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fuerzas que hoy podriamos oponerle con ventajas y mañana serán insuficientes, y que acceda á la propuesta que tiene hecha anteriormente el comandante Baraya, y á que se ha prestado Tunja. Si V. E. ama el reyno, nada hay en este paso que no sea decoroso, pues su salvacion debe ceder todo otro respeto, y nosotros nos atrevemos á afirmar que este solo sacrificio valdria á V. E. mas gloria y le daria un mérito que desde luego no encontrará en muchas batallas. Dios guarde á V. E. muchos años. Villa de Leyva 5 de julio de 1812. Juan Marimon y Enriquez, Camilo de Torres, Frutos Joaquin Gutierrez, José Maria del Castillo, Escelentísimo señor presidente del Estado de Cundinamarca.

Contestacion.

Cansado de sufrir insultos de V. S. S. tomo la pluma para contestar por última vez á sus oficios y amenazas. El resultado de la comision de V. S. S. presenta por todos sus aspectos, no una mediacion para sosegar las desavenen

cias suscitadas por los comandantes Baraya y Ricaurte, sino una protection y fomento de sus miras subversivas y hostiles: véamos los hechos que son los que deben decidir de parte de quien está la justicia, y degémonos de esclamaciones sobre la salud pública con que cada uno quiere en el dia cubrir sus miras particulares. Cuando el gobierno de Cundinamarca celebró los tratados con los diputados don Frutos Gutierrez y don José Maria Castillo, para la pronta instalacion del Congreso, que los demas diputados ratificaron, todavía se hallaba el comandante Baraya en Sogamoso, y no habia dado el escandaloso paso de alzarse con las armas de su gobierno, y ántes de declararse este comandante enemigo de Cundinamarca se le habian comunicado órdenes para que hiciera marchar las tropas á Cúcuta advirtiéndole que no dejara un solo soldado en Sogamoso. De aqui resultan tres verdades indudables: primera que no fué la pronta instalacion del Congreso la que lo movió á dar este paso porque ya estaba esta decretada y sancionada por el gobierno y el serenísimo colegio

revisor de la acta de federacion : segundo, que no fué el deseo de que volaran los auxilios á Cúcuta porque ya tenia la órden de que siguieran; y tercera, que tampoco pudo ser la opresion de Sogamoso, porque ademas de haber el mismo comandante hecho la agregacion, se

prevenia que no dejara un solo soldado en aquel distrito, y no hay opresion sin fuerza. Sedujo Baraya á sus oficiales, y se entregó con las tropas y armas de Cundinamarca á un gobierno de que poco ántcs blasfemaba; recibe grados de este, se une á sus tropas, marcha y ocupa territorios de que está en pocesion Cundinamarca, publicando que va a quitar las armas al Brigadier Pey, y volver con todas sobre Santafé á deponerme como tirano dictador malvado. Antes de salir Baraya para el Socorro parten V. S. S. en comision, y Baraya no aguarda su llegada, sino que precipita su marcha, temeroso seguramente de que se le cortara el vuelo á sus ideas con algunas proposiciones de conciliacion. ¿Qué quiere decir esto? será la salud pública, el honor y el deber de un militar y de un buen ciudadano, lo que obliga

á dar tales pasos al comandante Baraya ? Es menester todo el eucono y prevencion que V. S. S. tienen contra mi, para atreverse á mirar tales procedimientes no solo como justos, sino como honrosos y capaces de hacer merecer á Baraya el epíteto de Ilustre. V. S. S.. tienen valor de decirme en su oficio de veinte del pasado estas formales palabras » ¿ qué riesgos ni que peligros son pues los que tendriaque temer nunca Santafé aun en el caso de que entrasen en ella los comandantes Baraya y Ricaurte ? » Oigan V. S. S. á Baraya ántcs de darles yo la respuesta á semejante pregunta. En oficio de catorce de junio desde Sachica, dice Baraya á Pey entre otras cosas estas palabras. «Yo no creo á V. S. cómplice en los planes infames del tirano Nariño, planes horrendos de vender su patria, y sus hermanos á la furia de bárbaros Españoles..... Para librar al reyno de su inevitable ruina, marcho con dos mil hombres armados á esa provincia à fin de que V. S. ponga á mi disposicion las tropas, armas y pertrechos que manda en esta ». Supongamos ahora las armas de Pey pucstas a

disposicion del Ilustre Baraya, y á este en el caso de la pregunta de V. S. S. entrando en Santafé con toda esta fuerza, y con la idea de que el presidente Nariño es un tirano malvado. Pregunto yo tambien ¿qué haria con esta fuerza y esta idea? claro está deponer al tirano, trastornar el gobierno y dar la ley á la ciudad y á todo el Estado, con la misma fuerza que se le confió para defenderlo. Esto para V. S. S. no es un inal digno de temerse; luego V. S. S. aprueban, y tienen por un bien mi deposicion y el trastorno del actual gobierno de Cundinamarca y con semejantes principios ¿qué resultados debiamos esperar de la mediacion de V. S. S. ? El éxito lo ha dicho: irritar más al gobierno de Tunja y animar la insurreccion de los comandantes Baraya y Ricaurte sin advertir los peligros en que ponen á todo el reyno con un manejo tan impolítico por no decir criminal. V. S. S. para paliar la conducta de Baraya dicen en su último oficio de cinco del corriente que yo « despreciando el allana-. namiento de Baraya para marchar á Pamplona aun á las órdenes ó de segundo del comandante

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