yo soy. Y esto mismo diré en todas partes, porque çertifico coram Deo et omnibus fratribus, quidquid alij dicant, que entre todas las Missio nes destas partes, es de las más seguras y meritorias y la más digna de perseuerar en ella, como sea sin juramentos y sin opiniones; pues sin los peligros de alma que ay en las otras, tiene en ella el ministro vn continuo martirio incruento, y con él aiuda a librar a muchos miserables del martirio eterno. Y créame V. C. que a no ser assí como digo, no huuiera estado yo en ella tantos años y padecido los traba xos que sólo el Señor sabe y ninguno de mis hermanos puede llegar a saber, para ponerla en el estado en que está. Y protesto a Dios y a V. C. que dará estrecha quenta al Señor el que fuere causa de su destruccion. Y si por mi poco espíritu doy algun mal exemplo a mis hermanos en dexarla pido perdon a toda essa nuestra santa Prouincia, y ruego a todos que, por su gran caridad, me encomienden a Dios. Y si algun castigo merezco, basta para mi tímido natural la liçencia de V. C. para boluer a passar tantos mares.

En todo estoy pendiente de la caridad de V. C., a quien me guarde Dios nuestro Señor los muchos años que supplico y me le dexe ver en el cielo.

Malaca, y Julio 12 de 1688.

De V. C. humilde súbdito y sieruo en el Señor.

Fr. Francisco de la Concepcion.

Al margen: Siruasse V. C. de irritarme vn voto que tengo echo, el qual más me sirve de escrúpulo que de prouecho.

P. LORENZO PÉREZ,

O. F. M.

MISCELÁNEA

El P. Fr. Antonio Sobrino.-Este religioso, natural de Salamanca, vistió el hábito franciscano en la Provincia de San José y fué Provincial de la de San Juan Bautista, de Valencia, predicador del rey Felipe III. Escribió algunas obras cientificas de indiscutible mérito (1). Fallecido en opinión de santidad el 10 de Julio de 1622, Felipe IV, a 23 de Diciembre de 1621, escribió al papa Urbano VIII la carta que aquí publicamos, sacada del Archivo de la Embajada. Documentos del siglo XVII, sección de Culto. Un mes más tarde, esto es a 22 de Enero de 1625, el Nuncio apostólico en Madrid, Mons. Julio Sacchetti, dió un decreto sobre la averiguación de las virtudes y milagros del Siervo de Dios, mandando que su cuerpo fuese trasladado a un lugar honorífico (2). Por desgracia, hasta el presente no ha adelantado mucho esta causa de beatificación.

«Muy Santo Padre:

>> Por lo que el Duque de Pastrana, del mi Consejo de Estado y mi embaxador, referirá a V. Santidad en mi Real nombre, entenderá los méritos y santas costumbres de Fr. Antonio Sobrino, prouincial que fué de la Orden de San Francisco, descalço de la Prouincia de Valencia y predicador del Rey mi padre y señor, que aya gloria, cuya muerte fué muy conforme a su vida, dexando nombre de varon justo y exemplar. Suplico a V. Beatitud que, dándole entera fee y crédito a lo que cerca desto de mi parte dixere, tenga por bien de fauorecer la buena memoria deste Sieruo de Dios y las cosas de su Religion, en lo que huuiere lugar, que en ello recibiré particular fauor de V. Beatitud, cuya muy santa persona nuestro Señor guarde al próspero y felice regimiento de su vniuersal Iglesia.

» De Madrid, a XXIII de Deziembre MDCXXIIII.

>> Yo El Rey.>>

P. JOSE M. POU Y MARTÍ,

O. F. M.

El P. Fr. Juan Gómez Mariño.-Entre los religiosos ilustres que honraron la Provincia de Santiago en el siglo XIX ocupa un puesto eminente el Pa

(1) Annales Ordinis Minorum, t. XXV, p. 60. Véase WADDINGO, Scriptores Ord. Min. y SBARALEA, Supplementum et castigatio ad Script. Ord., Roma, 1806, págs. 27 y 92, donde se halla el catálogo de las obras que escribió este Siervo de Dios.

(2) Bullarium Discalceatorum, t. II, págs. 60-4.

dre Juan Gómez, que nació el 2 de Agosto de 1777 en la parroquia de Santa María de Isorna, arzobispado de Santiago de Compostela, habiendo sido sus padres D. Manuel Gómez y D. Maria Mariño. Inclinado desde sus tiernos años al estado religioso, vistió el hábito franciscano en el convento de San Francisco de Santiago el dia 15 de Septiembre de 1793, habiéndolo recibido de manos del P. Fr. Andrés Ortoño, vicario del mismo convento (1). Hizo la profesión religiosa en manos del P. Fr. Gaspar Maquieira el 16 de Septiembre de 1794 (2).

Terminada con gran aprovechamiento la carrera eclesiástica en el año de 1806, ordenado ya de sacerdote, ingresó en el Colegio de Pasantes de Santo Domingo de Alba de Tormes, en el cual desempeñó el cargo de Secretario (3). En el Capitulo provincial celebrado en el convento de San Francisco de Benavente el 24 de Octubre de 1807, el P. Gómez salió elegido Lector de Artes para el convento de San Antonio de la Puebla del Dcán (4). Había en este convento estudio público de Artes y sagrada Teologia, y el P. Juan Gómez desempeñó, con laudable acierto, el cargo de Lector hasta el año 1818.

En el año de 1823 el Rmo. P. Fr. Cirilo Alameda y Brea, ministro general de la Orden, nombró al P. Gómez guardián del convento de San Francisco del Ferrol, y en 1826, en el Capitulo celebrado en el convento de León, fué designado para la guardiania de Betanzos (5), desempeñando estos cargos muy a satisfacción de los Superiores, de suerte que en el Capitulo celebrado en el mismo convento de León, en Junio de 1829, fué nombrado Definidor provincial, cargo que ocupó hasta que el sumo pontifice Gregorio XVI lo elevó al alto puesto de Procurador general de toda la Orden en la Curia Romana.

El Breve original de su elección se conserva en el Archivo de la Provincia de Santiago, Papeles varios, núm. 33. Mide 250 × 430 mm., y es del siguiente tenor:

«Gregorius XVI.

» Dilecte fili, salutem et apostolicam benedictionem.

Exponi Nobis nuper curavit dilectus filius Ludovicus Iglesias, hodiernus Minister generalis Ordinis Minorum Sancti Francisci (6), officium Procuratoris generalis dicti Ordinis, cui vale dixit dilectus filius Petrus Pinna ob adversam ejus valetudinem, vacuum esse ad praesens suppliciterque a Nobis exposcere ut alterum virum religiosum morum integritate, doctrina, prudentia aliisque qualitatibus ad hujusmodi explendum munus necessariis in dicti Petri locum sufficiamus. Nos igitur de te, qui Philosophiae ac Theologiae Lector ac Provinciae Sancti Jacobi Compostellan. dicti Ordinis Definitor existis, ac pluribus animi dotibus commendaris, multam fiduciam habentes teque speciali beneficentia et honore prosequi volentes et a quibusvis excommunicationis suspensionis et interdicti aliis

(1) Libro de recepción de Novicios... 1710, fol. 170r.

(2) Libro de profesión... 1710, fol. 129 r.

(3) Libro de Juras, ms. en el Archivo de la Provincia de Santiago, fol. 267r.

(4) Ib., fol. 268v.

(5) Véase el P. JUAN R. LEGÍSIMA, Héroes y mártires gallegos, pág. 157. Santiago, 1912. (6) Borrado: de Observantia Reformatorum nuncupatorum.

que ecclesiasticis censuris, sententiis et poenis, a jure vel ab homine quavis occassione vel causa latis, si quibus quomodolibet innodatus existis, ad effectum praesentium dumtaxat consequendum harum serie absolventes et absolutum fore censentes, te in Procuratorem generalem dicti Ordinis, cum omnibus privilegiis, juribus, honoribus et oneribus ac indultis hujusmodi officio attributis, auctoritate apostolica tenore praesentium eligimus et nominamus.

» Praecipimus, vero, omnibus dicti Ordinis, quibus praecipi est opus, ut te Procuratorem generalem agnoscant, utque in omnibus quae ad ejusmodi munus pertinent, tibi pareant et obediant, non obstantibus constitutionibus et ordinationibus apostolicis necnon dicti Ordinis etiam juramento, confirmatione apostolica vel quavis firmitate alia roboratis, statutis et consuetudinibus ceterisque contrariis quibuscumque.

>Datum Romae apud Sanctam Mariam Majorem, sub annulo Piscatoris, die XII Julij MDCCCXXXI, pontificatus nostri anno primo.

En el dorso: Dilecto filio Joanni Gomez Fratrum Ordinis Minorum S. Francisci de Observantia (1) nuncupatorum professori et Provinciae S. Jacobi Compostellan. Definitori.»

El P. Juan Gómez, siendo Procurador general de la Orden en Roma, comisionado por el Rmo. Iglesias, dió su aprobación en 1833 a una obra escrita por el sabio franciscano P. Fr. José Vidal y Galiana (2).

P. ATANASIO LÓPEZ, O. F. M.,

C. de las RR. AA. de la H. y G.

(1) Borrado: Reformatorum.

(2) Véase AIA. t. II, pág. 320.

BIBLIOGRAFÍA

6. Maas, P. Otto. O. F. M.-Cartas de China. -Documentos inéditos sobre Misiones Franciscanas en el siglo XVII.-Sevilla, Est. Tip. de J. Santiagosa, 1917. Un volumen de 190 páginas, 237 × 160 mm.

7. Id. Cartas de China. Segunda serie. Documentos sobre Misiones de los siglos XVII y XVIII.-Sevilla, Antigua Casa de Izquierdo y Compañía, 1917. Un vol. de 221 págs., más un mapa, 237 × 160 mm.

6. A la primera serie de Cartas de China precede un Prólogo, fechado en Mayo del año actual, en el que su autor indica el Archivo de procedencia, la razón de darlas a la prensa en la forma en que lo hace, la importancia que tienen para conocer con imparcialidad la historia de las Misiones y la causa de la divergencia entre los misioneros portugueses y españoles.

A este Prólogo sigue una Introducción, en la que hace un breve resumen de la historia de las Misiones franciscanas en China a partir del siglo XIII al XVII. El texto lo componen XXVII Cartas del P. Antonio de Santa Maria Caballero, págs. 13-125; más XI Cartas del P. Agustín de San Pascual, págs. 126-80. A continuación publica una bien pobre bibliografía de impresos, págs. 181-2, y los indices en las páginas siguientes.

El P. Otto Maas merece nuestros aplausos por esta publicación, si bien hubiéramos deseado que no lo hubiera hecho tan a la ligera, ya que nadie le iba a los alcances, pues aunque habiamos empezado nosotros en el número XX --Marzo-Abril, 1917 – del ARCHIVO IBERO AMERICANO, a publicar un estudio sobre las Misiones franciscanas de China, de propósito nos circunscribimos a las Misiones de la provincia de Kwang-tung, reservando para él las de la provincia de Shan-tung, a pesar de que en la carta que nos escribió el 29 de Mayo de 1914 desde Münster, pidiéndonos autorización para copiar las cartas del P. Antonio de Santa Maria, no era para pu blicarlas, sino para escribir una disertación sobre El renacimiento de la misión franciscana en China en los siglos XVI y XVII, que su profesor de la Universidad en que cursaba sus estudios le habia encargado para recibir el grado de doctor.

Acerca de la importancia de las Cartas del P. Antonio de Santa Maria creemos haber dicho ya bastante en el estudio biobibliográfico que de este misionero publicamos en Archivum Franciscanum Historicum, t. II, påginas 548-60; t. III, págs. 39-46, y t. IV, págs. 50-61 y 482-503. Las ocho primeras cartas del P. Agustín de San Pascual, continuador de la obra evangélica del P. Antonio de Santa Maria, son igualmente de sumo interés para