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separen y sean responsables de su persona du rante los tres dias. Dios guarde á V. S. muchos años. Quito y mayo 23 de 1814. Toribio Montes, señor don Melchor Aymerich.

Contestation: reservado.

Es celentísimo señor,

En el momento en que iba a poner en egecucion la orden de V. E. para la decapitacion de don Antonio Nariño, evacuadas las preguntas indicadas en oficio reservado de veintitres del próximo pasado, he recibido la contestacion de la intimacion que hice á don José Ramon de Leiba, política y militarmente, cuyos papeles originales adjunto para inteligencia de V. E. como tenia ofrecido. Con este motivo me he asociado conferencialmente con el coronel don Tomas de Santacruz, quien es de dictámen suspenda la deliberacion hasta segunda disposicion, para que V. E. en vista de estos documentos resuelva si se ha de realizar el castigo. El mismo coronel Santacruz

me encarga apunte á V. E. á su nombre, medite bien un asunto de tanto momento, y que tenga en consideracion el riesgo que quedan corriendo nuestros prisioneros, la fermentacion de aquel obstinado partido, y cuanto ha manifestado en su oficio de contestacion. Por mi parte, me mantengo aguardando la pronta vuelta de este propio para cumplir con lo ordenado.

Dios guarde á V. E. muchos años. Pasto y junio 4 de 1814. Exmo. señor. Melchor Aymerich, exmo. señor presidente y capitan general de Quito.

N° 26.

OFICIO DEL TENIENTE GENERAL ESPAÑOL DON TORI

BIO MONTES, AL CONGRESO DE LA NUEVA GRA

NADA.

Si mis sentimientos fuesen los de un entusiasta sanguinario, ó los de un conquistador que no reconoce otra razon para obrar que el interes de una gloria vana, el de su ambicion y la fuerza de sus bayonetas, yo miraria con indiferencia correr la muerte por todas partes, y acaso tendria una complacencia bárbara en dar pábulo á una guerra intestina en que la imprecacion y el odio se ahogase entre la sangre y el humo destructor de las facciones en la América; pero como el sistema de la nacion heróica de quien dependo es tan contrario á unos principios diametralmente opuestos á las ideas mas generosas, mis progresos á pesar de la victoria y el triunfo siempre serán humanos, y nunca me cansaré en dar pasos buscando el momento en que no las puntas de

las bayonetas, la sangre y el fuego, sino la razon y el verdadero interes de los pueblos sean los árbitros en nuestras diferencias.

Se hallaba una division del egército de mí mando en pacifica posesion de la ciudad de Popayan y toda su provincia. Se habia publicado y jurado la constitucion política de la monarquía española decretada por las cortes generales y estraordinarias en que los Americanos no solo habian conseguido cuanto podian desear en órden á los derechos que reclamaban, y que concedidos debian acallar sus quejas mirándose iguales á los Españoles europeos, y constituyendo una misma familia con unos mismos intereses y acciones, sino

que tambien lograban aquel bien por el que

tanto se habian fatigado, poniendo la base de un sistema análogo á sus ideas, que ciertamente, y al golpe, habria reunido la opinion discordante no solo de pueblo á pueblo, de familia á familia, sino en ellas mismas de individuo á individuo. Trataba, y habia comunicado órdenes, para la ereccion de los ayuntamientos constitucionales, obra sola del libre

arbitrio de los pueblos, y tomaba medidas á fin de contener los escesos de algunos soldados de aquel egéreito, que segun me hallaba informado, cometian robos Ꭹ otros delitos que á la presencia de la buena fé con que aquel pueblo se entregó, me penetraban llamando toda mi atencion en su alivio, cuando don Antonio Nariño titulado presidente de Cundinamarca, general en gefe y dictador de todo el reino, negándose á todo convenio y propuesta racional, alarmando á los pueblos y poniendo en pie un egército respetable, marchó sobre la division que al mando del brigadier Sámano, cubria á Popayan, la que deshizo en los campos de Palacé y Calivio, logrando con la victoria la posesion de Popayan y su provincia, y retirada de mis tropas á la ciudad de Pasto, donde las siguió con todo el resto de su fuerza, y en donde despues de seis batallas consecutivas, perdió con su egército, tren y campamento la libertad, mirando, despues de haber sacrificado sus mejores tropas y oficiales, realizado cuanto le habia anunciado en mi contestacion oficial, dirigida siempre al fin de evitar el

la

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