Imágenes de páginas
PDF
EPUB

NÚMERO 55.

Pocos países de Europa poseen el rico caudal literario que España guarda aún inédito: nuestros archivos y bibliotecas están llenos de producciones en todo género, que por causas de todos conocidas no han visto aún la luz pública, y bastarian por sí solas á establecer la justa fama que nuestros mayores ganaron en las letras.

Hoy, pues, que las investigaciones de los eruditos se dirigen principalmente al conocimiento de los pasados siglos; que la historia se reconstruye sobre bases sólidas y enteramente nuevas; que la vida y costumbres de los pueblos son examinadas á la luz de la crítica histórica, única que puede servirnos para la apreciacion exacta de antiguas civilizaciones, importa más que nunca salvar del olvido gran número de joyas literarias que por estar aún inéditas, ó haberse hecho muy escasos los ejemplares de su primera, y quizá única impresion, están fuera del alcance de los estudiosos llamados á juzgarlas y esclarecerlas.

Persuadidos de esta verdad, unos cuantos aficionados á lo que vulgarmente se llama «libros viejos», doliéndose, como es razon, de que tanto trabajo literario é histórico permanezca aún arrinconado y desconocido, se han propuesto, hasta donde alcancen sus fuerzas, dar á conocer por medio de la imprenta los más importantes de entre ellos bajo el punto de vista literario; comenzando por cuatro cartas de Eugenio de Salazar, festivo al par que agudo escritor del reinado de Felipe II, el cual manejaba la lengua con tal propiedad y soltura, que bien pueden aquellas considerarse modelo aventajado del estilo de su siglo. Nació nuestro autor en esta córte por los años de 1530. Fueron sus padres el capitan Pedro de Salazar, tambien madrileño, y doña María

de Alarcon. Cursó leyes primeramente en Alcalá, despues en Salamanca, y por último en Sigüenza, donde obtuvo el grado de licenciado. Terminados sus estudios contrajo matrimonio con doña Catalina Carrillo, natural de Toledo. En dicha imperial ciudad vivió algun tiempo en calidad de andante en córte ó pretendiente de varas, aperreada vida, cuyas penalidades y sinsabores pinta él mismo con singular donaire en su Carta de los Cata-riberas 1.

Ántes de alcanzar vara de corregidor estuvo como de meritorio desempeñando comisiones judiciales del Gobierno. Fué una de ellas la de juez pesquisidor en Tormaleo de Astúrias, con cuyo motivo escribió la graciosísima carta al licenciado Guedeja, relator del Consejo, y despues fiscal de la Audiencia de Galicia, en que hace la descripcion de aquel lugar y pinta con vivos colores el genio y costumbres de sus habitantes 2.

Por Octubre de 1567 pasó de gobernador á las Canarias, permaneciendo en Tenerife y la Palma hasta el de 1573, que á 19 de Julio fué nombrado oidor de la isla Española, por otro nombre Santo Domingo, para donde se embarcó con su mujer é hijos, segun se echa de ver por la agudísima carta 3 que en 10 de Noviembre de 1568 dirigió á su amigo el capitan Mondragon, describiendo jocosamente la milicia de Tenerife, y por otra posterior, aunque sin fecha, escrita al licenciado Miranda de Paz, en que refiere las penalidades y trabajos de una travesía de mar.

De oidor de Santo Domingo ascendió á fiscal de la Audiencia de Guatemala, plaza que servia aún por los años de 1580. De allí pasó á la de Méjico, donde obtuvo al fin la de oidor, que servia en 1598 á la muerte de Felipe II, y en cuya universidad se graduó de doctor, segun él mismo dice en una epístola en tercetos dirigida á Hernando de Herrera 4.

I Es la tercera en órden de las que ahora se publican.

2 La cuarta y última.

3 Es la segunda. El capitan Mondragon, á quien va dirigida, se llamaba Cristóbal; sirvió ventajosamente en Flándes é Italia, obteniendo el empleo de maese de campo, ú comandante de un tercio de españoles. Quizá fué padre del licenciado Hyerónimo de Mondragon, que en 1598 publicó en Lérida, y en casa de Antonio Robles, un donoso juguete intitulado Censura de la locura humana.

4 Hállase al fol. 296 con el epígrafe siguiente: Al insigne poeta Hernando de Herrera, Epístola, y al márgen de ella, de letra del autor: «en que se refiere el estado de

Durante su permanencia en Méjico nuestro autor se dedicó á estudiar á fondo el genio, inclinaciones y costumbres de sus habitantes. Tenemos á la vista un extenso memorial que en su calidad de fiscal de aquella Real Audiencia dirigió al Supremo Consejo de Indias; consta de treinta y cuatro capítulos, y es todo de su puño y letra 1. En él resume con notable claridad todos los puntos relativos á la gobernacion de aquellos países, de que dicho tribunal habia ya consultado en anteriores comunicaciones, representando los males que pedian pronto y eficaz remedio, y señalando los vicios de la administracion que convenia reformar. Es á todas luces un documento importantísimo, escrito con suma claridad y elegancia, y en que brillan á la par sus vastos conocimientos en la legislacion de Indias y su experiencia en los negocios 2. Este y otros trabajos, que atestiguan su celo y diligencia en el desempeño de su cargo, debieron llamar la atencion del Gobierno de la Metrópoli, puesto que en 1601 fué nombrado oidor del Supremo Consejo de Indias, trasladándose luégo á esta córte con su mujer é hijos.

a ilustre ciudad de Méjico, cabeza de la Nueva España, y se apunta el fin de cada una de las artes liberales y ciencias y la variedad de todas las especies de poesía. No hay respuesta de esta epístola, porque cuando llegó á España, era ya muerto este famoso poeta.»

1 El memorial abraza los puntos siguientes: Que se promueva entre los índios el uso de la lengua española, siendo aún muy pocos los que la saben y hablan.—Que sean reunidos en pueblos para hacer más fácil su endoctrinamiento y la administracion de los sacramentos.-Que se les prohiba bajo graves penas el uso de los cuchillos llamados (carniceros. »—Que no se permitan empleados solteros, ó que hayan dejado sus mujeres en España.-Que se quiten los estancos de carne y de vino. Que no se hagan clérigos de prima tonsura.-Que no se levanten milicias con el nombre de (soldados de la China.»—Que no se exijan licencias para sacar vinos.-Guerra de Chichimecas.-Asientos para el descubrimiento de Nuevo Méjico.—Que los oficiales reales de Zacatecas no retengan la plata de S. M. hasta la partida de los galeones.—Que los fiscales asistan en las audiencias del Gobierno.-Receptorías.—Alcaldes y mayorales de minas. Tesoreros de la Cruzada.-Encabezamiento y venta de juros.-Avalúos de las mercancías que vienen en las flotas.-Exactores de tributos y cobranzas.— Puja del cuarto en las almonedas.-Obispados vacantes.—Gobierno de Méjico.Jueces de cuentas de índios.-Renunciacion de oficios de pluma por otra vida.-Sucesion de encomiendas.—Entretenimientos á hijos de los conquistadores.—Sustento y buen tratamiento de los índios.-Que los índios tributarios sean recontados, si fuere necesario, ántes de los tres años que marcan las Reales cédulas.-Ministros encargados de la doctrina de los índios.-Mercaderes cesionarios de los encomenderos.-Tratantes. Justicias.-Derechos de los curiales.

2 Hállase á fól. 302.

Él mismo nos proporciona en un soneto los datos que de su persona y empleos acabamos de dar, diciendo :

Nací y casé en Madrid; crióme estudiando
La escuela Complutense y Salmantina;
La licencia me dió la Seguntina;

La Mejicana de doctor el mando.

Las salinas Reales fuí juzgando,
Puertos de raya á Portugal vecina;
Juez pesquisidor fuí á la contina,
Y estuve en las Canarias gobernando.
Oidor fuí en la Española, y Guatemala
Me tuvo por fiscal, y de allí un salto

Dí en Méjico á fiscal y á oidor luégo.

¡Oh quién le diese al tribunal más alto!

¡Oh quién subiese al eterno, al que vala ',
Aunque pasase por el agua y fuego!

Su nombramiento para el Consejo de Indias debió ser causa de que alterase este último terceto, pues está borrado, y en su lugar añadido el siguiente:

De allí al otro tribunal más alto
De Indias, que me puso Dios la escala,
¡Allí me abrase su divino fuego!

El año de su muerte se ignora; pero sí nació, segun hemos visto, por los años de 1530; si á fines del siglo xvi se decia ya «viejo y cansado por la edad marchito», de presumir es no alcanzase muchos más del siguiente. Parece ser dejó dos hijos: Fernando y Pedro, de los cuales el primero entró áun jóven en la Compañía de Jesus, y el segundo fué capitan en Flándes y murió en 1635.

Aficionado en extremo á la poesía y á todo género de literatura, Eugenio de Salazar dedicó sus ocios á la composicion de un corpulento volúmen de prosas y versos que intituló: Silva de vária poesía, y dejó legado á sus hijos con una advertencia preliminar

I Está sin duda por (vale. »

2

acerca del

2 «Hijos (les dice), esta Silva de poesía no me determiné á publicarla en mis dias, porque aunque (si no me engaño) tiene obras que pueden salir á luz, temí por causa de mi profesion y oficio no tuviesen algunos á desautoridad mia publicar é imprimir obras en metro castellano. No sé si esta razon cesará despues de mi muerte; comunicadlo con amigos que sean cuerdos y graves, y tengan buen voto, y si les pareciere

« AnteriorContinuar »