Imágenes de páginas
PDF
EPUB

Y pues las hace bravatas,
Desde una bolsa de cuero,
Poderoso caballero,

Es don dinero.

Mas valen en cualquier tierra,
Mirad si es harto sagaz,
Sus escudos en la paz,
Que rodelas en la guerra:
Y pues al pobre le entierra
Y hace propio al forastero,
Poderoso caballero,

Es don dinero.

Miré lijera nave

CANCION.

Que con alas de lino en presto vuelo
Por el aire suave

Iba segura del rigor del cielo

Y de tormenta grave.

En los golfos del mar el sol nadaba

Y en sus ondas temblaba,

Y ella preñada de riquezas sumas
Rompiendo sus cristales

Le argentaba de espumas,

Cuando en furor iguales

En sus velas los vientos se entregaron,

Y dando en un bajío

Sus leños desató su mismo brio

Que de escarmientos todo el mar poblaron,
Dejando de su pérdida en memoria

Rotas jarcias, parleras de su historia.

En un hermoso prado

Verde laurel reinaba presumido

De pájaros poblado,

Que cantando robaban el sentido

Al árgos del cuidado.

De verse con su adorno tan galana

La tierra estaba ufana

Y en aura blanda la adulaba el viento,

Cuando una nube fria

Hurtó en breve momento

A mis ojos el dia

Y arrojando del seno un duro rayo

Tocó la planta bella

Y juntamente con ella

Toda la gala, primavera y mayo.

Ví con prodiga vena

De parlero cristal un arroyuelo
Jugando con la arena

Y enamorando de su risa el cielo.
A la márgen amena

Una vez murmurando, otra corriendo
Estaba entreteniendo

Espejo guarnecido de esmeralda;
Me pareció al miralle

Del prado la guirnalda.

Mas abrióse en el valle

Una envidiosa cueva de repente:
Enmudeció el arroyo

Creció la oscuridad del negro hoyo
Y sepultó recien nacida fuente
Cuya corriente breve restauraron
Ojos que de piadosos la lloraron.

Un pintado jilguero,

Mas ramillete que ave parecia
Con pico lisonjero

Cantor del alba que despierta al dia:-
Dulce cuanto parlero

Su libertad alegre celebraba

Y la paz que gozaba,

Cuando en un verde y apacible ramo,
Codicioso de sombra,

Que sobre varia alfombra

Le prometió un reclamo,

Manchado con la liga ví sus galas

Y de enemigos brazos

En largas redes, en nudosos lazos

Presa la lijereza de sus alas,

Mudando el dulce no aprendido canto
En lastimero son, en triste llanto.

Nave tomó ya puerto;

Laurel se ve en el cielo trasplantado

Que de él teje corona;

Fuente hoy mas pura á la de Gracia corre

Desde aqueste desierto

Y pájaro con tono regalado

Serafin pisa ya la mejor zona

Sin que tan alto nido nadie borre:

Ansí que el que á don Luis llora, no sabe
Que pájaro laurel, fuente y nave
Tiene en el cielo donde fué escogido
Flores y curso largo, puerto y nido.

CANCION.

El dia que me aborreces, ese dia

Tengo tanta alegría

Como pesar padezco cuando me amas
Y tu dueño me llamas:

Porque cuando indignada me aborreces,
En tu mudable condicion me ofreces
Señas de luego amarme con estremo,
Y cuanto mas me amas, Laura, temo
De tus mudanzas como firme amante
Que me has de aborrecer en otro instante.
Ansí que por mejor elegir quiero

La esperanza del gusto venidero

Aunque esté desdeñado

Que el engañoso estado

De posesion tan bella

Sujeto al torpe miedo de perdella.

EL BACHILLER ALFONSO DE LA TORRE.

1645.

ENDECHAS.

I.

El pastor mas triste

Que ha seguido el cielo,
Dos fuentes sus ojos,
Y un fuego su pecho;
Llorando caidas

De altos pensamientos,
Solo se querella
Riberas del Duero.
El silencio amigo,
Compañero eterno
De la noche sola
Oye su tormento.

Sus endechas llevan
Rigurosos vientos,
Como su firmeza

Mal tenidos celos.
Solo y pensativo

Le halla el claro Febo,
Sale su Diana,
Y hallale gimiendo.
Cielo que le aparta
De su bien inmenso,
Le ha puesto en estado
De ningun consuelo.
Tórtola cuitada,
Que el montero fiero
Le quitó la gloria
De su compañero,
Elevada y mustia
Del piadoso acento,
Que oye suspirando
Entregar al viento:
Porque no se pierdan
Suspiros tan tiernos
Ella los recoge,
Que se duele dellos;
Y por ser mas dulces
Que su arrullo tierno,
De su soledad

Se queja con ellos.

¿Que ha de hacer el triste?

Pierda el sufrimiento.

Que tras lo perdido
No caerá contento.

Corona del cielo

II.

Ariadna bella,
Conocida estrella
Del nocturno velo,
Tú sola del coro
De las lumbres bellas,

Oye mis querellas,
Pues tus males lloro.
Tú fuiste querida,
Y olvidada fuiste;
Yo querido y triste,

Quien me amó, me olvida.

El dolor estrecho

De mi suerte airada
Trae mi alma forzada
Dentro de mi pecho.
¿Qué pretende el cielo
Tras agravio tanto,
Si al verter mi llanto
Le transforma el hielo?
¿Por ventura fué

Tan terrible y duro
Que miré seguro
El bien que perdí?
Mas mi dolor fiero,
Como ha de acabarme,
No viene á matarme,
Sin mortal agüero.
¡Ay del sin ventura,
Que ha de amar forzado!
Siempre el desdichado
Sigue suerte dura.

CANCION.

La Tórtola.

Tórtola solitaria, que llorando

Tu bien pasado y tu dolor presente,
Ensordeces la selva con gemidos:
Cuyo ánimo doliente

Se mitiga penando

Bienes asegurados y perdidos:

Si inclinas los oidos

A las piadosas y dolientes quejas

De un espíritu amargo,

(Breve consuelo de un dolor tan largo Con quien, amarga soledad, me aquejas) Yo con tu compañía,

Y acaso á tí te aliviará la mia.

La rigurosa mano que me aparta

Como á tí de tu bien, á mí del mio,
Cargada va de triunfos y victorias:
Sábelo el monte y rio,

Que está cansada y harta

De marchitar en flor mis dulces glorias:

Antologia española. I.

19

« AnteriorContinuar »