Las cien mejores poesías (líricas) de la lengua castellanaV. Suárez, 1908 - 350 páginas |
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Página 40
... hartan . Sin que de allí se partan , Con suspiros calientes , Más que la llama ardientes , Los enjugo del llanto , y de consuno Casi los paso y cuento uno á uno ; Juntándolos , con un cordon los ato . Tras esto 40 GARCILASO DE LA VEGA.
... hartan . Sin que de allí se partan , Con suspiros calientes , Más que la llama ardientes , Los enjugo del llanto , y de consuno Casi los paso y cuento uno á uno ; Juntándolos , con un cordon los ato . Tras esto 40 GARCILASO DE LA VEGA.
Página 81
... suspiro Cómo acabaste , fiera y orgullosa ? Quién pensó á tu cabeza daño tanto ? Dios , para convertir tu gloria en llanto Y derribar tus ínclitos y fuertes Te hizo perecer con tantas muertes . Llorad , naves del mar ; que es destruida ...
... suspiro Cómo acabaste , fiera y orgullosa ? Quién pensó á tu cabeza daño tanto ? Dios , para convertir tu gloria en llanto Y derribar tus ínclitos y fuertes Te hizo perecer con tantas muertes . Llorad , naves del mar ; que es destruida ...
Página 97
... suspiro de mi vida . } , De la pasada edad ¿ qué me ha quedado ? Ó¿qué tengo yo , á dicha , en la que espero , Sin ninguna noticia de mi hado ? ¡ Oh , si acabase , viendo cómo muerò , De aprender á morir antes que llegue Aquel forzoso ...
... suspiro de mi vida . } , De la pasada edad ¿ qué me ha quedado ? Ó¿qué tengo yo , á dicha , en la que espero , Sin ninguna noticia de mi hado ? ¡ Oh , si acabase , viendo cómo muerò , De aprender á morir antes que llegue Aquel forzoso ...
Página 118
... suspiro . Volved los ojos á mirarme humanos ; Que por las sendas de mi error siniestras Me despeñaron pensamientos vanos . No sean tantas las miserias nuestras Que á quien os tuvo en sus indignas manos Vos le dejeis de las divinas ...
... suspiro . Volved los ojos á mirarme humanos ; Que por las sendas de mi error siniestras Me despeñaron pensamientos vanos . No sean tantas las miserias nuestras Que á quien os tuvo en sus indignas manos Vos le dejeis de las divinas ...
Página 123
... suspiros Le dice aquestas palabras : « Salid al campo , Señor , Bañen mis ojos la cama ; Que ella me será tambien , Sin vos , campo de batalla . 50 . « Vestios y salid apriesa , Que el 123 DON LUIS DE GÓNGORA En la Ascensión, Imitación ...
... suspiros Le dice aquestas palabras : « Salid al campo , Señor , Bañen mis ojos la cama ; Que ella me será tambien , Sin vos , campo de batalla . 50 . « Vestios y salid apriesa , Que el 123 DON LUIS DE GÓNGORA En la Ascensión, Imitación ...
Contenido
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Términos y frases comunes
adargas agora agua aire airón alegre Alhama Aliatar aliento alma amado amante amor aqueste ardiente aurora aves azor BALTASAR DEL ALCÁZAR bella Blanca de Castilla blando brazos caballo canto céfiro celestial cielo cierva corazon corona Despues Dexadme llorar Orillas dexó divino dolor dulce dulce libertad dura enojos eres escondido escucha espanto esperanza esposa eterno Favonio fiero Flandes flores Francisco Salinas fuego gente gloria Gnido guerra hermosa hermosura Huye impios Inés lágrimas Licio llanto llena mano mira mis ojos monte moro muda muerte mundo muro nieve ninfa noble noche nube ondas paso pastores patria pecho perdido piélago Poderoso caballero prado pura quiero rayo ribera Rodrigo Manrique rosas Salid sin duelo sangre serena silencio soberbia soledad sombra suelo suena sueño suerte suspiro Tántalo tierna tierra torno triste turba ufana valle vano velo ventura verdad viento virtud vitoria vivir vuelo Zenetes ΕΙ
Pasajes populares
Página 135 - No he de callar, por más que con el dedo, ya tocando la boca o ya la frente, silencio avises o amenaces miedo. ¿No ha de haber un espíritu valiente? ¿Siempre se ha de sentir lo que se dice? ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?
Página 67 - No me mueve, mi Dios, para quererte, el cielo que me tienes prometido, ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte.
Página 47 - ¡Qué descansada vida la del que huye el mundanal ru'ido, y sigue la escondida senda, por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido! Que no le enturbia el pecho de los soberbios grandes el estado, ni del dorado techo se admira, fabricado del sabio moro, en jaspes sustentado.
Página 36 - Con mi llorar las piedras enternecen su natural dureza y la quebrantan, los árboles parece que se inclinan; las aves que me escuchan, cuando cantan con diferente voz se condolecen, y mi morir cantando me adivinan. Las fieras que reclinan su cuerpo fatigado, dejan el sosegado sueño por escuchar mi llanto triste.
Página 61 - Buscando mis amores, iré por esos montes y riberas, ni cogeré las flores, ni temeré las fieras, y pasaré los fuertes y fronteras.
Página 20 - Cartas le fueron venidas que Alhama era ganada ; las cartas echó en el fuego, y al mensajero matara. «¡Ay de mi Alhama!» Descabalga de una muía, y en un caballo cabalga ; por el Zacatín arriba subido se había al Alhambra. « ¡ Ay de mi Alhama ! » Como en el Alhambra estuvo, al mismo punto mandaba que se toquen sus trompetas, sus añafUes de plata.
Página 142 - Salíme al campo, vi que el sol bebía los arroyos del hielo desatados; y del monte quejosos los ganados que con sombras hurtó su luz al día. Entré en mi casa: vi que amancillada de anciana habitación era despojos; mi báculo más corvo y menos fuerte. Vencida de la edad sentí mi espada y no hallé cosa...
Página 229 - DEL PIRATA Con diez cañones por banda, Viento en popa a toda vela No corta el mar, sino vuela Un velero bergantín: Bajel pirata que llaman Por su bravura el Temido, En todo mar conocido Del uno al otro confín. La luna en el mar riela, En la lona gime el viento, Y alza en blando movimiento Olas de plata y azul...
Página 183 - Sí, yo lo juro, venerables sombras; yo lo juro también, y en este instante ya me siento mayor. Dadme una lanza, ceñidme el casco fiero y refulgente; volemos al combate, a la venganza; y el que niegue su pecho a la esperanza hunda en el polvo la cobarde frente.
Página 109 - ... lejos. Ni estoy bien ni mal conmigo, mas dice mi entendimiento que un hombre que todo es alma está cautivo en su cuerpo. Entiendo lo que me basta, y solamente no entiendo cómo se sufre a sí mismo un ignorante soberbio.