do en círculo reducido pretendieron contener los vuelos del genial franciscano. Su vida fué un combate continuo y en este combate conquistó lauros que únicamente á ciertas sienes se reservan. Como escritor era el más fecundo y el más ardiente de su época, sin excluir al mismo don Juan Cruz Varela; y como hombre fué un virtuoso patriota y un filántropo abnegado. Sus producciones que reunidas formarían algunos gruesos volúmenes, dejan mucho que desear del punto de vista del estilo, recargados de vocablos de ocasión, de expresiones excéntricas que, si nacían con felicidad en medio del ardor de la polémica, no por eso dejaban de afear el conjunto, á medida que se prodigaban con una espontaneidad que ponía á prueba las entendederas del más versado. En descargo de estos deslices literarios, cuya importancia era menor que el éxito que alcanzaban sus escritos, debe tenerse presente que el padre Castañeda alimentaba él sólo hasta ocho periódicos á la vez, sin contar sus hojas sueltas, versos y manifiestos extraordinarios y que su afìción los hacía casi diarios; que cada uno de esos periódicos tenía por objeto contestar á otros tantos adversarios que le salían al encuentro para herirlo, ridiculizarlo pero jamás vencerlo; y que siempre tenía en su mente preparado material para veinte periódicos, en el caso probable de que se aliasen contra él otros veinte escritores con el fin de tomar por asalto su barricada, á la cual no pudieron llegar ni los halagos de los poderosos, ni los ofrecimientos y amenazas del gobierno conmovido por su empuje. Fué entre nosotros el precursor esforzado de la prensa periódica que él elevó á la categoría de poder de estado. Fué sobre todo un carácter; un carácter en el que ¡ ojalá se modelase el sentimiento altruista y la acción virtuosa de la juventud en la cual cifran sus esperanzas los patriotas que van desapareciendo en ambiente cargado de escepticismo, de perversión y de pereza... Por eso era una fuerza. Su acción transuntaba en la práctica la verdad de la sentencia de Cicerón: Plebeia ingenia exemplis magis, quam ratione capiuntur. El pueblo más se mueve con ejemplos que con razones. He ahí al ciudadano. ÍNDICE CAPÍTULO I EL FRAILE PATRICIO La correcta aplicación de la virtud y el talento. Perfil de Fray Francisco de Paula Castañeda. —El obispo Moscoso lo ordena sacerdote ; estudios á que se dedica y esperanzas que hace concebir. - Sen- timientos que agitan su espíritu; su vocación por la enseñanza. Circunstancias que aplazan sus propósitos. Sus primeros trabajos literarios. - El padre Castañeda en el púlpito. -- Perfiles ori- ginales de su oratoria. — Conflictos entre él mismo y la obediencia. El prestigio de su palabra. - El panegírico de la Revolución en el año de 1815; política y sociabilidad de la colonia. - - Circuns- tancias que acentúan este carácter. Escasez de con el fraile. El convento de principios del siglo XIX. La idea revolucionaria. Los conventos como ayudadores de la revolución. Eficacia con que la prestigian. - Lo que era el convento de la Recolección. - Variedad de atenciones que absor- ben al padre Castañeda. Su pasión por la edu- cación. Escuela gratuita que fundó en el con- vento. El aula de dibujo. Los soldados alo- jados en el convento. — El padre pide cuartel para la juventud; su solicitud al Cabildo.- El Cabildo le da un salón en el Consulado; sus epístolas á La Gaceta con tal motivo. Inauguración de la Academia de Dibujo; el discurso del padre Casta- ñeda; el tesoro de la patria; concepto de la ense- ñanza ; ventajas del dibujo; proyecto de la sociedad filantrópica. Cómo conceptuaron este discurso CAPÍTULO III EL PROPAGANDISTA Fisonomía de la sociedad en que actuaba el padre - lémica que suscitan; los sonetos de Cavia. - Cas- tañeda versus Lafinur. Castañeda versus Ca- via. - - - Las diatribas de El Americano. - Manera CAPÍTULO IV EL ESTILO DEL PADRE CASTAÑEDA Motivos que indujeron al padre Castañeda á genera- ---- Reputación que le asignan los despechados: vinculación de esta festaciones del talento del arte. y Rabelais y verso. - Rabelais - Lo que serían si sc CAPÍTULO V 39 65 Situación po- lítica á fines del año de 1819. El Litoral an- te el Directorio Monarquista. — El año XX: cua- |