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Berríos.-Rami Yáñez de Saravia. - Tomás de Pastene.-Luís de las Cuevas.

«Por ante mí, Nicolás de Garnica, escribano público i de cabildo.»

Este proyecto no se llevó a cabo.

Rodrigo de Quiroga no le prestó su aprobación, i el cabildo desistió de su acuerdo.

«En la ciudad de Santiago del Nuevo Estremo, viernes, a 30 días del mes de diciembre, cesante el año de nuestro salvador Jesucristo de 1575 años, estando juntos en cabildo e ayuntamiento los ilustres señores justicia e rejimiento de la dicha ciudad, es a saber, el capitán Juan de Cuevas, correjidor e justicia mayor de la dicha ciudad, e Alonso de Córdova, alcalde, e contador Francisco de Gálvez, e tesorero Antonio Carreño, e Santiago de Azoca e Agustín Briceño e Alonso Álvarez Berríos e capitán Rami Yáñez de Saravia e Tomás de Pastene e Luís de las Cuevas, rejidores, por ante mí, Nicolas de Garnica, escribano público de Su Majestad i del cabildo, habiéndose juntado para entender en cosas e negocios tocantes al servicio de Dios i de Su Majestad, se acordó e proveyó lo siguiente:

«En este dicho día, i en el dicho cabildo, los dichos señores justicia e rejimiento de la dicha ciudad, haciéndose cabildo en casa del mui ilustre Rodrigo de Quiroga, gobernador e capitán jeneral de este reino, e hallándose su señoría en el dicho cabildo, su señoría i los dichos señores dijeron que, por cuanto en 23 días de este presente mes e año este cabildo proveyó un auto acerca de las elecciones, como por él parece, en que se ordena que en tiempo de un año quedare de este cabildo uno por alcalde, lo cual es contra lo que tiene ordenado este cabildo, por tanto que revocaban e derogaban el dicho auto, e mandaban e mandaron que se guarde

el orden antiguo que esta ciudad e cabildo tienen. en hacer alcaldes e rejidores, i como está dicho. I los dichos señores lo firmaron. Rodrigo de Quiroga. -Juan de Cuevas.-Alonso de Córdova. -Francisco de Gálvez.—Antonio Carreño.-Santiago de Azoca.-Agustín Briceño. Alonso Alvarez Berrios.-Rami Yáñez de Saravia.-Tomás de Pastene.-Luís de las Cuevas.

«Ante mí, Nicolás de Garnica, escribano público»>.

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Los hechiceros en Chile.-Rodrigo de Quiroga nombra al capitán Alonso de Góngora para que juzgue i castigue a los indios hechiceros.-Pena de éstos.-La hoguera en Chile.-Escaso adelantamiento de Santiago en 1575.--Actas del cabildo durante ese año.

La hechicería es un delito que no figura en los códigos penales modernos.

Sin embargo, en otros tiempos, ha causado muchos quebrantos, muchas lágrimas, mucha sangre, mucha ceniza de carne humana quemada viva.

Los conquistadores, salvo raras escepciones, pensaban que el nuevo mundo era la tierra predilecta del demonio, como los paganos suponían que una comarca determinada era la mansión favorita de un dios o de una diosa.

Casi todos ellos sostenían que en la América. había indios que conversaban cara a cara con Satanás, i que ejecutaban sus órdenes con entera sumisión.

A juício de los cronistas mas antiguos, Chile estaba plagado de hechiceros.

Consúltense las obras de Alonso de Ovalle, Diego de Rosales, Miguel de Olivares; i se verá que estos historiadores lo afirman con todas sus letras. El 2 de enero de 1552, el procurador de ciudad

Francisco Miñez, entre varias peticiones hechas al cabildo, incluyó la siguiente:

«Que vuesas mercedes manden que cada seis meses del año vaya un juez de comisión para visitar la tierra sobre los hechiceros que llaman ambicamayos, dándole comisión para castigarlos con todo rigor de derecho; pues es público i notorio los muchos indios e indias que por los pueblos de los indios se hallan muertos mediante esto».

Reunidos en sesión el 4 de marzo Rodrigo de Araya i Alonso de Escobar, alcaldes ordinarios, Diego García de Cáceres, Juan Fernández Alderete i Juan de Cuevas, rejidores, decidieron acerca de este punto:

«Que en ello verán e proveerán lo que mas conviene a la república».

El procurador de ciudad no quedó satisfecho con este auto, que miró como un aplazamiento o como una evasiva.

Francisco Miñez reverenciaba a los sacerdotes de Dios, tanto, cuanto abominaba a los del diablo. Quería que a éstos se les persiguiese i esterminase.

No aceptaba dilaciones ni paliativos en materias relijiosas.

El 9 de noviembre de 1552, presentó a Pedro de Valdivia una solicitud entre cuyos capítulos venía el que copio a continuación:

«Otrosí pido a vuesa señoría que, porque los naturales se matan unos a otros, i se van consumiendo con ambis i hechizos que les dan, i en esto las justicias tienen algún descuído en no castigar, vuesa señoría mande que cada dos meses del año dos vecinos se vayan de Maipo hasta Maule a visitar la tierra, i otros dos vayan hasta Choapa. I vuesa señoría les dé poder como capitanes, para que con sumaria información tengan especial cuidado de

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