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Pero también se ha visto la Academia en la necesidad penosa de censurar actos excepcionales en poblaciones cuya ilustración no corresponde á la entidad del vecindario ni á la riqueza común, advirtiendo en los que dirigen su administración hostilidad abierta y sistemática contra toda edificación antigua, contra lo bello y lo respetable, sin más razón ni utilidad que el mezquino aprovechamiento de los materiales.

Por contraste es satisfactorio cuanto se refiere á materias del tercer grupo. Las relaciones literarias, siempre en aumento, se estrechan y producen incesante cambio de publicaciones con mutua utilidad y acrecentamiento de las respectivas bibliotecas. Y por cierto que doblemente se celebra la llegada entre tantos libros á la de este local, de los tomos de Lope de Vega que publica la Real Academia Española, así por el fondo histórico de las obras del Fenix de los Ingenios que va colegiendo, como por los comentarios con que las ilustra D. Marcelino Menéndez y Pelayo, miembro de aquél y de este Cuerpo.

Oportuno es añadir aquí lo notable que por donaciones, muy agradecidas, ha venido á enriquecer las existencias.

La Excelentísima señora Doña Emilia Gayaugos de Riaño, juntamente con su hermano D. José, entregó 192 volúmenes manuscritos é impresos en lenguas orientales, y una colección de cartas originales de orientalistas de notoriedad, manifestando deseo de que el conjunto se una á la biblioteca arábiga formada por su padre, el académico D. Pascual, que posee este Cuerpo.

El correspondiente D. Gabriel Llabrés le obsequió con otra colección manuscrita de documentos interesantes á la situación de los hebreos en España. Compónenla 113 privilegios otorgados á los judíos de Mallorca en los años 1247 á 1387, en clasificación por reinados.

En orden distinto son dignos de aprecio el Códice Cospiano, obra pictórica de los antiguos Nahuas, que se conserva original en la Universidad de Bolonia y que ha sido exactamente reproducida en fotocromografía á expensas del Sr. Duque de Loubat, y el Codex Telleriano-Remensis, así llamado por haberlo adquirido, corriendo el año 1700, el Arzobispo de Reims Carlos Mauricio Le Tellier, y que hoy para en la Biblioteca Nacional de París. Al

primero acompaña descripción impresa en castellano con el primor y delicadeza de todas las obras debidas á la munificencia de este inteligente americanista y académieo honorario. El segundo, reproducido con no menor esmero, ofrece la particularidad estimable de tener en cada folio explicación de las figuras en lengua castellana. El Dr. E. T. Hamy, Director del Museo etnográfico de París, ha redactado la transcripción de los comentarios hispanomexicanos, ilustrándolos con eruditas noticias.

Son, con éstos, cuatro los códices de la especie que el señor Duque ha dado á luz y puesto á disposición de los estudiosos que no puedan examinar los originales únicos en la Biblioteca vaticana apostólica, en el Museo etnográfico de Propaganda Fide y en los referidos centros de Bolonia y París.

Viene á ser complemento, porque de tales manuscritos trata, así como también de las reproducciones del Sr. Duque de Loubat, el volumen titulado Códice Borgiano. Interpretación por el abate José Lino Fábrega, de la Compañía de Jesús, con un estudio sobre los dioses astronómicos de los antiguos mexicanos. Es otro regalo que la Academia agradece al Sr. D. Alfredo Chavero, autor de la disquisición.

También S. A. el Archiduque de Austria, académico honorario, ha continuado el envío de sus obras espléndidas, remitiendo el volumen dedicado á Bujia, en el que recoge las memorias subsistentes de la dominación española en aquella plaza, conquistada por Pedro Navarro.

Por último, requiere justa indicación el agasajo del Sr. D. Pablo Bosch, de una medalla de plata de 70 mm. de diámetro, de las que, previo certamen artístico, hizo fundir en honra y memoria del insigne orador Emilio Castelar.

Esta reminiscencia trae acoplada la cita del acta de 24 de Noviembre, pues no habiendo el tribuno cubierto la vacante de Don Valentín Carderera, para la que había sido designado, hizo necesario su fallecimiento declararla de nuevo y repetir la elección en la junta ordinaria de esa fecha, en la que obtuvo la silla el señor D. Antonio Vives, propuesto por sus dotes de anticuario.

Pocos días después, el 3 de Diciembre, accidente repentino privó de la vida á uno de los votantes, á D. Antonio María Fabié, con

pena de cuantos venían compartiendo con él las tareas, que por lo mismo conocían y apreciaban su afición y asiduidad, la extensión grande de sus conocimientos, el afán con que procuraba dilatarlos estudiando los adelantos científicos y el deleite con que se ocupaba de materies ó cuestiones no generalizadas, en su número de las referentes á la protohistoria, así en nuestra Península como en los imperios de la India occidental anti-colombiana, que pudo discutir en los Congresos de americanistas de Copenhague y de Berlín, como representante de España, y más tarde presidiendo el que se celebró en Huelva en solemnidad del cuarto centenario del descubrimiento que duplicaba el mundo conocido. La Academia honró sus condiciones en sesión luctuosa en que no sólo se mencionaron los trabajos literarios, sino también los servicios como funcionario integérrimo y las acciones como caballero generoso. El Ayuntamiento de Sevilla, su patria, le ha honrado posteriormente, acordando que se conozca con su nombre una de las calles de la ciudad.

La elección de académico que reemplace al Sr. Fabié en el uso de la medalla núm. 20, se verificó el 9 de Febrero, obteniendo nombramiento el señor general D. Julián Suarez Inclán, con el cual quedó completa la cifra reglamentaria por breve espacio de tiempo, pues el académico electo D. Isidoro de Hoyos, marqués de Hoyos, Grande de España, embajador que fué en Viena, dejó este mundo el 8 de Abril, teniendo preparado el discurso de su recepción, que versaba sobre los hebreos de origen español residentes en Austria.

La cifra efectiva aumenta hoy con su ingreso el Sr. Marqués de Monsalud, cuya disertación acabáis de aplaudir.

Fruto de los cometidos individuales en el año pasado han sido: Tomos xxxv y XXXVI del BOLETIN, que comprenden, como de ordinario, informes, comunicaciones, documentos antiguos, avisos y noticias. Entre éstas son de indicar las relativas al descubrimiento de inscripciones, con las que incesantemente se aumenta la epigrafía española, y no carece de interés el catálogo sucinto de censuras de obras manuscritas, pedidas por el Consejo de Castilla á la Real Academia antes de acordar ó no las licencias necesarias para la impresión, porque constituye un dato hasta

ahora desconocido, útil para apreciar el movimiento intelectual de España en el período comprendido entre los años 1746 y 1833, al acabar definitivamente la previa censura del libro.

Tomos XXXIX y XL del Memorial histórico español, que son v y vi y último de la Historia crítica y documentada de las Comunidades, formada por el Sr. D. Manuel Danvila y Collado con provechoso afán, por la luz que irradia sobre un período de agitación que desfiguraban leyendas novelescas y relaciones amañadas por el espíritu de bandería.

Tomo XII de la Colección de documentos inéditos relativos al descubrimiento, conquista y organización de las antiguas posesiones españolas de Ultramar, comprensivo de los Vaticinios de la pérdida de las Indias hechos al Rey Carlos II por el almirante D. Gabriel Fernández de Villalobos, marqués de Varinas, y de algunos otros escritos de este travieso personaje, cuya vida de aventuras proporcionara solaz é instrucción á no haberse encomendado su bosquejo al que os dirige en este momento la palabra.

Tomo xix de las Cortes de Castilla, que comprende la conclusión de actas de las que se reunieron en Madrid en 1527 y acabaron en 1601, ordenadas por los Sres. D. Eduardo Hinojosa y don Antonio Rodríguez Villa.

Tomo II de las Cortes de Cataluña con las de 1368 á 1375, dispuesto por los Sres. D. Fidel Fita y D. Bienvenido Oliver.

Son, pues, siete los volúmenes publicados.

Distinguense entre los cometidos especiales de comisión, los que atañen al estudio é incidencias del concurso á premios. Dando prioridad al de la VIRTUD que instituyó D. Fermín Caballero, dejándonoslo por reflejo de la bondad de su alma, se ha solicitado para trece personas, igual número que en el año precedente, con muy parecidas circunstancias en general; actos laudables en el cumplimiento de los deberes con la familia; carencia de lo preciso al sustento de la vida; dolores, amarguras, miserias en fin, cuyo relato conmueve y atrista. Pero cinco de los memoriales no se ajustan á las condiciones de la convocatoria ó adolecen de vicios de nulidad expresamente señalados en las cláusulas de fundación, de modo que se reducen á ocho los que tenían que

ser objeto de comparación. En el número sobresalen evidentemente los dos cuya síntesis apunto.

Cinco señoras de la Conferencia del Rosario de San Vicente de Paul, firman con la presidente Doña Felicitas Almagro, viuda de Modet, la exposición de merecimientos de una buena mujer á la que visitan y socorren. Manuela Bonet, que así se llama, vecina de Madrid, de 38 años de edad, casada con un jornalero del que tiene cuatro hijos, vive en extremada penuria por no ayudar el caudal de la salud al que produce el trabajo diario de su marido. En tales circunstancias, falleció en habitación próxima á la suya Josefa Carriles, dejando en orfandad y desamparo á un niño de tres años. Manuela, sin tener relaciones de parentesco ni siquiera de amistad con la difunta, se hizo cargo desde luego de la desvalida criatura, partiendo con ella el pan de las suyas propias, y aunque las compasivas señoras de la Conferencia de San Vicente. por aliviarla y sin advertírselo obtuvieron plaza en el Hospicio para el huerfanito, no pudieron conseguir que Manuela Bonet ni su marido la aceptaran, por temor de que no estuviera el niño bien asistido ó adquiriera alguna de las enfermedades que suelen desarrollarse en los asilos de la infancia; tanto cariño le habían tomado en cinco años pasados desde que le cobijan.

Del otro caso, en todo excepcional, dan cuenta con exposición de motivos redactada en términos tan concisos como elocuentes, siete testigos bien conocidos en las esferas de las Ciencias, de las Letras y de la respetabilidad; D. Santiago Ramón Cajal, D. José de Ribera y Sana, D. Federico Oloriz, D. José Gómez Ocaña, D. Benito Hernández, D. Ramón Soler Regidor y D. Salvador García Mediavilla: D. Andrés Manjón-refieren-es un sacerdote, catedrático de Derecho canónico en la Universidad de Granada y canónigo en la Abadía del Sacro-Monte de la misma ciudad que, apiadado de la ignorancia y desamparo en que vivían los hijos de los jitanos que habitan cerca de la abadía citada, emprendió hace diez años la difícil empresa de educarlos y hacerlos útiles para la sociedad. Fundó con sus propios recursos escuelas en medio de jardines, donde los niños pobres permanecen todo el día, recibiendo gratuitamente educación cristiana, enseñanza, trato higiénico y alimento y vestido en muchos casos:

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