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Son métrica distincion
De los cuadrantes del dia,
De cuya acorde harmonía
Forman compases y son.
Son del tiempo y su vejez

La mas corriente moneda.
Joyas de rica almoneda,
Sellos del número diez.
Son del sol alternamente
Centinelas voladoras,
Discretas compartidoras
De los tratos de la gente.
Son alivio del tormento,

Son esperanzas del bien,
Y un alfabeto por quien
Discurre el entendimiento.
Son macizos eslabones

Que abrazan los elementos,
Conductos y ligamentos
De las anales sazones.
Porque el minuto y momento
Y los átomos instables
No fueron considerables
Hasta llegar á su aumento.
Así como no es persona
Un miembro, ni una faccion
Ni la unidad por razon
Por número se pregona.

Así pues las horas fueron
Términos fundamentales
De tiempos immemoriales
Que en siglos se convirtieron.
Y serán al fin postrero
Remate de la jornada,
Quando vuelva el primer nada
Y cierren ellas el cero.

Las horas son para orar,
El que lo olvida un orate
Como el que espera combate
Sin armas para lidiar,

Y son, mi hijo querido,
Para consideracion

De que las cosas que son
Pasarán cual las que han sido.

Obra con peso y medida
Y cogerás con decoro
De las horas aquel oro
Que enriquece mas la vida.
Y contino se te acuerde

De que el tiempo bien gastado,
Aunque parezca pasado,
No se pasa ni se pierde.
Pásase y piérdese aquel

Que los hombres gastan mal
Y es desdicha sin igual
Que se pierden ellos y él.
Todo el tiempo que vivimos
Hacia el morir caminamos:
Rodeando si velamos

Y atajando si dormimos.
De él que te burló primero
Guárdate la vez segunda,
Mas si en efecto segunda,
Vélate bien la tercera,
Y piensa que el trato vil
Redunda en tu menosprecio
Que si eres tres veces necio
Lo serás trescientas mil.
Nunca digas mala nueva,

Y si descanso codicias,
No le arriendes las albricias
Al correo que las lleva.
Esto, hijo, no se entiende
Cuando puede el desengaño
Evitar un nuevo daño
Que del primero depende.
Mas vale un tardar prudente,
Aunque causa pena esquiva,
Que la priesa intempestiva
Si el caso no la consiente.

No quiero decirte mas,
Que lo divino y humano
Es un fácil canto llano
Si razon lleva el compas.
Si el colegio de Talia
Te diere furor divino,
Sigue el honesto camino
Y nunca de él te desvia.

Sean por tí celebrados
Los generosos motivos,
No los amores lascivos,
Ni gustos desenfrenados,
Los insignes caballeros

Que murieron en la guerra,
No sátiros en la tierra,
Ni en el mar ninfas en cueros.
Las obras dignas de fama
Cantarás en grave estilo,
No las torpezas del Nilo
Ni mudanzas de una dama.
Oye misa cada dia

Y serás de Dios oido,
Témele y serás temido
Como un Rey decir solia.
Ama su bondad y en él
Amarás sus creaturas,
Y serán tus obras puras
En este mundo y aquel.
Téngate Dios de su mano,

Y para que el bien te cuadre,
Sirve á tu buena madre,

Ama á Juan tu dulce hermano
Y no me olvides. Tu Padre.

LOPEZ MALDONADO.

Floreció por los años de 1586.

CANCIONES.

I.

Quereros yo como á mí
Es ofender á los dos,
Y quereros como á vos
No hay querer que llegue allí.
Si lo que confiesa el mundo
Por tan urgente verdad
Negase mi voluntad,

Que es ser sin ningun segundo
Vuestro valor y bondad:
Si negase el alma mia

Que à vuestro ser me rendí,
Con ser tan loca porfía
Mayor ofensa seria
Quereros yo como á mí.
Porque cuando me quisiera,
Tanto cuanto me aborrezco,
Es vuestro ser de manera
Que lo que por fe merezco
Por flaqueza lo perdiera:
Porque ansí quiso dotaros
De mil perfecciones Dios
Y á todas aventajaros
Que parece que alabaros
Es ofender á los dos.
Si fuera mi entendimiento
Tal que supiera entenderos,
Y el mayor contentamiento
Que se puede haber sin veros
Quisiera hacer en mí asiento,
Señora, testigo es Dios
De lo que quiero deciros,
Que del bien que hay entre nos
Solo escogiera el serviros
Y quereros como á vos.
Mas quien podrá conocer

Cuanto bien en vos se encierra,
Pues hay de vuestro poder
Al mayor que hay en la tierra
Lo que hay del ser á no ser?
Diga el pintor cuya mano

Quiso haceros ansí
Vuestro valor soberano,
Pues entendimiento humano
No hay querer que llegue allí.

II.

Va y viene mi pensamiento
Como el mar instable y manso:
¿Cuando tendrá algun descanso
Tan continuo movimiento?

Parte el pensamiento mio
Cargado de mil dolores
Y vuélveme con mayores
De la parte do le envio.
Pero de esto en la memoria
Se engendra tanto contento
Que aunque parece violento
Cargado de pena y gloria
Va y viene mi pensamiento.
Como el mar mas sosegado
Le regala con la calma,
Así se regala el alma
Con tan dichoso cuidado:
Pero en mí mudanza alguna
No puede haber, pues descanso
Con el mal que me importuna,
Que no es sujeto á fortuna,
Como el mar instable y manso.

Si el cielo se muestra airado
El mar luego se embravece,
Y en mí cuando el mal mas crece
Se halla mas sosegado:
Ni en mí se cansa el penar
Ni yo de penar me canso,
Si algo me podria cansar
Es venir á imaginar
Cuando tendrá algun descanso.

Que aunque en el mas firme amor
Mil mudanzas suele haber
Como es de pena á placer
Y de descanso á dolor,
El que os tengo está fijado

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