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Si no tienen otras cosas:
Lo ménos es la figura
Para que yo el alma dé
Y lo mas un no sé qué
Que se halla por ventura.
La pasion dejan en calma
Tan soberanos despojos.
Pueden decir á los ojos
Pero no á los del alma:
Y yo soy de una hechura
Que nunca me aficioné,
Sino de algun no sé qué.
Un donaire extraordinario
Que promete maravillas,
Y está haciendo cosquillas
En el alma de ordinario
Es lo que mi fé procura,
Lo que siempre deseé,
Y en efecto es no sé qué
Que se halla por ventura.
De esta gloria sienten poca
Algunos que se desvelan
Por damas, que se les hielan
Las palabras en la boca:
Se pagan como en pintura
De solo lo que se vé,
Y olvidan el no sé qué
Que se halla por ventura.

LUIS MARTIN.

Murió ántes de 1600.

CANCION.

Vuelvo de nuevo al llanto,

Pues se esconde del sol la hermosura,

Y puesto el negro manto

Del cielo baja ya la noche escura
Y cargada de olvido,

A dar descanso al triste y afligido.

Solo á mí, desdichado,

Jamás me trae alivio sino pena,
Que cuando sosegado

El triste duerme, en esta blanda arena

Mi triste cuerpo halla

En vez de lecho, campo de batalla.

Aquí, cansados ojos,

Pagad vuestro tributo al dolor mio;
Que ya de mis enojos

Tienen piedad las aguas deste rio,
Y á escuchar mi lamento

Corren los montes y se para el viento.

Y si el sueño piadoso

A vencerme viniere, de cansado,

En su licor sabroso

Olvido hallaré de mi cuidado;

Oh venturosa suerte!

¡Que el bien hallo en la imágen de la muerte! Mas cuán en vano espero

Que ya la muerte acabará mi pena,

Que como alegre muero

El contento á que viva me condena
Y así con vida quedo

Que porque es bien morir no puedo.
Desmaya el sufrimiento

Faltando de morirme la esperanza
Y es mi mayor tormento

Desta tormenta no esperar bonanza,
Ni estas ¡ay triste! cierto

De ver la muerte, de los males puerto.

En llanto me deshago

Como al rayo del sol la blanca nieve,
Y con lágrimas pago

Aquesta deuda que la muerte debe
Porque solo pretendo

Pues no puedo morir, vivir muriendo..

Así afligido y solo

Me escondo en una gruta desta playa,
Cuando el hermoso Apolo

Las altas cumbres de los montes raya;
Que para mas enojos

En noche eterna vivirán mis ojos.

Allí estoy esperando

Que el sol coja sus hebras de oro puro,
Y salgo luego cuando

Su negra sombra pone al mundo obscuro,
Y aqueste campo riego

Con agua de mis ojos que es de fuego.

Tanto que por mí pierde

De estar cubierto de su rica alfombra,
Que en él no hay árbol verde

Que al sol defienda su apacible sombra,

Ni de aljófar lo esmalta

La clara fuente que entre guijas salta. Por mí el florido mayo

Ya no le restituye sus colores,

Ni el sol con puro rayo

Abre en los prados las pintadas flores,
Ni la rosada aurora

Líquidas perlas sobre èl campo llora.
Por mí con tiernas quejas

Lamentan las ovejas con la hambre,
Y errando las abejas

Vuelan perdidas del nativo enjambre,
Porque por donde paso

Quemo las flores y la yerba abraso.
Solo este rio crece

Con la continua pluvia de mis ojos
Y tanto se embravece

Que cuando el mar despena sus despojos
Como rey absoluto

Parece que da guerra y no tributo.
Cancion, bien puedes irte si quisieres
Que yo llorando mis desdichas quedo,
Y dirás donde fueres

Que puedo poco, pues morir no puedo.

MADRIGAL.

Iba cogiendo flores

Y guardando en la falda

Mi ninfa para hacer una guirnalda,
Mas primero las toca

A los rosados labios de su boca

Y les da de su aliento los olores.

Y estaba ¡por su bien! entre una rosa

Una abeja escondida,

Su dulce humor hurtando,

Y como en la hermosa

Flor de los labios se halló, atrevida
La picó, sacó miel, fuése volando.

SONETO.

Si el sol se pone, yo á la muerte llego;
¿Quién detenerlo por vivir pudiera?
Deten, dorado Apolo, el carro, espera;
Mas el sol no se para á nuestro ruego.

¡Oh! tu, señora, por quien vivo ciego!
Alza los claros ojos á la esfera,
Y díle al sol, que pare su carrera
O no le prestarás la luz y el fuego.
Que por solo mirar tu hermosura
Parará los caballos admirado,

Y no vendrá la noche de mi muerte.
Mas ay! triste de mí! ¿quién me asegura
Que de ver que lo excedes, afrentado
No les dé rienda y huya por no verte?

SOTO.

Murió ántes de 1600.

Cuando las penas miro
De tu martirio fuerte,
Amor, gimo y suspiro

Como último remedio por la muerte;
Procuro por perderte

Perder contigo la enojosa vida,
Y viendola por tí mas que perdida,
Del gran placer que siento,

Vuelvo á vivir y crece mi tormento.

BARTOLOMÉ CAIRASCO DE FIGUEROA.

Murió ántes de 1600.

PIEDAD.

Piedad es uno de los siete dones
Que amor divino y santo

Reparte á los humildes corazones,
Y en ellos puede tanto

Que los dispone á caridad y llanto.
Piedad es una fuente caudalosa;
¿Qué digo fuente? Un rio!

¿Qué digo rio? Es una mar piadosa
Do lleva el gran navío

Palabras, obras, mandas, celo pio.

PEDRO TELLEZ JIRON. MIGUEL COL. DE VILLALOBOS. 189

PEDRO TELLEZ JIRON,

DUQUE DE OSUNA.

Murió ántes de 1600.

¡Oh si las horas de placer durasen
Como duran las horas del tormento!
Oh si como se van las del contento
Las de pesar tan presto se pasasen!
¡Oh si en algo los tiempos se mudasen
De mal en bien, siquiera algun momento,
O ya que no se muden en su intento
En aumentarnos el dolor cesasen!
¡Oh si el mal se midiese con la fuerza
Del que padece su trabajo fiero,

O fuese el sufrimiento cual la pena!
O, ya que no hay quien la desgracia tuerza,
Un daño no nos fuese mensajero

De mil á quien viniendo nos condena.

MIGUEL COLODRERO DE VILLALOBOS.

Murió antes de 1600.

LA VIDA.

Del mundo bienes mentidos
Detenéos, no llegueis:
Porque esperados sabeis
Mucho mas que poseidos.
Aquella delectacion

Que antes la esperanza ofrece,
Nadie duda que fenece
Llegada la posesion:
De que ruin condicion
Son los bienes de esta vida,
Pues la dicha conseguida
Causa enfado á los sentidos.
Del mundo bienes fingidos,
Detenéos, no llegueis.
Porque esperados sabeis
Mucho mas que poseidos.

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