:: Publicamos el Diccionario de educacion y métodos de enseñanza con ánimo de llenar, en cuanto alcanzemos, un vacío de nuestra literatura pedagógica. Ni negamos los notables progresos de la educacion de la infancia entre nosotros, ni queremos ocultarnos con lisonjeras é infundadas ilusiones lo que nos falta que hacer en el particular. Desaparecen del recinto de la escuela y del seno del hogar doméstico envejecidas preocupaciones y prácticas viciosas multiplícanse los esfuerzos por difundir los buenos princi→ pios y los métodos racionales; pero amenaza sustituir á la antigua rutina otra rutina nueva, no menos perniciosa que la anterior, y es preciso combatirla aj tiempos b

Los principios, las reglas y las formulas generales de educacion, constituyen una sola parte, aunque importante, de la ciencia del encargado de dirigir y desenvolver las facultades de la criatura racional. Despues de los princi pios hay que estudiar su desarrollo; despues de las fór→ mulas, la oportunidad y el acierto en las aplicaciones. A maestro toca vivificar los principios y los ejemplos por medio de la reflexion y la experiencia propias, observando y examinando las de los demas. Adoptar una fórmula tal como se propone en un libro ó se practica en una escuela, sin discernimiento, sin modificarla segun las especiales circunstancias de los discípulos, segun el modo de ver y de sentir del que la adopta, equivale á entregarse por completo á la rutina, y este es el mal que, por desgracia, amenaza á nuestros establecimientos de educacion.cl

El régimen de algunas escuelas, ciertos libros desen← señanza, y otros mil testimonios que pudiéramos adueir, justifican nuestros temores. Girán en estrecho círculo,

mezquino hasta el estremo, las ideas de educacion, y se reduce la pedagogía á fórmulas empíricas y uniformes, que nada dicen al entendimiento, que nada significan en el terreno de la ciencia y que de nada sirven en el de la práctica. Mas de una vez nos hemos lamentado de esta tendencia y nos hemos propuesto consagrar nuestras tareas á un trabajo especial con el objeto de combatirla.

Nuestro primer pensamiento fué redactar un Tratado de pedagogía teórica y práctica que sirviera de complemento á otros trabajos sobre el particular, é hiciera apreciar la ciencia y el arte en toda su extension y bajo su verdadero punto de vista. Nos proponiamos hacer la historia de la manifestacion y desenvolvimiento gradual y progresivo de las facultades del discípulo como ser físico y racional, con la historia de los ensayos y prácticas del maestro hábil y entendido; tratábamos de explicar las cualidades y defectos del niño con las reglas generales y particulares para fomentar las unas y corregir los otros; pretendiamos, en fin, recorrer cada una de las materias del programa de la enseñanza elemental, desde los primeros rudimentos hasta el límite propio de cada una, tratándose de la niñez, indicando los métodos y prácticas racionales, y presentando como ejemplo, sin ánimo de imponerlo á nadie, lo que á nuestro juicio fuere mas aceptable y provechoso. Aspirábamos á componer un libro verdaderamente popular, tan distante de los indigestos y descarnados estractos de obras científicas, como de la trivial exposicion de prácticas y precedimientos fútiles y rutinarios á que se reducen por lo comun los libros que se llaman elementales. Circunstancias particulares, sin embargo, nos hicieron desistir de nuestra empresa, que en cierto modo llevamos á efecto, aunque bajo otra forma, con la publicacion del Diccionario, aprovechando gran parte de los materiales que teniamos preparados.

El Diccionario no es una série de definiciones mas o menos exactas, como pudiera creerse á primera vista, sino la reunion de verdades pedagógicas que se expresan en pocas palabras y es preciso extraerlas de volúmenes difusos é interminables; la coordinacion de conocimientos diseminados en multitud de obras, raras y costosas muchas

de ellas; en fin, una verdadera enciclopedia pedagógica. Comprende las ideas, los pensamientos, los principios, las reglas y las opiniones de escritores distinguidos de todas épocas y paises, y la historia sucinta de los progresos de la educacion y métodos de enseñanza. Explica la esencia y el espíritu de la educacion, el fin á que se encamina y los medios de dirigirla; expone en resúmen las observaciones, ensayos, tentativas y experiencias de los hombres prácticos con los principios que les sirvieron de guia y los re sultados obtenidos; y á la vez que señala fos progresos en vá el arte de educar é instruir, presenta como modelos diguos de imitación los esfuerzos y la vida toda de los que mas se han distinguido en este ramo. En suma, el Diccionario es la biblioteca, el repertorio del padre de familia y del maestro, donde el primero hallará consejos para la educacion de sus hijos, y el segundo un auxiliar que le guie en el ejercicio diario de sus funciones, todo con la autoridad de Quintiliano, Fenelon, Pestalozzi, Niemeyer etc. etc., y con la de hombres entendidos españoles y extrangeros que en la actualidad cultivan con fruto la pedagogía, y nos han dispensado su eficaz cooperacion en la tarea que nos hemos impuesto.

En un libro de esta clase no hay que buscar rigorosa unidad sino en el fin y tendencia del conjunto, y en cada uno de los artículos de por sí, encaminados todos á dar idea de la pedagogía, á inspirar aficion á su estudio y á encarecer su importancia y su necesidad á los encargados de la educacion. Segun el interés del asunto se trata este con mas o menos extension, y se consagran uno ó mas artículos á esclarecerlo, sin que esta falta de unidad en la forma afecte á la idea principal que domina en la obra.

Árdua y difícil la empresa que nos hemos propuesto, solo puede encontrar disculpa en nuestro buen deseo, y este es el título que principalmente alegamos en nuestro abono. Entregados por espacio de muchos años á los estudios pedagógicos, si nos falta ciencia nos sobra entusiasmo en tratándose de educacion y enseñanza. Hemos estudiado ademas en los libros y en el terreno de la prác- · tica nuestras escuelas y las de los paises mas civilizados de Europa; tenemos algun conocimiento de la literatura

pedagógica alemana, fuente de donde se deriva la de to dos los paises; hemos conferenciado sobre el particular con los directores y maestros de establecimientos célebres en Alemania y Suiza; contamos con la cooperacion de algunos de ellos, asi como con la de españoles no menos ilustrados, y esto nos autoriza á confiar en el resultado de

nuestras tareas.

Todos los artículos, tanto originales como traducidos, llevan el nombre del autor, y por lo que hace á los que son obra nuestra indicamos, cuando el asunto lo requiere, los libros que hemos consultado, ya porque no nos gusta apropiarnos ajenos merecimientos, ya para autorizar las doctrinas que nos proponemos difundir en provecho de la educacion.