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Gaceta de Madrid.-Algo cha 20 del mismo mes de julio. La

puedo decir, si no todo lo que quisiera, acerca de la pregunta del señor D. J. M., inserta en EL AVERIGUADOR del dia 15 de Setiembre del actual, con el núm. 217, pág. 257. Desde luego puede asegurarse que la prohibicion á que la pregunta alude, de leer en voz alta la Gaceta en Cádiz, carecía de tendencia politica, y se limitaba á un proteccionismo económico que pugna con nuestras ideas liberales de hoy.

En el Archivo de la Imprenta Nacional, legajo de las órdenes de 1832, aparecen dos borradores relacionados con el asunto á que el Sr. J. M. se refiere. El primero es un oficio del Superintendente general de policía al Subdelegado de la Imprenta Real, fechado en 4 de julio, y se halla concebido en estos términos:

«El Subdelegado principal de policía de Cádiz, por el adjunto oficio, hace ver los motivos que ha tenido para impedir la lectura en corrillos en los cafés de la Gaceta de Madrid, y dirige copia de la órden que dió al efecto; y como ésta verse en sentido ocular á favor de los fondos de ese Establecimiento, he creído oportuno dirigir á V. S. el oficio y copia citada adjuntos, para que en su vista se sirva V. S. informar lo que se le ofrezca y parezca. Dios, etc.

Es sensible que á la copia anterior no acompañen, como se dice, el oficio del Subdelegado de Cádiz, y la órden de prohibicion á que se refiere. En vista de esta falta de documentos, habré de limitarme á reproducir el informe del Jefe de la Imprenta Real en oficio dirigido al Superintendente de policía, con fe

circunstancia de autorizar este documento el Sr. D. Pedro de la Hoz, Subdelegado á la sazon de la Imprenta Real, añade cierto interes á su informe, inspirado en los buenos principios económicos. Hé aquí los términos en que se halla concebido:

«Contestando al oficio del 4 en que V. S. me pide informe sobre la disposicion tomada por el Sr. Subdelegado de policía de Cádiz, Conde de Mirasol, para que no se lea en voz alta la Gaceta en los cafés de dicha ciudad con el ostensible objeto de aumentar la venta del periódico en beneficio de la Real Imprenta, debo decir que, aunque en efecto pueda la medida traer utilidad pecuniaria al Establecimiento, no me parece que puede ser honroso ni para él ni para el Gobierno el pretexto excogitado, el cual supondría un ávido monopolio.»>

Tales son los datos que puedo facilitar, para satisfacer, siquiera en parte, la curiosidad del señor D. J. M. y que comprueban mi opinion de que, más que un objeto político, la prohibicion de leer públicamente la Gaceta en los cafés de Cádiz obedecia á un pensamiento económico, tan poco en armonía con la justicia y el progreso, que Sr. la Hoz fijó resueltamente su inconveniencia.

Supongo, desde luego, que la prohibicion quedaría levantada.

OSSORIO Y BERNARD.

Ojos inyectados.-Núm. 220, página 257.- Los médicos que hablan de ojos inyectados, deben de no haber tropezado con buenos libros españoles; que si no fuese así,

dejarian esa monserga gabacha, y ccharían por el camino llano empleando encarnizados.

«Esto dijo en voz tan alta, que lo oyó la Duquesa, y volviendo y viendo á la dueña tan alborotada y tan encarnizados los ojos, le preguntó con quién las había.» (Cervántes, Quij., pte. II, cap. XXXI.)

Vienen los lobos hinchados,

Y las bocas relamiendo,
Los lomos traen ardiendo,
Los ojos encarnizados.

(Coplas de Mingo Revulgo, XV)

Si se ofreciere, creemos podrá usarse la acepcion correspondiente de encarnizar, aunque los diccionarios no lo apuntan. Juan Martínez de Barros, glosando la copla citada, dice: «La ira enciende la cara, y encarniza los ojos del airado.»>

(Copiado de las excelentes Apuntaciones críticas sobre el Lenguaje bogotano, por D. Rufino José Cuervo, 2.a edicion, Bogotá, Echeverria hermanos, 1876.)

LA REDACCION.

Sellos de franqueo.-Número 228, pág. 258.-Tan raro me parece que Un Filatelista pregunte la fecha de la introduccion de los sellos de Correo en España, como que un canonista, pongo por caso, demandase el año en que comenzó el Concilio de Trento. Para contestar cumplidamente á la segunda parte de la pregunta, que se refiere á las modificaciones que han experimentado los sellos españoles, se necesitaban cuatro números enteros de EL AVERIGUADOR. El preguntante quedará satisfecho repasando los siguientes escritos:

1.° Catalogue of Postage Stamps, Stamped envelopes, and Post Cards, compiled by The Philatelic Society, London, Spain and Colonies. M. Corquodale and Co., Printers-Cardington street, London, N. W. (48 páginas, 4.° Trabajo minucioso, exacto y prolijo, que comprende hasta el año de 1875.)

2. Historia de los Sellos de Correo en España, por D. Antonio Fernández Duro.

(No respondo de la exactitud del título, pues solamente he visto los primeros pliegos de esta obra, que se halla en prensa. Ha sido autorizada por Real órden de 7 de Agosto de 1879, y en mi entender será en su género, y atendida la competencia del autor, una reseña que nada dejará que desear al más exigente filatelista.

SALVO MELIORI.

Nuestra Señora de la Aurora, que se venera en la Iglesia de S. Francisco el Grande de Madrid.—Núm. 230, página 258.-Todo lo que hemos podido hallar acerca de la propuesta hecha por el Sr. D. F. B., se reduce á lo siguiente, que procedemos á transcribir por si pudiere ser de alguna utilidad á dicho señor.

Leemos en las Memorias de las Reynas Católicas del P. Flórez (Madrid, Antonio Marin, 1761, t. II, páginas 770-73), y copiamos:

«La reina doña Juana vivió, despues de fallecer el Rey, en una habitacion junta con la Iglesia de San Francisco de Madrid, donde hoy la capilla de la Aurora, á cuyos piés persevera una tribuna con balaus

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Gil González, por el dia de San Antonio, creyó haber fallecido en 17 de enero, un mes despues del marido; pero no fué asi, pues vivía en 30 de mayo de aquel año, segun consta por el Manifiesto que su hija doña Juana envió á Madrid, donde, tratando de su padre como difunto, habla de la madre como viva, y lo más presto murió en el dia de San Antonio de Padua del 1475, en cuyo año señala su muerte Garibay, aunque otros recurren al siguiente. El epitafio tenía el año de 1475. Gil González, omitiendo los mil y cuatrocientos, dejó la expresion de que falleció de 75 años, lo que otro podrá entender de la edad de la Reina, y se engañará: pues aquellos 75 no son de la edad de doña Juana, que nació en el de 1439, y murió de 36 años, sino del siglo XV, año

de 1475.

Quintana, en la Grandeza de

Madrid, fól. 368, dice que los Reyes Católicos, obligados del buen fin que tuvo, y atendiendo á que había sido mujer de su hermano, la hicieron labrar un magnífico y rico mauseolo de alabastro blanco fino, con el bulto de la Reina, labrado todo con maravillosa arte y real aparato. Pero Mariana refiere muy de otro modo la especie al principio del año 1476, diciendo que la pusieron en un túmulo de mármol blanco, quitando los huesos de Rodrigo González de Clavijo, persona que los años pasados fué con una embajada al gran Tamorlan, y, vuelto, labró á su costa la Capilla Mayor de aquel templo para su entierro; segun lo cual, no fué obra aquel sepulcro de los Reyes Católicos, sino del mencionado Clavijo, cuyos huesos sacaron de allí: verificándose que el flaco, áun despues de muerto, suele ser agraviado por el más poderoso (1). Hoy no se ve tal sepulcro, ni el nicho que corresponde al lado derecho del altar mayor, cubierto todo con la fábrica de retablo, y repartidas las piedras del adorno por otras partes, especialmente en el arco de la puerta del Convento, compuesto de los mármoles del sepulcro. Quintana lo atribuye à un pretendiente del patronato de aquella iglesia. Yo he oido otro motivo. Lo cierto es que, aunque el nicho del lado del Evangelio le cubre hoy el retablo, se pone allí una mesa de altar en el dia

(1) Está probado que los hombres siempre han sido los mismos, y que todo el mundo es pais: ó, lo que es igual que los peces mayores se tragan á los menores, que allá van leyes do quieren reyes, y cartucheras al cañon.

(NOTA DE LA REDACCION.)

de las Animas, y la comunidad Esta forma de vasos usaban los ro

canta responso por el alma de la referida reina doña Juana.

>> Despues de escrito esto, se ha demolido la iglesia de San Francisco en este año de 1760, por lo que añadimos que la capilla de la Aurora era una nave al lado del Evangelio, casi al modo de la de Atocha. Allí vivió la Reina antes que la habitacion se aplicase à ser nave de la iglesia. Encontráronse en el sitio referido los huesos en una caja de madera dentro de un lienzo grueso, á modo de angulema; y no sabemos dónde descansarán, por estar hoy el templo demolido. »

LA REDACCION.

Fútil.-Núm. 243, pág. 290.En las Grandezas y Antigüedades de la Isla y Ciudad de Cádiz por Juan Bautista Suárez de Salazar, racionero de aquella Iglesia Catedral (Cádiz, imp. de Clemente Hidalgo, 1610, 1 vol. en 4.°), se lee 'al final lo siguiente:

«De la diversidad de vasos antiguos de barro que en Cádiz se han hallado, quise poner aquí éste, por parecer algo particular.

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manos en los sacrificios de la diosa Vesta, donde guardaban su agua bendita; llamábanles Vasa futilia, porque por no tener asiento andaban á peligro de derramarse. De aquí, á los hombres que no guardaban secreto, llamaban fútilis, como vasos sin asiento, que, á ménos de traerlos en brazos, vierten por la boca cuanto secreto se les encomienda. Asi Virgilio, á un hombre de pecho y secreto, dice: Consiliis habitus non futilis auctor.

>>Y porque es propio de la niñez, por su imprudencia y sencillez, descubrir el secreto, y vaciar ese vaso sin asiento con no más que una golosina ó juguete, llama bien Silio Itálico á esta edad, fútil:

puer ille, et futilis ætas.

»>Era gran sacrilegio y mal pronóstico, que aquella su agua bendita se

derramase; y porque si el vaso tuviera asiento se descuidarían con él, poniéndolo en el suelo, donde estaría á peligro de darle con el pié y derramarlo, acordaron que fuese en esta forma, para que, no pudiendo estar en el suelo sin verterse, cuidasen siempre de traerlo en brazos. De él dice Lactancio: Futile vas est quoddam lato ore, fun. do angusto, quo utebantur in sacris deæ Vestæ, quia aqua ad sacra in terra non ponebantur, quod si factum esset, piaculum erat: unde excogitatum est vas quod stare non posset, sed si positum esset statim funderetur, unde et homo commissa non retinens futilis dicitur. San Isidoro dice llamarse este vaso futis. Futis quoddam vas in templo Vestæ, ubi re

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ponebantur quædam sacrificia.» Por aquí se echa de ver que el adjetivo fútil viene del verbo latino fundere, derramar; acepcion que con el tiempo se ha hecho extensiva á calificar de insustancial ó de poco peso á las personas y cosas que, atento à su poco ó ningun valor y entidad, merecen semejante concepto.

JOSÉ MARÍA SBARBI.

CURIOSIDADES.

hasta las últimas menudencias destinadas al culto, revisten una forma que los distinguen de los objetos semejantes que se aplican á las necesidades ó al lujo de la vida en el hogar doméstico. Dando por sabidos los más vulgares rudimentos de la arqueología sagrada, y admitida, como supongo que V. admitirá, la gran importancia, riqueza y valor histórico que en España encierra, no dudo que V. apreciará en todo lo que vale la circular de quien me ocupo. Mientras las nociones, ó el desarrollo siquiera del gusto arqueo

NOTABLE CIRCULAR DEL OBISPO DE BARCELONA. lógico, no formen parte precisa de

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El respeto que se profesa á los ancianos,
debe hacerse extensivo á las antigüedades.
(ALFREDO ESCOBAR.)

Señor y amigo mio: El Ilustrisimo prelado Urquinaona acaba de dar una prueba de su reconocido zelo, de su talento y de su amor á las artes, con la circular fechada en Villafranca del Panades el 21 de agosto de 1879. Es el objeto del Obispo de Barcelona poner coto á la destruccion y exterminio que, por ignorancia de las personas encargadas de su custodia, sufren los objetos artísticos é históricos que se guardan ó forman parte de las iglesias y monasterios de aquella diócesis.

Mejor que yo sabe V. que los muebles de los templos cristianos tienen y conservan hoy un tipo especial, que varía notablemente del menaje de los edificios profanos, y que las cruces, los candeleros, los atriles, los libros, los bancos, y

los estudios canónicos, como ya sucede en el Seminario de Barcelona, es necesario deplorar la incuria ó mal gusto de los que debieron ser fieles guardadores de las bellezas y preciosidades artísticas que atesoran todavia nuestros templos,y es necesario tambien que el clero tenga en el adorno de los monumentos cristianos, la iniciativa que sea compatible con la nueva faz que ha tomado la vida de la sociedad moderna, tan diferente de la de los siglos medios.

Pero lo más importante, á mi gusto, en el escrito de que trato, es la prohibicion de ceder ó enajenar cualquier utensilio, libro, lápida, manuscrito, retablo, banco, etc., que se recomiende por su mérito artístico ó por el solo sabor de su antigüedad. «A este fin (prosigue

diciendo el Obispo) hemos de ha»cer observar que, aun cuando al

gunos de dichos objetos ú ótros »análogos no tengan valor bajo el »punto de vista meramente material, los siglos que cuentan de exis»tencia y la consecuente estima que

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