Cuando era nuevo el mundo y producia Gentes, como salvajes, indiscretas, Y el cielo dió furor á los poetas Y el canto con que el vulgo los seguia, Fingieron dios á amor y que tenia
Por armas fuego, red, arco y saetas, Porque las fieras gentes no sujetas Se allanasen al trato y compañia; Despues viniendo á mas razon los hombres, Los que fueron mas sabios y constantes Al amor figuraron niño y ciego,
Para mostrar que de él y de estos nombres Les viene por herencia á los amantes Simpleza, ceguedad, desasosiego.
Vivo sin vivir en mí,
Y tan alta vida espero,
Que muero porque no muero.
Aquesta divina union
Del amor con que yo vivo, Hace á Dios ser mi cautivo, Y libre mi corazon: Mas causa en mi tal pasion Ver á Dios mi prisionero, Que muero porque no muero.
¡Ay! que larga es esta vida!
¡Qué duros estos destierros, Esta carcel y estos hierros En que el alma está metida! Solo esperar la salida, Me causa un dolor tan fiero, Que muero porque no muero.
¡Ay! qué vida tan amarga Do no se goza el Señor! Y si es dulce el amor, No lo es la esperanza larga: Quiteme Dios esta carga, Mas pesada que de acero, Que muero porque no muero.
Solo con la confianza, Vivo de que he de morir, Porque muriendo el vivir Me asegura mi esperanza: Muerte do el vivir se alcanza, No te tardes, que te espero, Que muero porque no muero.
Mira que el amor es fuerte: Vida, no me seas molesta; Mira que solo te resta, Para ganarte perderte; Venga ya la dulce muerte, Venga el morir muy lijero, Que muero porque no muero.
Aquella vida de arriba
Es la vida verdadera: Hasta que esta vida muera, No se goza estando viva: Muerte, no me seas esquiva; Vivo muriendo primero, Que muero porque no muero.
Vida, ¿qué puedo yo darle A mi Dios, que vive en mí, Si no es perderte á tí, Para mejor á él gozarle? Quiero muriendo alcanzarle, Pues á él solo es el que quiero, Que muero porque no muero.
Estando ausente de tí,
¿Qué vida puedo tener? Sino muerte padecer La mayor que nunca ví: Lástima tengo de mí, Por ser mi mal tan entero, Que muero porque no muero.
El pez que del agua sale Aun de alivio no carece: A quien la muerte padece, Al fin la muerte le vale: ¿Qué muerte habrá que se iguale A mi vivir lastimero?
Que muero porque no muero.
Cuando me empiezo á aliviar Viéndote en el Sacramento, Me hace mas sentimiento El no poderte gozar: Todo es para mas penar, Por no verte como quiero, Que muero porque no muero.
Cuando me gozo, Señor, Con esperanza de verte; Viendo que puedo perderte: Se me dobla mi dolor: Viviendo en tanto pavor, Y esperando como espero, Que muero porque no muero.
Sácame de aquesta muerte, Mi Dios, y dame la vida: No me tengas impedida En este lazo tan fuerte: Mira que muero por verte, Y vivir sin tí no puedo, Que muero porque no muero.
Lloraré mi muerte ya,
Y lamentaré mi vida, En tanto que detenida Por mis pecados está. ¡0 mi Dios, cuando será, Cuando yo diga de vero, Que muero porque no muero!
No me mueve, mi Dios, para quererte, El cielo que me tienes prometido, Ni me mueve el infierno tan temido Para dejar por eso de ofenderte. Tú me mueves, mi Dios; muéveme el verte Clavado en esa cruz y escarnecido; Muéveme ver tu cuerpo tan herido; Muévenme las angustias de tu muerte: Muéveme en fin tu amor de tal manera
Que, aunque no hubiera cielo, yo te amara, Y, aunque no hubiera infierno, te temiera. No me tienes que dar porque te quiera, Porque, si cuanto espero no esperara, Lo mismo que te quiero te quisiera.
Que llevaba por registro en su breviario.
Nada te turbe,
Nada te espante, Todo se pasa; Dios no se muda,
La paciencia Todo lo alcanza; Quien á Dios tiene
Nada le falta:
Solo Dios basta.
CARTA Á SU HIJO.
Dulce hijo de mi vida,
Juro por lo que te quiero Que no ser el mensajero Me causa pena crecida. Mas no cumplireis tres años, Sin que yo, mi bien, te vea, Porque alivio se provea Al proceso de mis años.
A Dios que mi pecho entiende Le pide, pues ángel eres, Lo ordene como tu quieres Y tu padre lo pretende. Dos veces al justo son
Las que el sol ha declinado Hasta el capricorni helado Desde el ardiente leon, Despues que, hijo querido, Puse tanta tierra en medio, Mas por buscar tu remedio Que mi descanso cumplido. Espérame, que ya voy, Do te veré y me verás, Puesto que conmigo estás, Adonde quiera que estoy. Mas al fin desta jornada Espero sin falta alguna A pesar de la fortuna Que seremos camarada. Prenderé tu blanca mano
Con esta no blanca mia. Y hacertehe compañia Como si fueras anciano. Y si algun camino luengo
Te cansa y causa embarazos Llevartehe sobre mis brazos Como en el alma te tengo. Dartehe besos verdaderos Y transformándome en tí, Parecerán bien en mí Los ejercicios primeros: Trompos, caños, morterillos Saltar, brincar y correr, Y jugar al esconder, Cazar avispas y grillos; Andar á la cojcojita
Con diferencia de trotes, Y tirar lisos virotes
Con arco y cuerda de guita;
Chifle en hueso de albarcoque, Pelota blanca y liviana Y tirar por cerbatana Garbanzo, china y bodoque;
« AnteriorContinuar » |