la cabeza del progreso material, sea el que fuere.

"

No ha ensayado el cristianismo sus primeras fuerzasɔen un mundo ignorante y bárbaro; y cuando se halló en ese miundo, encaminó todos sus esfuerzos á elevarlo sobre el mundo culto y civilizado que le precediera, y lo consiguió y este mundo nuevo somos nosotros! Y lo ha conseguido, haciéndonos aprovechar de las antiguas ent señanzas profanas, ennoblecidas y purificadas por él jaylañadiendo las lecciones, las verdades y las virtudes que son exclusivamente suyas menotza 1d req,925on lob x deudor si roq olone lab smod d Por mucho que se haya dicho y hecho, el cristianismo es y será siempre la antigua y fecunda sávia de las sociedades modernas, sin la cual la mas avanzada civilizacion nada produce de nuevo? quo sea grande que sea puro, que sea bello y verdaderamente durat dero clamgilotei of her nolbibent eel anderpton esing v La educacion superior intelectual, conviene látodos los que por su posicion providencial, su talento privilegiado b su vocacion superior están llamados á recibir un desarrollo del espíritu, del carácter i de la conciencia, mas sólido, mas estenso, mas elevado mas profundo. Conviene á los que han de ocupar en la sociedad humana, un puesto importante y ejerce en él cierta influencia general; que as por

consiguiente tienen necesidad de ser hombres mas completos, mas ilustrados, mas perfectos, porqué han de guiar á los demas por las vias de la civilizacion y del progreso literario, científico, industrial, político, religioso y moral.

PeConviene, en una palabra, á todos los que por los dones naturales recibidos de Dios, por la posicion social adquirida, ó por los deberes de una vocacion decidida necesitan el superior desarrollo de las faeultades de la naturaleza humana.....

Todos estos, si son de capacidad vulgar, pues puede suceder que con capacidad vulgar se tenga una posicion social y aun una vocacion que no lo sea, serán elevados sobre el vulgo por la educacion superior; y sí están adornados de excelentés facultades, llegarán á ser hombres eminentes, de grande importancia social ó religiosa.al *La educacion superior intelectual es pues conveniente y aun necesaria para todos los cargos que exigen por sí mismos gran desarrollo de espíritu, de carácter y de conciencia, es decir, para lodos los cargos de autoridad, para todos los grandes servicios sociales: para la magistratura, la legislacion, el gobierno, la diplomacia y los negocios políticos, la literatura superior, la filosofía, la educacion, el sacerdocio Es á veces necesaria para los grados superiores de otras profesiones que al parecer no la requieren por sí mismas.

El magistrado necesita de razon y de juicio en grado superior, de perspicacia y de firmeza, de noble y grave sensibilidad, de elocución clara y precisa, de conciencia íntegra é ilustrada.

Todas las facultades austeras del hombré deben perfeccionarse en el que está llámadó á juzgar á los hombres.

-Necesita pues la educacion superior, y es para él una necesidad de lá profesionerbioish qua phaSTĄ ZOO

9 No solo hace de él el hombre distinguido, el hombre-completa, sino que prépara al magistrado, y hasta puede decirse que le auxilia sen la parte mas positiva como juristan. onde al au len ya Jay ¿Podrá disputarse que sea menos necesaria esta educacion para la gobernacion del Estado, para los negocios politicos?oi lo y wlan -27 ¿Quién nécesita mas el completo desarrollo de la razón, del1 juicio del carácter, de la conciencia que el que puede, que quiere goBernar un dia á los hombres? ¿A que manual do conocimientos po drá reducirse un arte que supone los conocimientos mas generalés, mas aup, que supone todos los conocimientos? ¿Dónde se aprenderá este arte si no es en las lecciones de los sábios y en las grandes enséñanzas de la historia, si no es estudiando, los monumentos mas

ilustres de la reflexion y de la experiencia? ¿Dónde ha de adquirirse la fortaleza de carácter sino pasando los veinte primeros años de la niñez y de la juventud bajo la vigilante y severa disciplina de la es cuela? ¿Cómo conocer el lazo de los espíritus y los corazones y el secreto de hacer florecer las sociedades si no nos abre la religion los tesoros de su sabiduría?

La diplomacia, que es el arte de las relaciones de pueblo ȧ pueblo, y que decide con frecuencia los intereses mas generales de la sociedad; ¿necesita menos de la educacion superior intelectual y moral? ¿Le bastará al diplomático haber estudiado el inglés y el aleman y haber asistido á un curso de derecho público?

¿Quién no conoce tambien la necesidad de una sólida y vasta educacion intelectual para el literato, el filósofo y el historiador?

El número de estos es, sin duda, limitado, pero su influencia es grande porque sus opiniones sirven de fundamento á las de la juven tud. La ignorancia en ellos es el menor de los males. La falta de razon, de juicio, de gusto; la falta de fé, la inmoralidad, la instabilidad de carácter, la ligereza de conciencia son mucho mas desastrosos.

Sin esta sólida y superior educacion, estraviarian la sociedad literatos tan desprovistos de razon como de sentido moral; historiadores sistemáticos y parciales; filósofos incapaces de persuadir la verdad y enseñar la virtud.

En fin, para el profesor y para el sacerdote, la educacion supe→ rior es un medio indispensable de accion y por lo mismo un deber sagrado. Seria criminal temeridad abrazar tales carreras sin procurar adquirir toda la perfeccion intelectual y moral posible. Los llamados al sacerdocio, en particular, no deben olvidar jamás que sus funciones serán muy elevadas, muy graves, muy delicadas; que su educacion jamás será demasiado perfecta; que el sacerdote es el que tiene mayor necesidad de ser hombre completo: necesita ser todo el hombre y casi un hombre divino, para representar dignamente el hombre ante Dios y á Dios ante el hombre, para ser á la vez el hombre del pueblo y el hombre de Dios.

He aqui algunas profesiones para las cuales es de absoluta necesidad la educacion superior; pero hay otras que sin exigir necesariamente los conocimientos generales y el desarrollo del espíritn debido á la educacion superior, no por eso deja de proporcionarles inmensas ventajas; hay otras muchas en que esta educacion proporciona incontestable superioridad.

En el arte militar, por ejemplo, en el cual puede llegarse á los

grados superiores sin esta educacion, jamás se puede ser, salvas las escepciones del génio, un gran capitan, jamás un Condé, con su mirada de águila á los veinte años;

4. En marina so podrá ser un Juan Bart, pero jamás un Tourville;

En administracion pública se puede llegar á ser por una sólida y brillante educacion un gran ministro, un Sully, un Colbert, en vez de ser ingeniero de puentes y calzadas ó gefe de seccion.

En estas profesiones mas que en otras se requieren ciertos conocimientos especiales; es menos necesario para el ejercicio de la profesión lo que se enseña en la educacion superior, pero ¿es inútil fortalecer las facultades especiales, el desarrollo del espíritu debido á esta educacion?

Las humanidades, que a veces parecen inútiles, lejos de perjudicar á las profesiones especiales, son como su base ó su raiz; conservan en ellas y fortalecen su sávia, las nutren con jugos generosos, apropiados á todo lo que es grande y bello, y les hacen producir grandes y magníficos frutos.

No disputo que no sea necesario aplicar para esto al jóven á otros estudios, lo cual toca decidirlo á un padre ilustrado ó un maestro entendido. Antes, por el contrario, creo que es preciso sacrificar algun género de instruccion, parte de las humanidades, las letras griegas ó latinas, pero la educacion, jamás. De una u otra manera procúrese desarrollar, elevar el espíritu del niño, formar su carácter, su conciencia y su educacion........... (Dupanloup.)

CLASIFICACION. Todo asunto, toda operacion del hombre han menester órden, discernimiento y cierto grado de prudencia á fin de poder mejor cotejar los medios con que cuente para llevar á cabo su designio, y cuanto mas dificil ó árdua es la empresa que acomete, tanto mayor ha de ser el grado de actividad intelectual empleado en su consecucion. Estos son hechos comprobados contínuamente por la esperiencia, la cual nos manifiesta que cuando nos proponemos sujetar al dominio de nuestras facultades intelectuales una idea que, haga relacion á muchos seres, el único medio, ó al menos el mas espedito, es la clasificacion. Por ella llega el sábio naturalista á darse. cuenta de la prodigiosa multitud de seres que pueblan la tierra, de la misma manera que un operario se la dá de los diversos instrumentos que tiene para la fabricacion de sus artefactos. Y si nuestro objeto. fuera analizar, podriamos enumerar infinitos casos que corroboran nuestro aserto; pero hoy fuera diligencia vana, pues todos compren

demos que sin esta interesante operacion nuestra inteligencia desfalleceria abordando muchas dificultades á la vez que la imposibilitarian de poder conseguir su designio. En una palabra, por la clasifi cacion adquirimos en rápidos instantes vastos conocimientos que sin ella y sin un orden de relaciones en las ideas no podriamos alcanzar sino con escesivo trabajo y de un modo imperfectopinata!

En ninguna parte se reconoco mejor esta necesidad que en una est cuela, lugar donde con frecuencia se reunen 100, 200 ó mas niños, los cuales han de ser dirigidos por un solo profesor; en esta reducida sociedad, compuesta de individuos con el gérmen del bien y del mal, y donde se han de desarrollar principios eficaces y propios para fomen tar el primero y cortar de raiz el segundo, se hace más indispensable una completa y amplia clasificacion. Todos han reconocido ésta necésidad Y ha llegado su conocimiento á tal estremo, que prescriben su aplicacion sin haber nunca examinado la posibilidad de realizarla.

Llevado tambien por el mismo convencimiento, y deslumbrado por el bello aspecto que presenta un establecimiento donde se sabe el lugar destinado para cada cosa, me lisonjeé de poder poner en práctica una clasificacion del personal de mi escuela, y saber siem→ pre y con la mayor prontitud los cargos de un niño en la misma y secciones á qué en cada clase pertenecia; idea que, á pesar de lo mucho que me halagaba, se convirtió en pura ilusion cuando me vi precisado á poner en práctica lo que en teoría habia concebido de muy fácil aplicación.

1

Encargado por primera vez de una escuela donde concurren próximamente 100 niños, y ampliada hasta comprender el número de ocho asignaturas, toque inmediatamente infinidad de obstáculos que, aunque en un principio me arredraron, al fin conseguí superarlos; pero al proponerme hacer la clasificacion dudaba qué camino tomar para conciliarlo todo: economía de tiempo, claridad, precision, exactitud, todo lo buscaba, pero en vano.

En efecto, en dicha escuela, que como en todas, las clases han de ser generales, tenia por precision que hacer ocho listas que cada una contuviera los nombres y apellidos de los niños asistentes á la misma, lo cual hacia un total de 800 nombres. Las listas para los! funcionarios, revista de limpieza, paseo etc,; la necesidad de renovarlas en los exámenes mensuales, la dificultad de ver con prontitud el estado de la escuela, todo, en fin, vino à manifestarme la imposi bilidad de una clasificacion de los niños, y mucho mas si á esto añar! dimos el haber muchos de unos mismos nombres y apellidos, y la