Las cien mejores poesías (líricas) de la lengua castellanaV. Suárez, 1908 - 350 páginas |
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... corriendo , El sol tiende los rayos de su lumbre Por montes y por valles , despertando Las aves y animales y la gente ; Cuál por el aire claro va volando , Cuál por el verde valle ó alta cumbre Paciendo va segura y libremente , Cuál con ...
... corriendo , El sol tiende los rayos de su lumbre Por montes y por valles , despertando Las aves y animales y la gente ; Cuál por el aire claro va volando , Cuál por el verde valle ó alta cumbre Paciendo va segura y libremente , Cuál con ...
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... corriendo . ¡ Cuántas veces , durmiendo en la floresta , Reputándolo yo por desvarío , Ví mi mal entre sueños , desdichado ! Soñaba que en el tiempo del estío Llevaba , por pasar allí la siesta , Á beber en el Tajo mi ganado ; Y despues ...
... corriendo . ¡ Cuántas veces , durmiendo en la floresta , Reputándolo yo por desvarío , Ví mi mal entre sueños , desdichado ! Soñaba que en el tiempo del estío Llevaba , por pasar allí la siesta , Á beber en el Tajo mi ganado ; Y despues ...
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... corriendo . ¿ Qué no se esperará de aquí adelante , Por díficil que sea y por incierto ? O qué discordia no será juntada ? Y juntamente qué tendrá por cierto , O qué de hoy más no tenerá el amante , Siendo á todo materia por tí dada ...
... corriendo . ¿ Qué no se esperará de aquí adelante , Por díficil que sea y por incierto ? O qué discordia no será juntada ? Y juntamente qué tendrá por cierto , O qué de hoy más no tenerá el amante , Siendo á todo materia por tí dada ...
Página 35
... corriendo . Siempre de nueva leche en el verano Y en el invierno abundo ; en mi majada La manteca y el queso está sobrado ; De mi cantar pues yo te ví agradada , Tanto , que no pudiera el mantuano Títiro ser de tí más alabado . No soy ...
... corriendo . Siempre de nueva leche en el verano Y en el invierno abundo ; en mi majada La manteca y el queso está sobrado ; De mi cantar pues yo te ví agradada , Tanto , que no pudiera el mantuano Títiro ser de tí más alabado . No soy ...
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... corriendo . Mas ya que á socorrerme aquí no vienes , No dexes el lugar que tanto amaste ; Que bien podrás venir de mí segura ; Y dexaré el lugar do me dexaste ; Ven , si por solo esto te detienes . Ves aquí un prado lleno de verdura ...
... corriendo . Mas ya que á socorrerme aquí no vienes , No dexes el lugar que tanto amaste ; Que bien podrás venir de mí segura ; Y dexaré el lugar do me dexaste ; Ven , si por solo esto te detienes . Ves aquí un prado lleno de verdura ...
Contenido
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Términos y frases comunes
adargas agora agua aire airón alegre Alhama Aliatar aliento alma amado amante amor aqueste ardiente aurora aves azor BALTASAR DEL ALCÁZAR bella Blanca de Castilla blando brazos caballo canto céfiro celestial cielo cierva corazon corona Despues Dexadme llorar Orillas dexó divino dolor dulce dulce libertad dura enojos eres escondido escucha espanto esperanza esposa eterno Favonio fiero Flandes flores Francisco Salinas fuego gente gloria Gnido guerra hermosa hermosura Huye impios Inés lágrimas Licio llanto llena mano mira mis ojos monte moro muda muerte mundo muro nieve ninfa noble noche nube ondas paso pastores patria pecho perdido piélago Poderoso caballero prado pura quiero rayo ribera Rodrigo Manrique rosas Salid sin duelo sangre serena silencio soberbia soledad sombra suelo suena sueño suerte suspiro Tántalo tierna tierra torno triste turba ufana valle vano velo ventura verdad viento virtud vitoria vivir vuelo Zenetes ΕΙ
Pasajes populares
Página 135 - No he de callar, por más que con el dedo, ya tocando la boca o ya la frente, silencio avises o amenaces miedo. ¿No ha de haber un espíritu valiente? ¿Siempre se ha de sentir lo que se dice? ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?
Página 67 - No me mueve, mi Dios, para quererte, el cielo que me tienes prometido, ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte.
Página 47 - ¡Qué descansada vida la del que huye el mundanal ru'ido, y sigue la escondida senda, por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido! Que no le enturbia el pecho de los soberbios grandes el estado, ni del dorado techo se admira, fabricado del sabio moro, en jaspes sustentado.
Página 36 - Con mi llorar las piedras enternecen su natural dureza y la quebrantan, los árboles parece que se inclinan; las aves que me escuchan, cuando cantan con diferente voz se condolecen, y mi morir cantando me adivinan. Las fieras que reclinan su cuerpo fatigado, dejan el sosegado sueño por escuchar mi llanto triste.
Página 61 - Buscando mis amores, iré por esos montes y riberas, ni cogeré las flores, ni temeré las fieras, y pasaré los fuertes y fronteras.
Página 20 - Cartas le fueron venidas que Alhama era ganada ; las cartas echó en el fuego, y al mensajero matara. «¡Ay de mi Alhama!» Descabalga de una muía, y en un caballo cabalga ; por el Zacatín arriba subido se había al Alhambra. « ¡ Ay de mi Alhama ! » Como en el Alhambra estuvo, al mismo punto mandaba que se toquen sus trompetas, sus añafUes de plata.
Página 142 - Salíme al campo, vi que el sol bebía los arroyos del hielo desatados; y del monte quejosos los ganados que con sombras hurtó su luz al día. Entré en mi casa: vi que amancillada de anciana habitación era despojos; mi báculo más corvo y menos fuerte. Vencida de la edad sentí mi espada y no hallé cosa...
Página 229 - DEL PIRATA Con diez cañones por banda, Viento en popa a toda vela No corta el mar, sino vuela Un velero bergantín: Bajel pirata que llaman Por su bravura el Temido, En todo mar conocido Del uno al otro confín. La luna en el mar riela, En la lona gime el viento, Y alza en blando movimiento Olas de plata y azul...
Página 183 - Sí, yo lo juro, venerables sombras; yo lo juro también, y en este instante ya me siento mayor. Dadme una lanza, ceñidme el casco fiero y refulgente; volemos al combate, a la venganza; y el que niegue su pecho a la esperanza hunda en el polvo la cobarde frente.
Página 109 - ... lejos. Ni estoy bien ni mal conmigo, mas dice mi entendimiento que un hombre que todo es alma está cautivo en su cuerpo. Entiendo lo que me basta, y solamente no entiendo cómo se sufre a sí mismo un ignorante soberbio.