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ventaja decisiva; sobre todo si no tenemos órdenes para perseguir al enemigo, segun lo permitan las circunstancias y aprovechar las oportunidades, que los accidentes casuales y comunes en las revoluciones puedan ofrecer

nos.

La distancia de nuestro cuartel general á esa capital será doble luego que esté en Trujillo; asi gastará nuestra correspondencia dos meses en ida y vuelta en estos dos meses perece el egército por falta de dinero y alimen

tos, ό por que demos á nuestros contrarios

lugar para obrar con libertad, poniendo en egecucion todos los resortes de su actividad y poder lo que va á aumentar nuestros embarazos Ꭹ facilitar al enemigo sus medios de defensa.

Yo me tomo la libertad de presentar á V. E. estas observaciones, para que se sirva tomarlas en consideracion, y resuelva si lo juzgare justo y conveniente, que yo pueda obrar con arreglo a las circunstancias, ó que se me nombre una comision compuesta de dos ó tres gefes del egército con quienes debe consultar las gran

des operaciones, y particularmente las que tengan una tendencia directa sobre la direccion que se haya de dar al egército, abanzando ó retrocediendo, segun lo exija la utilidad ó el peligro.

y

La contestacion de este oficio la recibiré en Trujillo, donde esperaré las ulteriores determinaciones, que no dudo serán claras y formales, arregladas à las circunstancias en que nos vamos á encontrar : impelidos, por decirlo asi, por la falta de medios de subsistencia, retenidos por las órdenes estrictas que se me han dado para no pasar adelante. De esta determinacion depende, segun me parece, el resultado de la campaña. Dios guarde å V. E. muchos años. Cuartel general de Cúcuta, mayo 8 de 1813. 3°. Escelentísimo señor. Simon Bolivar. Escelentísimo señor presidente encargado del supremo poder egecutivo de la Union.

N° 20.

PROCLAMAS POR LAS CUALES EL GENERAL BOLIVAR DECLARÓ LA GUERRA A MUERTE.

Simon Bolivar, brigadier de la Union, y general en gefe del egército del Norte, libertador de Venezuela, etc.

A los Valerosos Meridanos.

Despues de los desastres que las vicisitudes fisicas y politicas que ha padecido la ilustre Venezuela, la hicieron descender al sepulcro, habeis visto renacer la luz de la libertad, que las invictas armas de la Nueva Granada os han traido. Un egército de hermanos os ha vuelto al regaso de la patria que los tiranos habian destruido, y vuestros libertadores han resucitado. Ya sois otra vez, ciudadanos de la república federal, ya sois otra vez hombres, y ya volveis á ser libres al abrigo de vuestras leyes

y magistrados que el congreso granadino os ha restituido para que defendais hasta la muerte los derechos que antes perdisteis, y os usurparon los monstruos de la España que nos hacen una guerra impía porque les disputamos la libertad, la vida y los bienes que la clemencia del cielo nos ha dado. Sí, Americanos, los odiosos y crueles Españoles han introducido la desolacion y la muerte en medio de los inocentes y pacíficos pueblos del emisferio colombiano, porque la guerra y la muerte que justamente merecen, les ha hecho abandonar su pais nativo que no han sabido conservar, y han perdido con ignominia. Transfugos y errantes como los enemigos del Dios salvador, se ven arrojados de todas partes y perseguidos por todos los hombres. La Europa los espulsa, y la América los rechaza; porque sus vicios en ambos mundos los han cargado de la execracion de la especie humana. Todas las partes del globo estan teñidas en sangre inocente que han hecho derramar los feroces Españoles, como todas ellas estan manchadas con los crímenes que han cometido, no por amor á la gloria,

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sino en busca del metal infame que es su Dios soberano. Los verdugos que se titulan nuestros enemigos han violado el sagrado derecho de gentes y de las naciones, en Quito, la Paz, Mégico, Caracas, y recientemente en Popayan. Ellos sacrificaron en sus masmorras á nuestros virtuosos hermanos en las ciudades de Quito y la Paz, degollaron á millares de nuestros prisioneros en Mégico sepultaron vivos en las bóvedas y pontones de Puerto Cabello y de la Guaira á nuestros padres, hijos y amigos de Venezuela han inmolado al presidente y comandante de Popayan con todos sus compañeros de infortunios y últimamente ¡ Oh Dios! casi á presencia de nosotros han hecho una espantosa carnicería en Barinas de nuestros prisonieros de guerra y de nuestros pacíficos compatriotas de aquella capital!.... Mas estas victimas serán vengadas, estos verdugos serán esterminados. Nuestra bondad se agotó ya, y puesto que nuestros opresores nos fuerzan i una guerra mortal, ellos desaparecerán de América, y nuestra tierra será purgada de los monstruos que la infestan. Nuestro odio

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