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>>honra grandemente, y se emplea >>con toda solicitud en levantar >>por todas partes casas y hospi>>cios, donde son recogidos, ali>>mentados y cuidados, tomándolos >>bajo su tutela. Además, prescribe >>á los ricos que dén lo supérfluo á >>los pobres, y les amenaza con el >>juicio divino, que les condenará >>á eterno suplicio, si no alivian las >>necesidades de los indigentes. En >>fin, eleva y consuela el espíritu de >>los pobres, ora proponiéndoles el >>ejemplo de Jesucristo, que siendo >>rico quiso hacerse pobre por nos>>otros, ora recordándoles las pala>>bras con las que les declaró bien>>aventurados, prometiéndoles la >>eterna felicidad.»

Si, pues, la Sabiduría divina, tan

maravillosamente acorde con la naturaleza de las cosas y la salud de los pueblos y príncipes, nos muestra tan claramente aquellas doctrinas y preceptos con que se atiende á la incolumidad y quietud de la sociedad, no cabe la menor duda que para fijar las reglas acerca los derechos de la Iglesia y del Estado no puede prescindirse de aquella autoridad representante del Dios vivo que tiene á su cargo guardar y defender en su incorrupta pureza el sagrado depósito de las verdades reveladas.

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III

Fond MAYEUR

La Iglesia es Sociedad visible, perfecta y suprema, y su existencia no depende de la voluntad de los poderes temporales.

s la Iglesia la república cristiana que nos mantiene unidos y trabados con Dios por medio de la verdadera fe y la obediencia y sumision á su Vicario en la tierra.

fundó

Sabemos que la instituyó y el mismo Hijo unigénito de Dios, Nuestro Señor Jesucristo, á fin de que

por

ella se perpetuara y propagara la

verdadera religion y tuvieran siempre los hombres luz segura é infalible que los guiara á la vida eterna. Para cumplir tan sublime encargo, le prometió Jesucristo su divina asistencia, dióle todo el poder que habia recibido de su excelso Padre, y quiso que fuese congregacion visible que reuniera en sí misma y por sí propia todos los medios necesarios á su perpetuidad y realizacion del fin para que la fundó, dotándola al efecto y en grado sumo de los caracteres de sociedad verdadera y perfecta (1).

(1) Creemos fuera del caso probar la divinidad de la Iglesia, que la sola humana razon no puede menos de declarar, atendiendo su maravillosa propagacion, su eximia santidad, su inagotable fecundidad en todos los lugares de la tierra,

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