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bian huido. Vieron cuatro mancebos questaban cavando en sus heredades; así como vieron los cristianos dieron á huir, no los pudieron alcanzar. Anduvieron diz que mucho camino. Vieron muchas poblaciones y tierra fertilísima, y toda labrada y grandes, riberas de agua, y cerca de una vieron una almadía ó canoa de noventa y cinco palmos de longura de un solo madero, muy hermosa, y que en ella cabrian y navegarian ciento y cincuenta personas.

Sábado 19 de Diciembre.-No se partió por la misma causa del viento contrario, y porque llovia mucho. Asentó una cruz grande á la entrada de aquel puerto que creo llamó el Puerto Santo, sobre unas peñas vivas. La punta es aquella questá á la parte del Sueste, á la entrada del puerto, y quien hobiere de entrar en este puerto se debe llegar mas sobre la parte del Norneste á aquella punta que sobre la otra del Sueste; puesto que al pié de ambas, junto con la peña, hay doce brazas de hondo y muy limpio: mas á la entrada del puerto, sobre la punta del Sueste, hay una baja que sobreagna, la cual dista de la punta tanto que se podria pasar entremedias, habiendo necesidad, porque al pié de la baja y del cabo todo es fon-. do de doce y de quince brazas, y á la entrada se ha de poner la proa al Sudueste.

Domingo 2 de Diciembre.-Todavía fué contrario el viento y no pudo partir; dice que todas las noches del mundo vienta terral, y que todas las naos que allí estuvieren no hayan miedo de toda la tormenta del mundo, porque no puede recalar dentro por una baja que está al principio del puerto &a. En la boca de aquel rio diz que halló un grumete ciertas piedras que parecen tener oro; trújolas para mostrar á los Reyes. Dice que hay por allí á tiro de lombarda grandes rios.

Lunes 3 de Diciembre.-Por causa de que hacia siempre tiempo contrario no partia de aquel puerto, y acordó de ir á ver un cabo muy hermoso un cuarto de legua del puerto de la parte del Sueste: fué con las barcas y alguna gente armada: al pié del cabo habia ana boca de un buen rio (1), puesta la proa al Sueste para entrar, y tenia cien pasos de anchura: tenia una braza de fondo á la entrada ó en la boca; pero dentro habia doce brazas, ó cinco, y cuatro, y dos, y cabrian en él cuantos navíos hay en España. Dejando un brazo de aquel rio fué al Sueste y halló una caleta en que vido cinco muy grandes almadías que los indios llaman canoas, come fustas muy hermosas y labradas que diz era placer vellas, y al pié del monte vido todo labrado. Estaban debajo de árboles muy espesos, y yendo por un camino que salia á ellas, fueron á dar á una atarazana muy bien ordenada y cubierta que ni sol ni agua no les podia hacer daño, y debajo della habia otra canoa hecha de un madero como las otras, como una fusta de diez y siete bancos: era placer ver las labores que tenia y su hermosura. Subió una montaña

[1] Rio Boma. (Nav.)

arriba, y despues hallóla toda llana y sembrada de muchas cosas de la tierra, y calabazas, que era gloria vellas; y en medio della estaba una gran poblacion: dió de súbito sobre la gente del pueblo, y como los vieron hombres y mujeres dan de huir. Aseguróles el indio que llevaba consigo de los que traia diciendo, que no hobiesen miedo que gente buena era. Hízolos dar el Almirante cascabeles y sortijas de laton y contezuelas de vidrio verdes y amarillas, con que fueron muy contentos. Visto que no tenian oro ni otra cosa preciosa, y que bastaba dejallos seguros y que toda la comarca era poblada y huidos los demás de miedo; y certifica el Almirante á los Reyes que diez hombres hagan huir á diez mil: tan cobardes y medrosos son que ni traen armas, salvo unas varas, y en el cabo dellas un palillo agudo tostado; acordó volverse. Dice que las varas se las quitó todas con buena maña, resgatándoselas de manera que todas las dieron. Tornados adonde habian dejado las barcas envió ciertos cristianos al lugar por donde subieron, porque le habia parecido que habia visto un gran colmenar; antes que viniesen los que habia enviado ayuntáronse muchos indios y vinieron á las barcas donde ya se habia el Almirante recogido con su gente toda: uno dellos se adelantó en el rio junto con la popa de la barca, y hizo una grande plática quel Almirante no entendia, salvo que los otros indios de cuando en cuando alzaban las manos al cielo y daban una grande voz. Pensaba el Almirante que lo aseguraban y que les placia de su venida; pero vido al indio que consigo traia demudarse la cara y amarillo como la cera, temblaba mucho, diciendo por señas quel Almirante se fuese fuera del rio que los querian matar, y llegóse á un cristiano que tenia una ballesta armada, y mostróla á los indios, y entendió el Almirante que los decia que los matarian todos, porque aquella ballesta tiraba lejos y mataba. Tambien tomó una espada y la sacó de la vaina, mostrándosela diciendo lo mismo lo cual oido por ellos dieron todos á huir, quedando todavía temblando el dicho indio de cobardía y poco corazon, y era hombre de buena estatura y recio. No quiso el Almi*rante salir del rio, antes hizo remar en tierra hacia donde ellos estaban, que eran muy muchos, todos teñidos de colorado y desnudos como su madre los parió, y algunos dellos con penachos en la cabeza y otras plumas, todos con sus manojos de azagallas. "Lleguéme á ellos y diles algunos bocados de pan, y demandéles las azagallas, y dábales por ellas á unos un cascabelito, á otros una sortijuela de laton, á otros unas contezuelas; por manera que todos se apaciguaron y vinieron todos á las barcas y daban cuanto tenian, porque (1) que quiera que les daban. Los marineros habian muerto una tortuga y la cáscara estaba en la barca en pedazos, y los grumetes dábanles della como la uña, y los indios les daban un manojo de azagallas. Ellos son gente como los otros que he hallado (dice el Almirante), y de la misma creencia, y creian que veníamos del cielo, y de lo que tienen luego lo dan por cualquiera cosa que les den, sin

[1] Así el original: Debe decir por cualquiera cosa que les daban. (Nav.)

decir qués poco, y creo que así harian de especería y de oro si lo tuviesen. Vide una casa hermosa, no muy grande, y de dos puertas, porque así son todas, y entré en ella y vide una obra maraviПlosa, como cámaras hechas por una cierta manera que no lo sabría decir, y colgado al cielo della caracoles y otras cosas. Yo pensé que era templo, y los llamé, y dije por señas si hacian en ella oracion, dijeron que no, y subió uno dellos arriba y me daba todo cuanto allí habia, y dello tomé algo."

Martes 4 de Diciembre.-Hízose á la vela con poco viento, y salió de aquel puerto que nombró Puerto Santo: á las dos leguas vido un buen rio de que ayer habló (1): fué de luengo de costa y corríase toda la tierra, pasado el dicho cabo Lesueste y Quesnoroeste hasta el Cabo Lindo (2), questá al cabo del Monte al Leste cuarta del Sueste y hay de uno á otro cinco leguas. Del cabo del monte, á legua y media hay un gran rio algo angosto, pareció que tenia buena entrada y era muy hondo, y de allí á tres cuartos de legua vido otro grandísimo rio, y debe venir de muy lejos: en la boca tenia bien cien pasos y en ella ningun banco, y en la boca ocho brazas y buena entrada porque lo envió á ver y sondar con la barca, y tiene el agua dulce allí hasta dentro en la mar, y es de los caudalosos que habia hallado, y debe haber grandes poblaciones. Despues del Cabo Lindo hay una grande bahía que seria buen paso por Lesnordeste y Sueste y Sursudueste.

[1] El rio Boma (Nav.)

[2] Es la Punta del Fraile. (Nav.)

CAPITULO III.

DESCUBRIMIENTO DE LA ISLA DE SANTO DOMINGO.

Año de 1492 del dia 5 de Diciembre al 25 del mismo.

Descubrimiento de la Isla de Santo Domingo.-Entra el Almirante en la bahía del Mole de San Nicolás.-Visita el puerto del Escudo.-Na rega el canal y costas de la Tortuga, la bahía de Mosquitos, Gros. morne, Tres Rios, Puerto-Pé, el Acul, Limonade, y Puerto-Margot.Encalla la nao Santa María en Caracol.-Los indígenas de Santo Domingo, sus Caciques y sus tierras descritos por el Almirante.

CIENTO veinte y un dias habia que el Almirante vagaba en el Océano y en el descubrimiento de las islas Lucayas y en la de Cuba, cuando se acercó á la costa de Santo Domingo. No quiero aquí separarme del diario de navegacion del Almirante porque, prescindiendo de la poesía natural y candor de sus conceptos, describe con exactitud la costa del Norte de la Española, los puertos y rios que la adornan y los usos y costumbres de los indígenas, reservándome tratar de estos mismos objetos mas adelante.

Miércoles 5 de Diciembre.-Toda esta noche anduvo á la corda sobre el Cabo Lindo, adonde anocheció, por ver la tierra que iba al Leste, y al salir del sol vido otro cabo (1) al Leste á dos leguas y media: pasado aquel vido que la costa volvia al Sur y tomaba del Sudueste, y vido luego un cabo muy hermoso y alto á la dicha derrota, y distaba desotro siete leguas: quisiera ir allá, pero por el deseo que tenia de ir á la isla de Babeque que le quedaba segun decian los indios que llevaba al Nordeste, lo dejó. Tampoco pudo ir al Babeque porque el viento que llevaba era Nordeste. Yendo así miró al Sueste y vido tierra (2) y era una isla muy grande, de la cual ya tenian diz que informacion de los indios, á que llamaban ellos Bohio, poblada de gente. Desta gente diz que los de Cuba ó Juana, y de todas esotras islas tienen gran miedo porque diz que comian los hombres. Otras cosas le contaban los dichos indios, por señas, muy maravillosas: mas el Almirante no diz que las creia, sino que debian tener mas astucia y mejor ingenio los de aquella isla Bohio para los captivar quellos, porque erau muy flacos de cora

[1] Punta de los Acúles. (Nav.)

2] Esta es la Española segun parece. (Casas.)-Asì es. (Nav.)

zon. Así que porquel tiempo era Nordeste y tomaba del Norte, determinó de dejar á Cuba ó Juana, que hasta entonces habia tenido por tierra firme por su grandeza, porque bien habria andado en un parage ciento y veinte legnas; y partió al Sueste, cuarta del Leste, puesto que la tierra quél habia visto se hacia al Sueste, daba este resguardo porque siempre el viento rodea del Norte para el Nordeste, y de allí al Leste y Sueste. Cargó mucho el viento y llevaba todas sus velas, la mar llana y la corriente que le ayudaba, por manera que hasta la una despues de medio dia desde la mañana hacia de camino ocho millas por hora, y eran seis horas aun no cumplidas porque dicen que allí eran las noches cerca de quince horas: despues anduvo diez millas por hora; y así andaria hasta el poner del sol ochenta y ocho millas, que son veinte y dos leguas; todo al Sueste. Y porque se hacia noche mandó á la carabela Niña que se adelantase para ver con dia el puerto, porque era velera, y llegando á la boca del puerto (1), que era como la bahía de Cádiz, y porque era ya de noche envió á su barca que sondase el puerto, la cual llevó lumbre de candela, y antes quel Almirante llegase adonde la carabela estaba barloventeando y esperando que la barca le hiciese. señas para entrar en el puerto, apagósele la lumbre á la barca. La carabela como no vido lumbre corrió de largo é hizo lumbre al Almirante, y llegado á ella contaron lo que habia acaecido. Estando en esto los de la barca hicieron otra lumbre: la carabela fué á ella, y el Almirante no pudo y estuvo toda aquella noche barloventeando.

Jueves 6 de Diciembre.-Cuando amaneció se halló cuatro leguas del puerto; pásole nombre Puerto Maria (2), y vido un cabo hermoso al Sur, cuarta del Sudueste, al cual puso nombre Cabo del Estrella (3), y parecióle que era la postrera tierra de aquella isla hácia el Sur, y estaria el Almirante dél veinte y ocho milas. Parecióle otra tierra (4) como isla no grande al Leste, y estaria del cuarenta millas. Quedábale otro cabo muy hermoso y bien hecho, á quien puso nombre Cabo del Elefante (5) al Leste, cuarta del Sueste, y distábale ya cincuenta y cuatro millas. Quedábale otro cabo al Lesueste, al que puso nombre el Cabo de Cinquin; estaria dél veinte y ocho millas. Quedábale una gran escisura ó abertura ó abra á la mar, que le pareció ser rio (6), al Sueste y tomaba de la cuarta del Leste; habria dél á la abra veinte millas Parecíale que entre el Cabo del Elefante del de Cinquin habia una grandísima entrada (7), y algunos de los marineros decian que era apartamiento de isla; aquella puso por nombre la Isla de la Tortuga. Aque

[1] Puerto del Mole de San Nicolás en la isla Española. (Nav.)

[2] Puerto de San Nicolás. (Nav.)

[3] Cabo de San Nicolás. (Nav.)

[4] La continuacion de la costa septentrional de la Isla Española. (Nav.) [5] Es la Punta Palmista. (Nav.)

[6] Puerto Escudo ( Nav.)
[7] Canal de Isla Tortuga. (Nav.)

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