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XIY

las necesidades de los hijos, descubren la verdad y el error, hacen apreciar las circunstancias y los períodos de la educación, é inspiran los medios y los métodos de conducirla. Esos cuidados, instintivos hasta cierto punto, aparecen como el résultado de la inteligencia y del estudio reflexivo, aunque no haya precedido trabajo alguno, por lo menos metódico y determinado. Por eso basta el sentimiento en la educacion doméstica, si bien cuando viene á ilustrarlo la ciencia hay mas regularidad y fijeza, y se obtienen mas sazonados frutos. -La escuela tiene que perfeccionar, completar, y corregir las mas veces, la educacion doméstica, dando actividad al espíritu y dirigiéndolo de manera que se someta con libertad y conocimiento á las leyes de la razon, de la moral y de la religion, El 'maestro se halla en muy distinta posición que el padre de familia, tiene que desempeñar un encargo mucho mas extenso, y carece del precioso recurso de ese amor que á tanto alcanza. El maestro necesita penetrarse de la esencia y los medios de educacion con el estudio, y suplir el amor con el sentimiento en cuanto sea posible. ...

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Para comprender y amar á los niños es preciso que se traslade con la imaginacion á su propia niñez, á su querido pais, á su precioso hogar doméstico, á la inolvidable morada de la madre, donde recibió las primeras impresiones, donde experimentó los primeros goces en medio de los juegos y entretenimientos proporcionados por el cariño materno. Cuando el maestro recuerde vivamente cómo sentia, cómo pensaba, cuáles eran los móviles de su conducta en los primeros años de la vida, entonces comprenderá el carácter é inclinaciones de aquella edad, cuanto hay en ella de grande y elevado, los recursos que ofrece para dirigir con acierto las tiernas facultades del alma; y sentirá desenvolverse á la vez en su propio cora zon las simpatías en que está el secreto del mágico poder de la madre.

Para penetrar la esencia y el espíritu de la educacion es menester familiarizarse con los elementos de la moral y algu nas reglas fáciles de sicologia, sin necesidad de elevarse á consideraciones científicas. Con estos conocimientos se apreciará

hasta donde sea posible nuestro destino y los deberes individuales y sociales. El análisis de la constitucion y de las facultades del hombre con la accion propia de cada una de ellas, enseñará ademas los medios de dirigirlas con fruto. El estudio de las relaciones entre los tres órdenes de facultades, es decir, entre el alma, dotada de sentimiento moral é inteligencia, y el cuerpo, á que está íntimamente unida, pondrá de manifiesto la accion recíproca de uñas sobre otras, y la necesidad y los medios de procurar el desarróllo y direccion armónica y orde nada de todas ellas..

A este estudio sigue el de los métodos y procedimientos considerados como medios de enseñanza y de cultura moral é intelectual, el del punto de partida y del límite propio de los conocimientos elementales ó populares, y el del órden con que estos deben presentarse, simplificando el trabajo y haciéndolo atractivo. A los principios de educacion y didáctica, estrechamente enlazados entre sí, se agregan el ejemplo y los procedimientos de los maestros de ilustrada y larga experiencia para completar las instrucciones sobre el particular. Pero no basta comprender los métodos prácticos, que varian con las circunstancias; no las fórmulas, á que muchos reducen la pedagogía; no los procedimientos, sujetos á las alteraciones de la moda; no los sistemas, considerados de una manera abstracta y superficial; sino que es necesario examinar con detenimiento todo esto, sujetándolo al crisol de la razon y de la práctica, penetrarse del espíritu que domina tanto en los principios generales como en las reglas de aplicacion, y apropiarse en cierto modo estos principios, meditando y reflexionando sobre ellos. De esta manera se aplican las reglas con oportunidad, sin titubear y casi sin apercibirse, y se evita la duda, la incertidumbre y la inaccion consiguientes cuando hay que recordarlas á cada momento.

Por fin, la historia de la educacion, á la vez que suministra al maestro abundantes y preciosas instrucciones, le alienta y sostiene en su carrera. La historia expone los ensayos y esfuerzos teóricos y prácticos, hechos en todos tiempos y paises, para los progresos de la humanidad; da á conocer los hombres

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y los establecimientos que mas han contribuido á este progreso, y presenta modelos, dignos de imitacion, que incitan á seguir con ánimo perseverante el camino del bien, á pesar de todos los obstáculos y contrariedades.

Tantos conocimientos, aunque elementales, y tantas cuali dades como se requieren en el maestro, no se alcanzan sino á costa de grande trabajo y perseverante estudio. Para facilitarlo conviene reunir, en cuanto sea posible, las verdades Ꭹ doctrina diseminadas en diferentes obras, y este es el objeto del DICCIONARIO DE EDUCACION Y Métodos de enseÑANZA.・・

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EDUCACION Y MÉTODOS DE ENSEÑANZA.

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ABACO. Llamábase abaco por los antiguos el tablero del ajedrez, unas tablitas cubiertas de polvo que hacian el mismo servicio que las pizarras en nuestras escuelas, y una especie de tablero con las letras del alfabeto para la enseñanza de los niños. Tambien se conoce con este nombre la tabla cuadrada dividida en casillas.con el ducto de diferentes números, llamada de ordinario tabla pitagórica, por atribuirse á Pitágoras.

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Entendemos aquí por abaco, el aparato destinado á la enseñanza de los niños con el objeto de darles idea de la naturaleza y propiedades de los números, iniciarles en las primeras operaciones del cálculo, antes de que conozcan las cifras ó guarismos, y conducirlos por medio de ejercicios sensibles á las operaciones abstractas, que en un principio no se hallan en disposicion de comprender.

Este aparato, conocido comunmente con el nombre de tablero contador, se compone de un marco cuadrado de madera, de unas tres cuartas de lado, con diez alambres horizontales y diez bolas en cada uno. Los alambres, bastante gruesos para que no se doblen, están colocados á igual distancia entre sí, y atraviesan las bolas por el centro para poder correrlas de un lado á otro. Las bolas son de madera, y de un tamaño tal, que reunidas las de cada alambre no ocupan sino la mitad de la longitud de este. En el lado superior del marco hay una muesca ó ranura para colocar cartones ó láminas de metal con las cifras ó guarismos. El aparato está colocado sobre un pié móvil, ó que se puede trasladar de un punto á otro, y de la altura conveniente para que esté á la vista de todos los niños que reciben la leccion en comun.

TOMO I.

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Puede hacerse uso del abaco de dos maneras: 4. Considerando las cien bolas como unidades simples; 2.a considerando como unidades de diverso órden las bolas de distintos alambres; las del primero como unidades simples, las del segundo como decenas, las del tercero como centenas, etc.

Un mismo aparato puede destinarse á los dos usos. Conviene sin embargo valerse de dos tableros, que solo se diferencian entre sí en el color de las bolas. Las del abaco de unidades simples, ó conservan el mismo color de la madera, ó están pintadas, como aconsejan algunos, para llamar la atencion de los niños. En este último caso varian los colores de dos en dos bolas, ó, lo que es preferible, de alambre en alambre; de modo que la última de cada uno sobresale entre las otras por el color mas fuerte ó subido, aunque el mismo que las demas.

En el abaco de unidades de diverso órden, la última bola de cada alambre es de distinto color que las nueve anteriores, y del mismo que las del siguiente. Las nueve primeras bolas del alambre superior, están pintadas de igual modo y representan unidades; la décima bola completa la decena, pero es de distinto color, para que los niños comprendan desde luego, que no puede haber en cada alambre mas que nueve unidades del mismo órden, y pasen sin dificultad de la numeracion hablada á la numeracion escrita. Las nueve primeras bolas del segundo alambre representan decenas, y tienen el mismo color que la décima del primer alambre. La décima bola del segundo sirve para completar las diez decenas, y es de diferente color que las nueve anteriores. Las nueve primeras bolas del tercer alambre representan centenas; las del cuarto, unidades de millar, etc.; y siempre las nueve primeras bolas de cada alambre son de igual color que la décima del inmediato superior....

Por este sistema se puede contar hasta 9 billones, 999 millones, 999 mil, 999 unidades; mas no debe hacerse uso del tablero dis-> puesto en esta forma, hasta que los niños estén familiarizados con el otro, que es mucho mas sencillo.

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USOS DELS ABACO.-La naturaleza misma indica la marcha que debe seguirse en la enseñanza del cálculo. Cuando el niño co mienza á hacer uso de los sentidos, distingue diversos objetos que se le presentan bajo la relacion de número, y empieza á formar idea de la unidad y de la cantidad. En un principio, la idea del número va unida á la del objeto, pero despues se hace distincion entre el número y la cosa, y se llega á la idea abstracta de la cantidad y al

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