Imágenes de páginas
PDF
EPUB

tos meses que tengo contraída con usted una deuda, por razon de haberse servido dedicarme un ejemplar de su traduccion de El Monje del Cister, con el objeto de averiguar mi pobre opinion acerca de la naturaleza de dicha obra y del desempeño por parte de V. al hacer hablar en castellano á su autor, Alejandro Herculano; disimule la tardanza, que no ha estado en mi mano el poder evitar, y sírvase ver en esta ocasion un testimonio de gratitud y respeto al favor que me dispensa con tal dedicatoria y con semejante demanda.

El Monje del Cister es un cuadro trazado por hábil y experta mano; las figuras que en él se mueven son tipos sacados del natural (¡tanta es la verdad con que están expresados!), lo cual no empece para asegurar que es bastante sensible el que sean una verdad algunos de ellos. Dígalo, si nó, el Abad de Alcobaça, hombre malvado por instinto, á quien se mira con repugnancia y aversion tan luégo como se empieza á tratarlo; y el protagonista de la obra, Fr. Vasco, hombre malo por sugestion, quien desde el punto y hora en que se traba conocimiento con él hasta que espira, no puede ménos de infundir compasion. ¡Cuán cierto es que de una buena ó mala direccion pende muchas veces la ventura ó el infortunio del individuo! Vasco, sin las incitaciones de un Ornéllas, hubiera llegado à ser, si nó un santo, por lo mėnos un buen cristiano; Vasco, apartado de los consejos de Fr. Lorenzo, tenía que morir presa del furor de los condenados. Ni podia suceder de otro modo, cuando «ve

lada la faz con sus radiantes alas, el ángel de la guarda del jóven cisterciense huia despavorido,» al propio tiempo que «una prolongada exhalacion pareció desprenderse del firmamento era una lágrima que el serafin había derramado (1).» Líbrenos Dios, en su infinita piedad y misericordia, de consejeros que, al vernos junto al borde del abismo, tan lejos de tendernos una mano benéfica para alejarnos de él, nos alarguen las dos á fin de precipitarnos más pronta y seguramente! Librenos de sujetos constituidos en autoridad, que, so capa de un cariño paternal, son lobos cubiertos con piel de oveja!

Tocante à las cuestiones políticas que, como accesorios de mayor ó menor bulto resaltan en el fondo del cuadro, baste decir que, con criterio por lo comun desapasionado y mirada penetrante, aplaude ó vitupera el autor cuanto estima digno de elogio ó censura, siquiera se relacione con las prácticas añejas, siquiera con las modernas usanzas, manifestando constantemente no ser ciego sistemático, ó no ver por un solo prisma; achaque de que adolece comunmente el espíritu de partido. Es cierto que, despues de todo, no puede prescindir de dejar traslucir tal vez la hiel de la ironia. suavemente desleida en la tinta en que moja su pluma, como cuando dice: «. . . . . à medida que las primitivas contribuciones, sin dejar de existir para los contribuyentes, cesaban para las arcas públicas, los célebres pedidos de Córtes iban lentamente habituando al rebaño po

(1) El Monje del Cister, t. II, pág. 193.

pular á un doble esquileo: tratamiento que, dicho sea de paso, los albéitares políticos hallaron siempre altamente higiénico y saludable (1);» y en otra parte: «. . . . el procurador mostró abnegacion heroica, sacrificándose al bien comun. Había aceptado un cargo laborioso abandonando sus más caros intereses en Celorico unos terrones cubiertos de centeno huero en verano, y de escarcha ó caramelos magníficos durante el invierno; la tierra de su infancia, el hogar doméstico, el campanario de su parroquia. . . . A más de su no vulgar talento, poseía grandes dotes políticas. Sabía á propósito humillarse, arrastrarse. Habia tomado por divisa el sagrado texto: Deposuit potentes de sede, et exaltavit humiles (2)». . . . Si esto no es sarcasmo puro, ignoro qué nombre tenga.

...

Y cómo había de no resaltar ironía tan fina en las páginas de El Monje del Cister al tratarse de la crítica histórica, de esa crítica en la cual tanto dieran en qué entender anteriormente à su autor, al tratar de separar en sus trabajos históricolusitanos la fábula, de la verdad? Así es que, despues de patentizar los yerros en que incurriera la muchedumbre al atribuir ciertos efectos á causas que nada tenían de comun entre sí, exclamó: «A Ruy Casco le dieron tentaciones de decirle que la opinion pública (3) mentía desaforadamente por lo que tocaba á la bruja Dominga; pero con

(1) T. I, pág. 220.

(2) T. II, págs. 208 y 209.

(3) Antes había calificado (t. II, pág. 116) á esta señora, de el más sublime, el más respetable, el supremo embuste de este mundo.>

túvose, porque podía tratarse de otra Dominga. Además, el hortelano era asaz prudente para ir de encuentro con la tradicion y creencias comunes, que, como tódos saben, son las más seguras fiadoras de la verdad, y los más sólidos fundamentos de la historia (1).»

Si fuera yo á hacer aquí detenida y concienzudamente un estudio crítico de la obra que motiva esta carta, necesitaría escribir un libro, por no sujetarse fácilmente á guarismo los pasajes en que resaltan, ora, las bellezas de estilo y novedad en el relato; ya, las pinturas vivas y enérgicas de ese volcan de carne llamado corazon humano; aquí las descripciones palpables en la esfera de la naturaleza, ó del arte; luégo, lo trascendental de ciertas teorías en el terreno religioso ó político, animado todo esto por un interes en el movimiento del drama, que nunca decae ; pero, no siéndome posible el hacerlo así, entre otros motivos, porque la abundancia es causa de que se vacile en la eleccion, me permitirá V. que vengamos ya á tratar de lo que se relaciona más íntimamente en el particular con la persona de V., esto es, de su traduccion.

Asegúrole, señor mio, que no teniendo el texto original á la vista para poder cotejarlo con el traslado por V. hecho a nuestra lengua, no me atrevo en todo rigor á manifestar mi humilde opinion acerca de este particular; hágole á V., embargo, la justicia de creer que ha sido un traductor fiel, escrupuloso y entendido, pues el cúmulo

(1) T. II. pág. 310.

sin

1

1

de oportunas eruditas notas con que enriquece el texto, por una parte, y por otra, el lenguaje generalmente castizo en que ha vaciado su modelo, así parece acreditarlo. He dicho de propósito generalmente, porque noto con pesar que, tal cual vez, muy contadas, deslustran el mérito de trabajo tan acabado algunos pecadillos contra la pureza del lenguaje, hijos, si nó siempre, las más de las ocasiones, de negligencia ó precipitacion en la correccion de las pruebas. Sea cualquiera la causa de donde dimanen, me permitirá V. que le apunte algúnos de los que más me han llamado la atencion, junto con tales cuales observaciones que acerca del particular se me ofrecen.

Tomo I.

Bernarda.-Pág. 11. Existiendo en nuestra lengua la voz bernandina ó bernardina en la significacion de mentira, creo que pudiera haber sido oportunamente empleada aquí, en lugar de aquélla.

Casarón. Págs. 17 y 19. El aumentativo de casa no es casarón en castellano, sino caserón. ¿Será yerro del cajista? Tal creo.

Riensen.-Pág. 85. Lojuzgo desde luego errata de imprenta; pero como quiera que semejante barbarismo es asaz frecuente entre el vulgo de algunas provincias de nuestra península, convendria apresurarse á corregirlo en las pruebas de una segunda edicion, si, como es de presumir, llegara á ser hecha. Comuna.-Págs. 91 y 97. ¿Por qué nó barrio, á este propósito?

A lo largo de.-Págs. 105 y 122.

Semejante locucion, que de algunos años á esta parte se nos ha entrometido por conducto de las traducciones francesas, la creo, sobre innecesaria en nuestra lengua, de todo punto disparatada. Dicese que «el camino que los tres seguían era á lo largo del rio; » y despues, que «Fr. Lorenzo trabó del brazo de su compañero, y siguió con él á lo largo de la estrecha senda que por entre los dos altozanos iba á dar á Restello.» ¡ Donosa cosa hubiera sido ver, por vida mia, que, en lugar de seguir costeando ó por la orilla de el rio, y en vez de seguir por aquella estrecha senda, hubieran tomado su direccion ó rumbo á lo ancho de la senda У del rio !

Salva la idea, por salvo la idea, pág. 178, y

Traspieses, por traspiés, pág. 257, lo estimo erratas del cajista

Tomo II.

Precisar de, por necesitar de, me parece, con perdon sea dicho, un trocatinta absolutamente reprobable en buen castellano. «. . . . si precisáreis en alguna cosa de mi pequeñez, contad igualmente conmigo.» (Pág. 17.)-«Ahora lo que te ordeno es el reposo. Precisas de él, y mucho.» (Pág. 194.)

Regateira.-Pág. 24. En nuestra lengua tenemos la voz regatona, idéntica en valor à la regateira de los naturales de la antigua Lusitania.

Perfectamente. Pág. 203. En otras lenguas, y con especialidad en la francesa, perfectamente corresponde en ocasiones á nuestro completamente, que es como creo debía haberse dicho en el pasaje que copio :

«Parecía, no obstante, perfectamente tranquilo. >>

SOL DE CERVANTES SAAVEDRA, SU VERDADERA PATRIA ALCÁZAR DE SAN

JUAN.

Cuatro entregas al mes, en 4.o mayor, 2 rs.

Las suscriciones pueden hacerse directamente en la calle de las Huertas, núm. 70, imprenta, acompañando por lo menos el importe de cuatro entregas.

Y qué diré ahora del hed ahí, tantas veces repetido en el trabajo que nos ocupa? Diré que, áun cuando todo un señor Académico de la Española lo haya usado en un discurso suyo leído en la de la Historia, debe ser proscrita para siempre jamás semejante locucion, pues siendo de suyo modo adverbial hé ahí, lo mismo se adapta al número plural, que al singular; v. gr. : HÉ AHÍ, amigo mio, lo que debe decirse; HÉ AQUÍ, lectores, lo que debe Magazin practicarse.

Tocante à saudoso, igualmente muchas veces empleado, opino que maldita la falta que nos hace esta palabra, cuando tierno, patético, melancólico, sentimental (y ainda mais), expresan, segun las ocasiones, lo por aquélla significado. No niego que, siendo vocablo de suyo dulce é insinuante, ó de los que se pegan fácilmente, llegue un dia en el cual, mediante la costumbre de repetirlo, se aclimate entre nosotros su señoría: ¿no hemos dado ya carta de naturalizacion al duro y escabroso spleen de los hijos de la Gran Bretaña? . . . .

Hago aquí punto, porque de tardío y malo, sobre largo, resultarían tres males.

Reciba V. mi más cumplida enhorabuena, en tanto se ofrece à sus órdenes, como suyo a. s. s. y cappn. Q. S. M. B. JOSÉ MARÍA SBARBI.

Madrid y abril 21 de 1879.

Creemos que este nuevo SOL, Ianzado á los espacios literarios por el Sr. D. Juan Alvarez Guerra, si bien iluminará á múchos, quemará á no pócos.

für die Literatur des Auslandes.

Esta curiosa revista literaria de dio siglo de existencia (fué fundada Leipzig, que cuenta cerca de meen 1832), trata en su número del 22 de abril de 1879, de las materias que comprende el siguiente

SUMARIO.

Deutschland und das Ausland. Eine eigenthümliche Apologie des Katholicismus -England: William Shakespeare. 1564-23. AprilItalien: Die Galilei-Frage in 1616:-Frankreich: «Mes pensées». ihrem gegenwaertigen Stadium: I. -Belgien: Ein Blick auf die Belgische Literatur der Gegenwart, von Koenig Buda's Tod. Ein Epos von Trauttwein von Belle. II.-Ungarn: Johann Arany.-Niederlande: K. Th. Wenzelburger's Geschichte der Niederlande.-W. J. van Zeggelen. -Kleine Rundschau: Index zu buch der Romanischen Sprachen Diez' Ethimologischen Woertervon Dr. Johann Urban Jarnik.Die Candidaten für den Thron Bulgariens. Ein neues chinesisches Woerterbuch.-Mancherlei.-Neuigkeiten der auslaendischen Literatur.

MADRID: 1879.

Imprenta de A. Gómez Fuentenebro.
Bordadores, 10.

[ocr errors]
[blocks in formation]

Se ruega á los señores suscritores y corresponsales que no han satisfecho aún el primer semestre, ó el año, de esta REVISTA, que se sirvan entregar ó remitir á la mayor brevedad posible su importe, sin cuyo requisito no se les seguirá enviando más números.

Asimismo esperamos de la atencion de los suscritores semestrales que gusten continuar la suscricion, se sirvan manifestarlo á esta Redaccion, para que no experimenten retraso alguno en el recibo de los números sucesivos.

LA REDACCION.

« AnteriorContinuar »