Las cien mejores poesías (líricas) de la lengua castellanaV. Suárez, 1908 - 350 páginas |
Dentro del libro
Resultados 1-4 de 4
Página 135
... menos , más temida , En vanidad y en sueño sepultada . Y aquella libertad esclarecida Que en donde supo hallar honrada muerte Nunca quiso tener más larga vida . Y pródiga del alma , nación fuerte afrentas de los 135 DON FRANCISCO DE ...
... menos , más temida , En vanidad y en sueño sepultada . Y aquella libertad esclarecida Que en donde supo hallar honrada muerte Nunca quiso tener más larga vida . Y pródiga del alma , nación fuerte afrentas de los 135 DON FRANCISCO DE ...
Página 165
... hallar el precipicio Do nuestro error y su ilusión nos guían . Volamos en pos de ellas como suele Volar á la dulzura del reclamo Incauto el pajarillo : entre las hojas El preparado visco le detiene : Lucha cautivo por huir , y en vano ...
... hallar el precipicio Do nuestro error y su ilusión nos guían . Volamos en pos de ellas como suele Volar á la dulzura del reclamo Incauto el pajarillo : entre las hojas El preparado visco le detiene : Lucha cautivo por huir , y en vano ...
Página 174
... hallar dulce descanso y vida . Breve será ; que ya la tumba aguarda Y sus mármoles abre á recibirme ; Ya los voy á ocupar ... Si no és eterno El rigor de los hados , y reservan Á mi patria infeliz mayor ventura , Dénsela presto , y mi ...
... hallar dulce descanso y vida . Breve será ; que ya la tumba aguarda Y sus mármoles abre á recibirme ; Ya los voy á ocupar ... Si no és eterno El rigor de los hados , y reservan Á mi patria infeliz mayor ventura , Dénsela presto , y mi ...
Página 320
... loca multitud enardecida , 11 17 5 que principia á dudar y ya no espera hallar en otra luminosa esfera , bálsamo á los dolores de esta vida ? " J XXIII Como Cristo en la cúspide del monte , rotas 320 DON GASPAR NÚÑEZ DE ARCE.
... loca multitud enardecida , 11 17 5 que principia á dudar y ya no espera hallar en otra luminosa esfera , bálsamo á los dolores de esta vida ? " J XXIII Como Cristo en la cúspide del monte , rotas 320 DON GASPAR NÚÑEZ DE ARCE.
Contenido
1 | |
2 | |
14 | |
28 | |
34 | |
35 | |
42 | |
46 | |
105 | |
117 | |
123 | |
131 | |
141 | |
145 | |
174 | |
176 | |
60 | |
73 | |
75 | |
76 | |
82 | |
84 | |
92 | |
94 | |
97 | |
101 | |
104 | |
179 | |
207 | |
226 | |
232 | |
244 | |
273 | |
276 | |
300 | |
322 | |
349 | |
Otras ediciones - Ver todas
Términos y frases comunes
adargas agora agua aire airón alegre Alhama Aliatar aliento alma amado amante amor aqueste ardiente aurora aves azor BALTASAR DEL ALCÁZAR bella Blanca de Castilla blando brazos caballo canto céfiro celestial cielo cierva corazon corona Despues Dexadme llorar Orillas dexó divino dolor dulce dulce libertad dura enojos eres escondido escucha espanto esperanza esposa eterno Favonio fiero Flandes flores Francisco Salinas fuego gente gloria Gnido guerra hermosa hermosura Huye impios Inés lágrimas Licio llanto llena mano mira mis ojos monte moro muda muerte mundo muro nieve ninfa noble noche nube ondas paso pastores patria pecho perdido piélago Poderoso caballero prado pura quiero rayo ribera Rodrigo Manrique rosas Salid sin duelo sangre serena silencio soberbia soledad sombra suelo suena sueño suerte suspiro Tántalo tierna tierra torno triste turba ufana valle vano velo ventura verdad viento virtud vitoria vivir vuelo Zenetes ΕΙ
Pasajes populares
Página 135 - No he de callar, por más que con el dedo, ya tocando la boca o ya la frente, silencio avises o amenaces miedo. ¿No ha de haber un espíritu valiente? ¿Siempre se ha de sentir lo que se dice? ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?
Página 67 - No me mueve, mi Dios, para quererte, el cielo que me tienes prometido, ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte.
Página 47 - ¡Qué descansada vida la del que huye el mundanal ru'ido, y sigue la escondida senda, por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido! Que no le enturbia el pecho de los soberbios grandes el estado, ni del dorado techo se admira, fabricado del sabio moro, en jaspes sustentado.
Página 36 - Con mi llorar las piedras enternecen su natural dureza y la quebrantan, los árboles parece que se inclinan; las aves que me escuchan, cuando cantan con diferente voz se condolecen, y mi morir cantando me adivinan. Las fieras que reclinan su cuerpo fatigado, dejan el sosegado sueño por escuchar mi llanto triste.
Página 61 - Buscando mis amores, iré por esos montes y riberas, ni cogeré las flores, ni temeré las fieras, y pasaré los fuertes y fronteras.
Página 20 - Cartas le fueron venidas que Alhama era ganada ; las cartas echó en el fuego, y al mensajero matara. «¡Ay de mi Alhama!» Descabalga de una muía, y en un caballo cabalga ; por el Zacatín arriba subido se había al Alhambra. « ¡ Ay de mi Alhama ! » Como en el Alhambra estuvo, al mismo punto mandaba que se toquen sus trompetas, sus añafUes de plata.
Página 142 - Salíme al campo, vi que el sol bebía los arroyos del hielo desatados; y del monte quejosos los ganados que con sombras hurtó su luz al día. Entré en mi casa: vi que amancillada de anciana habitación era despojos; mi báculo más corvo y menos fuerte. Vencida de la edad sentí mi espada y no hallé cosa...
Página 229 - DEL PIRATA Con diez cañones por banda, Viento en popa a toda vela No corta el mar, sino vuela Un velero bergantín: Bajel pirata que llaman Por su bravura el Temido, En todo mar conocido Del uno al otro confín. La luna en el mar riela, En la lona gime el viento, Y alza en blando movimiento Olas de plata y azul...
Página 183 - Sí, yo lo juro, venerables sombras; yo lo juro también, y en este instante ya me siento mayor. Dadme una lanza, ceñidme el casco fiero y refulgente; volemos al combate, a la venganza; y el que niegue su pecho a la esperanza hunda en el polvo la cobarde frente.
Página 109 - ... lejos. Ni estoy bien ni mal conmigo, mas dice mi entendimiento que un hombre que todo es alma está cautivo en su cuerpo. Entiendo lo que me basta, y solamente no entiendo cómo se sufre a sí mismo un ignorante soberbio.