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de los hechos (1). Sus dictámenes como Consejero de Castilla en asuntos que afectaban á los religiosos, inspirados aquéllos, seguramente, en la rectitud de su severa conciencia; sus amargas verdades, en la triste y descarnada pintura de los vicios, defectos y abusos de los religiosos que los tiempos, la debilidad de los hombres, y aun si se quiere los individuos, más que las instituciones, habían engendrado, amenazando con atraer sobre ellos y sobre la patria daños incalculables; sus providencias como gobernante celoso y fiel cumplidor de las órdenes de su Soberano en lo relativo á cuestión tan vital para los regulares como la visita diocesana y el Real Patronato; su carácter enérgico é inflexible, incapaz de transigir ni de doblegarse al poderoso, é inadecuado para contemporizar con lo que él creía malo y susceptible de remedio, explican, aunque no disculpan, la enemiga de los expresados historiadores hacia el ilustre patricio D. Simón de Anda (2).

Anda y Salazar, cuya conducta fué la de un patriota heróico y de un gran capitán». (Dr. Montano: París, 1886.)

(1) En la Historia de los Padres dominicos se ataca á Anda rudamente y se censura á Mas por los elogios que le tributa; dicen que se pɔrtó mal con los agustinos, que tanto le habían ayudado en la guerra: podría haber estado en demasía enérgico; pero ¿qué iba á hacer, si ellos se negaban á obedecer al Rey y al Papa en lo de la visita diocesana y Patronato Real? ¿Iba á consentir que se burlaran de su autoridad é iba á negar al Arzobispo el auxilio que con razón y facultad bastante reclamaba?

(2) Nació Anda el 23 de Octubre de 1709 en Subijana, pequeña aldea de la provincia de Álava, situada á siete kilómetros de Vitoria.

Estudió letras en Murillo, latín en Salinas de Añana, filosofía en Vitoria y jurisprudencia en Alcalá, graduándose maestro en Artes, licenciado y doctor en Derecho.

En Madrid abrió bufete y llegó á conseguir gran fama en el ejercicio de la abogacía.

El 2 de Septiembre de 1755 fué nombrado magistrado de Manila, de

Por consecuencia de la muerte del invicto Anda y Salazar, se encargó del gobierno de Filipinas el teniente de rey D. Pedro Sarrio. Los moros infestaban más que nunca nuestras costas. Tratóse de tomar alguna providencia contra ellos, previo un expediente que fué al fiscal; éste pidió se comunicase á los oficiales contadores; de aquí pasó al asesor, y mientras transcurría el tiempo en idas y venidas, los moros asolaban el país impunemente. Al fin, con los 50.000 pesos mandados librar en virtud de la consulta de Anda, hizo Sarrio construir una escuadrilla de vintas, embarcaciones que, por su ligereza y poquísimo calado, eran más á propósito para la persecución de los piratas que las pesadísimas galeras, debiendo además llevar pilotos de la Real armada para reconocer las costas, levantar planos de los puertos, señalar los bajos y escollos, sondar los mares, etc.

Por Real orden de 12 de Enero de 1777, se dispuso que los indios se dedicaran al cultivo del lino y del cáñamo.

cuyo destino tomó posesión el 21 de Julio de 1761. Al ocurrir la invasión inglesa llevaba un año y dos meses de residencia en Manila y contaba cincuenta y uno de edad.

Es de notar que, según su partida de bautismo, fué hijo legítimo de Juan de Anda y de Francisca López de Armentia, y, sin embargo, firmó siempre Anda y Salazar. Quizá el primer apellido de su padre fuese Anda-Salazar, no obstante apellidarse Salazar también su abuela paterna, pues D. Tomás, el hijo de nuestro héroe, de quien hemos hecho mención en varias notas, se firmaba Anda y Salazar como su padre Don Simón, pudiéndose deducir de esto que uno y otro usaban sólo al firmar su apellido paterno. Respecto de este último extremo no nos cabe duda ninguna, porque de uno y otro hemos visto diferentes autógrafos.— (Véanse las partidas de bautismo y defunción de Anda. Apéndices XVI y XVII.)

El Sultán de Joló, Israel, fué envenenado por los partidarios del hijo de Bantilan, llamado, como su tío, AlíMudin. Este entró á gobernar á principios de 1778. Inmediatamente, y sin previa declaración de guerra ni hostilidad alguna por parte nuestra, emprendieron de nuevo los moros sus excursiones asoladoras á las provincias. limítrofes de su territorio.

Sarrio envió repetidas expediciones contra ellos, las más con buen éxito.

CAPITULO XI.

Mando de Basco y Vargas.-La Audiencia lleva á mal su nombramiento.- Oposición á sus mandatos y desavenencias con este motivo.Forma causa al regente y á varios magistrados.-Los embarca para España y América.-Pérdida de la nao en que iban estos últimos.— Consagrase Basco á la administración del país, y dicta importantes mejoras para su progreso moral y material.-Desarrollo de la agricultura, industria y comercio.-Mejoras en la instrucción primaria. -Creación de jueces de acordada para persecución y castigo rápido de los criminales.-Reparación de las fortificaciones y artillado de los fuertes.-Revócase la orden de expulsión de los chinos.-Disposiciones sobre aduanas.-Proyecto de un Hospicio general.-Regimientos de milicias.-Crea Basco la Sociedad Económica.-Establece el estanco del tabaco en Luzón.-Inmenso beneficio por esta medida.-Propone la creación de la Compañía de Filipinas.-Establecimiento y noticias acerca de esta Sociedad.— Visitas á las provincias. -Expediciones al país de los igorrotes.-Declara el corso contra los piratas moros.-El capitán Gómez desaloja á los piratas de Mamburao. Renace el comercio entre Visayas y Luzón. —El sultán de Joló solicita paces. Contribución voluntaria de los bulaqueños y pampangos para construcción de vintas. - Brillante campaña de Gómez contra los moros en Burias.-Ventajas en Misamis.-Suceso erótico de un datto moro.-Creación de la medalla premio al valor.—Conquista de las islas Batanes.-Incursiones de los moros por las Visayas. -Muerte del Obispo de Ilocos y de la madre Paula.-Naufragio del Antelope en las Palaos.-Armonía entre los ingleses náufragos y los isleños. - Creación de la Intendencia.-Se encarga Carvajal de ésta y de la Superintendencia de Hacienda. — Intendencias de provincias. -Supresión de estos centros. -Disposiciones favorables al tráfico interior. Sublevación y sumisión de los infieles de Ituy y Panique.-Estanco de la pólvora. -Renuncia de Basco.-Sus excelentes condiciones de mando y mejoras en todos los ramos de la administración.- Mercedes que se le otorgan.

En Julio de 1778 el electo gobernador general de las Islas, D. José de Basco y Vargas, capitán de fragata de la marina real, tomó posesión de su importante destino.

La Audiencia se consideró rebajada al verse presidida por una autoridad cuya graduación en la Armada únicamente le daba derecho al tratamiento de usted, mientras que cada uno de los magistrados disfrutaba el de señoría; y así lo expuso al Rey, con súplica de que revocara el nombramiento.

La Corte rechazó tan absurda pretensión, y reprendió á los firmantes diciéndoles que á gran honra debían tener el ser presididos por un hombre como Basco, al cual, en prueba de estimación, remitió el Monarca su ascenso á capitán de navío.

El despecho de los magistrados convirtió en desencadenada oposición su malquerencia al Gobernador, y todos sus proyectos y medidas eran por ellos contrariados.

Atreviéronse á anular una providencia en que dicha autoridad disponía que un buque portugués recién llegado pagase el derecho de alcabala establecido, ó que abandonara la bahía en el término de cuarenta y ocho horas; y ante su tenacidad, inhibió á dicho tribunal conocer en el asunto, con orden de que le enviase los autos originales aquel mismo día (7 de Octubre de 1779). Hízolo así la Audiencia, bien á pesar suyo, expresándose en términos harto descorteses (1).

Desde entonces comenzaron los oidores á tener reu

(1) Firman este escrito-protesta los Sres. D. Diego Martínez de Araque, D. Félix Quixada y Obejero, D. Ciriaco González Carvajal y D. Manuel Castillo y Negrete.

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