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privilegiados con exclusion de los otros; ni una mezcla de elementos de especies diversas y encontradas, donde las miras parciales hagan perder de vista el bien comun; ni un fantasma vano de Córtes en que la corrupcion revista de formas y apariencias legales los actos del despotismo; ni una asamblea tumultuaria, elegida por un principe estrangero, y celebrada fuera del territorio español entre los artificios de la seduccion y las amenazas de las bayonetas. Será, sí, la reunion de una gran familia en que se ventilarán con dignidad y decoro sus mas caros y preciados intereses, y sin desafueros ni agravio de nadie se expresará la voluntad general de todos. En ellas se vé por la primera vez el pueblo español representado en toda su integridad y arbitro absoluto de sus destinos. Las edades venideras oirán con admiracion, y la presente mira con asombro, la conducta heroica de una nacion generosa y magnanima, que acometida por todos los medios que la astucia pueda añadir al poder, aprisionado alevosamente su rey, ocupadas por traicion sus fortalezas, disuelto su gobierno, se atrevió á alzar la frente contra la opresion; y que sin desalentarse por las desgracias de dos años de una guerra casi siempre calamitosa, ocupada por el enemigo gran parte de la peninsula, rotos y deshechos sus ejércitos, redoble con nuevo vigor sus esfuerzos, no dude de la victoria, y se reuna para determinar y dirigir los medios de conseguirla. Y ¿donde se reune? Al frente y á la vista de las legiones del tirano; los espectadores divisan los centinelas de los barbaros desde el mismo parage en que presencian las deliberaciones: el ruido de las caxas é instrumentos marciales interrumpe la atencion de los discursos que salen de la tribuna de las arengas; y el eco del cañon enemigo alterna en las bovedas de la sala con el de las voces de los padres de la patria.

Hermanados allí felizmente los talentos y las virtudes, agitan los grandes negocios, que han dado motivo á su convocacion, con la rectitud que exige el comun peligro, y el entusiasmo que excita la grandeza del asunto y la espectacion de los pueblos. Allí se preparan los medios de arrojar de nuestro suelo al enemigo, de restituir la libertad á FERNANDO, y de dar á España una Constitucion que asegure para siempre su prosperidad y gloria. Allí se ven mezclados fraternalmente los di

putados europeos con los de las provincias remotas del oriente y occidente; los representantes de los paises libres y felices, con los de las provincias oprimidas y acongojadas; los elegidos entre los aplausos de una muchedumbre regocijada y los nombrados con sobresalto y susto entre las cuchillas enemigas. Todos ellos componen una sola representacion, sin distinciones odiosas, ni diversidad de clases ni derechos, y todos participan con igualdad de las gloriosas tareas dirigidas á salvar la nacion. Así lo piden las leyes inmutables y eternas de la justicia; la convocacion de los habitantes de nuestras provincias de América, Africa y Asia, y el señalamiento del puesto que sus procuradores han de ocupar en el santuario de la ley, han principiado á reparar una grande y larga injusticia y á restablecer los derechos de nuestros hermanos de Ultramar, sobradamente desatendidos, no por culpa de la nacion, que se ha apresurado á reconocerlos desde el punto en que ha podido, sino por las desgracias y calamidades de los tiempos anteriores. No habrá ya colonias y metropoli, sino provincias iguales entre sí, partes integrantes é indivisibles de un imperio vasto y poderoso, que repartido en los dos emisferios é inaccesible en casi toda su extension á los tiros del opresor del continente europeo, opondrá á sus esfuerzos impotentes recursos inmensos y no conocidos hasta ahora. Conocerá el mundo y el tirano mismo que quando vocifera concluida la conquista de España, no ha invadido más que su frontera, ni pele ado más que con su vanguardia. ¡Mengua y oprobio sempiterno á los malvados que aspiran baxo frívolos é infundados pretextos á introducir la division en la gran familia y á favorecer de este modo los detestables designios del usurpador! Los españoles débiles y cobardes que creyesen irresistible el jigantesco poder de Bonaparte, y por esta consideracion abandonan la causa española, ¿cómo podrán menos de mirar con envidia la suerte y claro nombre de sus defensores? Si los extraordinarios aprestos del agresor no han podido vencer las resistencias poco combinadas que hasta ahora se le han ofrecido: si ha consumido ya en esta empresa una parte muy considerable de sus fuerzas y riquezas; ¿con qué cuenta para sojuzgar á España, quando animada de un nuevo espíritu, y estrechando con nuevos y más firmes lazos los pueblos que componen la vasta extension de sus do

minios, va á concentrar su poder y sus recursos? Hasta aqui han peleado separadamente algunas provincias; ahora la nacion española toda entera se presenta á combatir con el déspota de Francia. De un lado están la justicia, la constancia y el honor; del otro la sinrazon, la astucia y la perfidia; de un lado los remordimientos y la inquietud del delito; del otro la firmeza y serenidad de la virtud; de un lado el desprecio de la religion y la impiedad cubierta con el manto de la mas abominable hipocresía; de otro la religiosidad y la confianza en el favor divino, que aun en medio de los mayores reveses ha solido alentar con claras señales nuestras esperanzas; de un lado tropas aguerridas, pero de esclavos, conducidas por el temor y arrastradas por la codicia; del otro tropas bisoñas, pero de ciudadanos, que combatidos por la adversidad no desesperaban de la salud de la patria; de un lado un trono fundado por la usurpacion, mantenido por la violencia, amenazado sordamente por el descontento universal de los pueblos que le sostienen á despecho; de otro un rey cautivo, pero que reyna desde su prision en el corazon de sus vasallos, unico apoyo estable y solido de los tronos; de un lado una nacion, de otro un hombre; aquella inmortal por su naturaleza, este expuesto á los peligros comunes de la humanidad, y además á los peculiares de los tiranos; de un lado todos los principios de la debilidad encubiertos con los prestigios pasageros y deleznables de la fortuna; de otro todos los elementos de la robustez y fortaleza que no han podido abatir los más terribles desastres; de un lado 20.000 sa telites que detestan interiormente á su jefe y están prontos á abandonarle si la suerte le abandona; del otro 25 millones de españoles que han jurado vencer ó morir en la demanda... La lucha será corta ó larga; pero el exito no puede ser dudoso.»>

CONCLUSION.

Aquí debe terminar esta Introduccion, á la cual se ha querido solo acarrear modestamente los materiales necesarios, para que más autorizados publicistas é historiadores forjen con ellos el eslabon que enlace las últimas Córtes generales de la Monarquía absoluta, concluidas en 5 de

Noviembre de 1789, y que servirán de remate à la publicacion de las Actas de las Cortes de Castilla, publicadas en coleccion por el Congreso de los Diputados, con las Córtes generales y extraordinarias instaladas en la Real Isla de Leon el 24 de Setiembre de 1810.

Desde esa última fecha en adelante existen Diarios de Sesiones, Actas de las Córtes, Colecciones de Decretos de las mismas, del Rey N. S., de la Reina Gobernadora y Coleccion legislativa, habiéndose restituido además al Archivo del Congreso muchos de los papeles y documentos separados del de las Córtes en 1814 y 1823, y que durante cincuenta años, hasta el de 1873, permanecieron cuidadosamente ocultos á las miradas investigadoras de la historia, ya en las mismas habitaciones del Rey D. Fernando VII, con el tejuelo de Papeles reservados, ya en los sótanos del Palacio Real de Madrid, desde la muerte de aquel monarca.

En esas colecciones de impresos y manuscritos, que se hallan hoy á disposicion de los Sres. Diputados, se puede estudiar la historia de todos los textos legales, que despues se agruparán por épocas, y formar cada cual acerca de ellos el juicio que le dicten su razon y su conciencia; juicio que no debia ni podia prevenirse por manera alguna en un trabajo como éste, destinado á ser igualmente útil, si en algo pudiera serlo labor tan exhausta de mérito, á ilustres hombres públicos de diversas opiniones, que tenian idéntico derecho a la imparcial y respetuosa neutralidad que se ha procurado sinceramente observar, como deber ineludible, en la narracion documentada á que se pone aquí punto.

1

ÍNDICE.

RAZON DEL MÉTODO.-A la Comision de Gobierno interior del
Congreso de los Diputados..

Paginas.

5 á 8

INTRODUCCION.

PARTE PRIMERA.

CAPÍTULO I.-Breve noticia de las principales leyes políticas
contenidas en los Códigos españoles anteriores á las Ordenan-
zas Reales de Castilla...

CAPÍTULO II.-Leyes de las Ordenanzas Reales de Castilla y de
la Nueva Recopilacion, relativas á las Córtes y sus Procura-
dores...

....

CAPÍTULO III.-Noticias relativas á las Córtes de Castilla en
los siglos XVI, XVII y XVIII.-Los tres Brazos del Reino en
las Córtes de Toledo de 1538, últimas de Castilla á que con-
currieron.-Epocas en que debian reunirse las Córtes.-Nom-
bramiento de los Procuradores y salarios de la procuracion.-
Exámen de los poderes.-Junta de Asistentes de Córtes.-
Lugar de las sesiones. - Dia de la proposicion y sesiones ordi-
narias. - Orden de votar los negocios en el Reino en las últi-
mas Córtes de Castilla durante el reinado de la Casa de Austria.
La Junta de Asistentes en las de 1712-1713....

CAPÍTULO IV.--Córtes generales de Madrid de 1789.-Convo-
catoria de las Córtes.—Ciudades de voto en Córtes.-Forma de
los poderes.-Señalamiento de dia para su reconocimiento.-
Actos preliminares de éste.-Lugar en que se verificó. - Solem-
nidades y órden en el exámen de los poderes y en el juramento
de los Procuradores.-Protestas y reclamaciones. - Resolucion
de la Junta de Asistentes de Córtes.-Falta de asistencia de
algunos Procuradores por hallarse enfermos. Acta del reco-
nocimiento.-Comunicacion á S. M.-Señalamiento de dia para

9 á 59

60 á 77

77 á 129

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