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las costas de Visayas á los piratas samales; consiguió aumentar, mediante sus acertadas órdenes, las plantaciones de tabaco, y dictó útiles disposiciones acerca de las pesas y medidas.

También publicó diferentes bandos sobre moneda: uno en 13 de Septiembre de 1831, por el que se clasificaba en tres clases la moneda española desfigurada con marcas chínicas, determinando la aplicación que había de dársele, según su estado, y los derechos de habilitación de la llamada insurgente de las provincias de América; otro en 27 de Octubre de 1832, por el que se mandaba sustituir el resello por uno más sencillo, y se fijaban los derechos correspondientes; otro en 4 de Enero de 1834, por el que se ofrecían premios á los que descubrieran á los fabricantes de monedas falsas de cobre, y se prescribían los medios de impedir esa falsificación; otro en 9 de Septiembre del mismo año, por el que se ordenaba que en los estanquillos de rentas se excluye ran únicamente los cuartos de cobre rajados, agujereados ó rotos, los muy delgados y los de cobre amarillo; y otro de 20 de Diciembre siguiente, mandando variar los troqueles de resellar la moneda por los nuevos, con las cifras de Doña Isabel II.

A propuesta suya resolvió el Gobierno Supremo el establecimiento de un faro en la isla del Corregidor.

Un suceso cómico, que pudo tener fatales consecuencias y que prueba la facilidad con que los indios dan absoluto crédito á las más absurdas patrañas, ocurrió durante el mando de Enrile, y fué que más de 5.000 personas de ambos sexos que trabajaban en la Fábrica de Tabacos se alborotaron y huyeron por haber corrido la noticia de que los soldados del regimiento de Asia iban á ir por los pueblos cogiendo á los niños para de

gollarlos y regar las minas de oro con su sangre, á fin de que se hallase en abundancia este metal, costando mucho trabajo persuadirles de su necio temor.

Enrile ha sido uno de los más inteligentes y laborio sos gobernantes que ha tenido Filipinas.

Débele el país transcendentales mejoras materiales, de tanta importancia como las grandes carreteras de Luzón, que han facilitado el tráfico de una s provincias con otras, poniéndolas á la vez en comunicación postal por medio de los correos por él establecidos, y le es deudora la administración de reglas y procedimientos científicos y ordenados en todos los ramos que han contribuído al desenvolvimiento de los intereses generales, acrecentando considerablemente la riqueza pública (1). La agricultura, el comercio, la navegación experimentaron asimismo los resultados de la acertada gestión de este ilustre Gobernador, dimanando de su época el rápido progreso que de entonces acá han alcanzado estos importantísimos factores del común bienestar, merced, en mucha parte, al impulso recibido con las medidas. conducentes á su natural desarrollo dictadas por él.

(1) La administración de Filipinas comenzó á desarrollar principios generales, prácticas é instituciones propias durante el mando del General Enrile (1830 á 1835). Hasta entonces no había ideas sobre la división de poderes, y fuera de la sencilla gestión económica por la cual se recaudaba el tributo y se administraban las rentas del tabaco, de alcoholes y de bonga, que constituían el sistema financiero de la época, todo lo demás, en las relaciones de los administrados con la administración, marchaba á la buena de Dios, entre autos y diligencias, porque la fórmula jurídica se aplicaba á todo, con su correspondiente arancel de derechos como en los pleitos civiles». (Introducción al folleto Documentos para la historia de la administración de Filipinas, por D. José Felipe del Pan: Manila, 1891.)

Al regreso á España de Enrile, se resolvió que la Comandancia de marina de Filipinas siguiese á cargo del Capitán General que le sucediera, asesorándole en la parte facultativa un brigadier de la Armada, con el título de Segundo Comandante del Apostadero.

CAPITULO XXII.

Mando de Torres.—Son elegidos Camba y Lecaros diputados para las Cortes del Estamento.-Disposiciones militares. -Muerte de Torres. -Interinidad de Cramer.—Instrucciones sobre galleras y radicación de chinos.- Jefes de milicias.-Quejas contra el resguardo en provincias. —Llega el Segundo cabo Salazar y se encarga del Gobierno. -Impuesto del sello sobre documentos para el giro.-Disposiciones de la Reina Gobernadora.-Convocatoria de Cortes para revisar el Estatuto.-Apruébanse los poderes de Camba y Lecaros y juran el cargo. Sus trabajos en las Cortes.-Disolución del Estamento.Bando sobre moneda.-Nuevas Cortes. -Disolución de éstas y convocatoria de otras. — Nueva elección en Manila.—Son reelegidos los diputados anteriores.-Ocupa Urréjola la Intendencia y Superinten dencia. Decreto sobre armas y pólvora.-Motín de la Granja.Convocatoria de Cortes con arreglo á la Constitución de 1812.-Modo de hacerse las elecciones en Filipinas.—Tratado de comercio con el Sultán de Joló.-Extraña afirmación del Ministro de Marina.— Convenio con el régulo de Maluso.-Aprueban las Cortes aquel Tratado.-Supresión del Real Consejo de España é Indias.-Expedición contra los igorrotes.—Su ineficacia.—Peñaranda desaloja de Masbate á los piratas. Establece telégrafos de señales en el Sur.-Aboga Salazar por el envío de misioneros.-Petición, en sesión secreta, del diputado Sancho respecto al régimen de las provincias de Ultramar. -Dictamen de las Comisiones de Constitución y Ultramar.-Parte referente á Filipinas. - Discusión en las Cortes.-Es aprobado el dictamen.-Suprímese la representación en Cortes de dichas provincias.-Reminiscencias en Manila de los sucesos de la Granja. -Recíbese orden de no innovar el régimen existente.-Creación de la Inspección de Minas. -Nueva elección en Manila de diputados.--No llegan á tomar asiento en las Cortes.-Disposiciones sobre moneda. -Real orden sobre provisión de Alcaldías y Gobiernos. -Promúl

gase la Constitución de 1837.-Trabajos de la Sociedad Económica. -Premios á los agricultores.-Informe de Matta sobre buques de vapor.

Admitida la dimisión al General Enrile, fué nombrado para el mando de Filipinas el Segundo cabo don Gabriel de Torres, natural de la provincia de Valladolid, posesionándose en 1.° de Marzo de 1835.

Fué su primer acto de gobierno presidir la Junta para la elección de diputados que tuvo lugar el mismo día en que se posesionó del mando, siendo elegidos procuradores por Filipinas, para las Cortes del Estamento, el brigadier de ejército D. Andrés García Camba, á la sazón residente en Manila, y el abogado filipino don Juan Francisco Lecaros, que se hallaba en Madrid en comisión del Ayuntamiento de Manila (1), estando compuesta la mayoría de dicha Junta de españoles peninsulares.

(1) En Carta acordada del Secretario del Despacho de Hacienda de Indias, de 18 de Septiembre de 1831, firmada por Calomarde, se traslada á D. Mateo de Agüero una Real orden, que dice:

«Conformándose el Rey nuestro Señor con lo expuesto por el Contador general de la América septentrional, se ha servido declarar y mandar que no fué ni es necesaria ni conveniente, bajo ningún concepto, la comisión conferida por el Ayuntamiento de Manila el año de 1829 á D. José Morelló y D. Juan Lecaros, que aun en el caso de haber sido de alguna utilidad á aquellas Islas el envío á la Corte de éstos ú otros comisionados, no pudo ni debió el Ayuntamiento proceder á ello sin permiso de la Real Audiencia de las mismas Islas; que tampoco ha podido ni puede el referido Ayuntamiento disponer por sí de los fondos de propios para estos objetos, y, por tanto, que no debe admitirse en cuenta el importe de las exorbitantes dietas de ocho duros diarios de estos comisionados, ni el de los demás gastos de la Comisión, debiéndose procurar con eficacia el reintegro, etc., «que no tolere jamás el envío de comisionados sin causa notoria», etc.

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