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Dió en ser malo; y á medida
De su maldad castigado,

¿De cuando acá, dijo, el hado
Trata los malos así?
Cómo? Solo para mí

Anda el mundo concertado?

VICENTE ESPINEL.

1544-1634.

LE TRILLA.

Contentamientos pasados. ¿Qué quereis?

Dejádme, no me canseis!

Contentos cuya memoria

A cruel muerte condena,
Idos de mí enhorabuena,
Y pues que no me dais gloria,
No vengais á darme pena.
Ya están los tiempos trocados,
Mi bien llevóselo el viento,
No me deis ya mas cuidados,
Que son para mas tormento
Contentamientos pasados.

No me os mostreis lisonjeros,
Que ne habeis de ser creidos,
Ni me amenaceis con fieros
Porque el temor de perderos
Le perdió en siendo perdidos,
Y si acaso pretendeis
Cumplir vuestra voluntad
Con mi muerte, bien podreis
Matarme; y si no, mirad,
¿Qué quereis?

Si dar disgusto y desden

Es vuestro propio caudal,
Sabed que he quedado tal
Que aun no me ha dejado el bien
De suerte que sienta el mal:
Mas con todo pues me habeis

Dejado y estoy sin vos,
Paso! no me atormenteis!
Contentos, ídos con Dios,
Dejádme, no me canseis.

VILLANCICO.

Mil veces voy á hablar
A mi zagala,

Pero mas quiero callar
Por no esperar

Que me envie noramala.

Voy á decirle mi daño,
Pero tengo por mejor,
Tener dudoso el favor
Que no cierto el desengaño:
Y aunque me suele animar
Su gracia y gala,

El temor me hace callar,
Por no esperar

Que me envie noramala.

Tengo por suerte mas buena

Mostrar mi lengua á ser muda,
Que estando la gloria en duda
No estará cierta la pena:
Y aunque con disimular

Se desiguala,

Tengo por mejor callar,
Que 'no esperar

Que me envie noramala.

REDONDILLAS.

« Pedir celos no es cordura
En el que de veras ama,
Porque es despertar la dama
De lo que estaba segura.»

Los celos es un tormento,
Que nace de puro amor,
Y así nos fuerza el temor
A tener celos del viento:

Mas pedirlos es locura
Aunque mas arda la llama,
Porque es despertar la dama
De lo que estaba segura.

Muchos celosos se quedan
Privados de sus placeres,
Porque siempre las mujeres
Se van tras lo que los vedan.
Mejor es darles anchura,
Que mirarán por su fama,
Y no despertar la dama
De lo que estaba segura.

Mas vale por complacellas
Dejarlas á su sabor

Que ellas miran por su honor
Mas que nosotros por ellas.
Y la que es mas casta y pura
Cuando á su galan mas ama,
Si con celos la disfama,
No la tendrá muy segura.

ALONSO JERONIMO DE SALAS BARBADILLO.

+1635.

EPIGRAMA.

Cuéntanme, Samuel, que ayer
Enviaste á visitarme,

Y cansado de esperarme
Te fuiste al anochecer.

Mucho fué, sin negociar,

Irte y vencer tu deseo,
¿Quien creyera que un hebreo
Se cansara de esperar?

LOPE FELIX DE VEGA CARPIO.

1562-1635.

CANCION.

¡O libertad preciosa,

No comparada al oro,

Ni al bien mayor de la espaciosa tierra,
Mas rica y mas gozosa

Que el precioso tesoro

Que el mar del sur entre su ni car cierra,

Con armas, sangre y guerra,

Con las vidas y famas

Conquistado en el mundo:

Paz dulce, amor profundo,

Que el mal apartas y á tu bien nos llamas,
En tí solo se anida

Oro, tesoro, paz, bien, gloria y vida!
Cuando de las humanas

Tinieblas ví del cielo

La luz, principio de mis dulces dias,
Aquellas tres hermanas,

Que nuestro humano velo

Tejiendo llevan por inciertas vias,
Las duras penas mias

Trocaron en la gloria,

Que en libertad poseo

Con siempre igual deseo;

Donde verá por mi dichosa historia,

Quien mas leyere en ella,

Que es dulce libertad lo ménos della.

Yo pues, señor exento

De esta montaña y prado,

Gozo la gloria y libertad que tengo;
Soberbio pensamiento

Jamas ha derribado

La vida humilde y pobre que entretengo:

Cuando á las manos vengo

Con el muchacho ciego

Haciendo rostro embisto,

Venzo, triunfo y resisto

La flecha, el arco, la ponzoña, el fuego,
Y con libre albedrío

Lloro el ajeno mal, y canto el mio.

Cuando la aurora baña,

Con helado rocío

De aljófar celestial el monte y prado,
Salgo de mi cabaña
Riberas deste rio

A dar el nuevo pasto á mi ganado:
Y cuando el sol dorado
Muestra sus fuerzas graves,

Al sueño el pecho inclino
Debajo un sauce ó pino,

Oyendo el son de las parleras aves,
O ya gozando el aura

Donde el perdido aliento se restaura. Cuando la noche escura

Con su estrellado manto

El claro dia en su tiniebla encierra,
Y suena en la espesura

El tenebroso canto

De los nocturnos hijos de la tierra,

Al pié de aquesta sierra

Con rústicas palabras

Mi ganadillo cuento;

Y el corazon contento

Del gobierno de ovejas y de cabras,
La temerosa cuenta

Del cuidadoso rey me representa.

Aquí la verde pera

Con la manzana hermosa

De gualda y roja sangre matizada,
Y de color de cera

La cermeña olorosa

Tengo, y la endrina de color morada:
Aquí de la enramada

Parra que el olmo enlaza

Melosas uvas cojo,

Y en cantidad recojo,

Al tiempo que las ramas desenlaza

El caluroso estío,

Membrillos que coronan este rio.

No me da descontento

El hábito costoso

Que de lascivo el pecho noble infama:

Es mi dulce sustento

Del campo generoso

Estas silvestres frutas que derrama:

Mi regalada cama

De blandas pieles y hojas,

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