L

AS fatigas inseparables del descubrimiento y exâmen de las memorias que pertenecen á la insigne Ciudad y Santa Iglesia de Leon desde su origen hasta ahora, que es decir, en el espacio de mil y setecientos años, que han pasado desde su fundacion, tienen ya su deseado fin en el Tomo presente, que abraza la historia de los cinco ultimos siglos. La mayor proximidad del tiempo y de los sucesos que se ilustran en este tratado, será por ventura razon muy poderosa en el concepto de muchos, para creer, que su formacion havrá sido incomparablemente mas facil que la de los otros dos que tengo ya publicados de la misma Iglesia. Pero no es así; porque como se verá en el discurso de esta obra, ha sido necesaria en muchos lugares, una nueva y extraordinaria diligencia para esclarecer algunos espacios de tiempo sumamente obscurecidos, por no haverse logrado hasta ahora luces, que manifestasen las memorias que les correspondian. Por lo qual es indubitable, que del trabajo y coṇa

to

instrumentos, que me han servido de materiales para esta obra. Pero advirtiendo, que el M. Florez publicó en el Tomo XIV. los Cronicones de Sampiro y Don Pelayo, y con ellos la sucesion de los Reyes de Leon hasta Don Alonso VI. y que yo mismo havia insertado en los dos Tomos precedentes las principales observaciones que hice al tiempo de reconocer los referidos documentos, me ha parecido mas conveniente omitir aquí un tratado, en que sería forzoso reproducir muchas especies con fastidio de los literatos de nuestro, delicado siglo, reservandolo para ocasion mas oportuna.

Espero, que la publicacion de la obra presente llenará la complacencia con que han sido recibidas las dos precedentes sobre el mismo asunto, en vista de que con ella he acabado la ilustracion de las gloriosas memorias de una Ciudad y Sede Episcopal, que á pesar de su nobleza se hallaba desconocida en punto de sus antiguas y principales preeminencias; y de que he sacado de la obscurid y olvido en que yacian tantos y tan pre

esplendor de la misma Ciudad, conducen mucho á la perfeccion de la historia general de nuestro Reyno. Me persuado tambien, que el provecho que ha provenido de mi industria y aplicacion á esta obra, será reputado entre los mas juiciosos por una prueba evidente de que la historia de la Nacion subiria al grado mas alto de grandeza y magestad, y sería envidiable á todas las Provincias del mundo, los eruditos Españoles en vez de satisfacer su insaciable sed, y deseo de llenar el Reyno de obras extrangeras, y de escribir papeles poco ó nada importantes á la instruccion pública, se empleasen en descubrir y publicar las ventajosas glorias que en lo político y sagrado bonran y distinguen á nuestra pátria, Y á la verdad, si yo en medio de la flaqueza de mi salud, ingenio, y habilidad he podido trabajar y dar á luz algunas obras, de las quales aún por confesion de los Escritores extrangeros que las mencionan, resulta un gran servi cio al Reyno, á la Republica literaria, y á toda la Iglesia ¿qué adelantamientos no podriamos prometernos en orden á la pureza, y

los muchos Sabios que florecen en España, abrazasen con ardor y gusto la misma empresa, tomando cada uno aquella parte, que atendidas sus circunstancias le fuese mas facil, y mas conforme á su propension y genio?

En el fin de este breve prefacio debo manifestar mi gratitud y reconocimiento á los buenos oficios con que han favorecido y honrado mis trabajos D. Tomas Angel Gutierrez, Canónigo de la Sta. Iglesia de Leon, y los Señores Rectores de los Colegios de S. Bartolomé, Oviedo y Cuenca en Salamanca, de Sta. Cruz en VaIladolid, y de Malaga en Alcalá, y otros sugetos dignos de la estimacion pública por su bondad y talento, y por la diligencia con que me han comunicado algunas noticias que deseaba. Debo tambien expresar el nombre de D. Rafael Flo ranes mi amigo, cuya singular erudicion, exquisito gusto, é infatigable laboriosidad en atesorar libros raros, y piezas excelentes, y en hacer y escribir observaciones de mucha importancia para la historia, merecen la proteccion de los que tienen algun valimiento, y juntamente amor al beneficio público del Reyno.

AD