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DEL ARTE DE LA IMPRENTA.

de Aucheo, estampados en diversas partes de aquel reino, aunque los mas en la provincia de Ochian, donde hay la mayor estampa; y trajeran muchos mas (segun dijo porque habia grandísimas librerías, y valian poco precio, si el virey no se lo estorbara: el cual temiéndose por ventura que por medio de ellos se supiesen los secretos del reino (cosa que con grande cautela procuran encubrir á los estranjeros) les envió á decir, que le habian certificado andaban comprando libros para llevar á su tierra, que no gastasen en ello dineros, porque de balde les daria él todos los que quisiesen. Lo cual despues no cumplió, ó por la razon ya dicha, ó quizá por olvidársele (1). P

33. El laboriosísimo P. Maestro fray Gerónimo Ronian toca tambien este punto, y dice que «los chinos tienen impresion, y créese ser muy antigua, por los libros que tienen impresos, y tambien porque sabemos que »nuestra invencion es moderna, aunque como queda dicho en la República »gentilica, yo creo que la hubo antiguamente y se perdió (2).» El mismo en el lugar que alega, habla de la invencion de la imprenta en la Europa, conviniendo en lo que generalmente está recibido; y acerca de los chinos añade: «Todavía tengo por opinion que la impresion es mas antigua ( esto »es anterior al año 1442), porque en un mapa de don Pedro de Castro, >>obispo de Cuenca, vi yo que se hacia mencion de la impresion antigua»mente en la China, y en las décadas de Juan Barros, portugues, y hom»bre de mucha erudicion, hay mucha mencion de ella, y habla como que »sea en aquelias partes muy antigua: y aun en tiempo de Moisen creo que la hubo; porque cuando dice la Escritura del Deuteronomio, que man»dó Dios que se escribiese este libro en unas piedras aplanadas con cal, »no se podia hacer sino con moldes de hierro, porque como fuesen apla»nando de cal, las letras pegasen con la blandura, y así quedase escrito >>el libro. Esto se puede decir lícitamente, porque en la oficina del maes>>tro Antonio de Lebrija parecen ciertas páginas de metal, con todas las »letras necesarias, y se imprimieron artcs con ellas; y de la manera que » allí en aquella plancha estaban figuradas las letras, podian estar en tiem»po de Moisen en otras, y figurar todas las letras en aquella cal ó plancha, como con sello. Pero que es menester mas sino que là hubo esta inven>>>cion con las demas que hoy vemos, pues el sabio dice que no hay cosa »nueva que no haya sido antes (3).» Hasta aquí Roman.

Escultura de los antiguos.

34. Juan Daniel Schoepflin hablando de la escritura de los antiguos dice (4), que los romanos tuvieron casi en sus manos la tipografia, y que lo no les faltó mas que hacer movibles y sueltas las letras; pues se ve hacian sellos con letras de relieve, para marcar sus vasos o alhajas, mismo para hacer las monedas, formando tambien en el cuño ó matriz las letras inversas ó al reves, para que despues saliesen en las monedas al derecho. Esto mismo se puede aplicar mucho antes á los fenicios, egip

y

(1) No ignoro los esfuerzos que han hecho los alemanes para debilitar la fe de este y todos los demas escritores á quienes pareció haber recibido la Europa de la China la idea de la imprenta. Pero no se han hecho cargo de que esto debe estimarse como una mera conjetura, pues nadie hasta ahora produce un testimonio decisivo. F.,

(2) Roman, República de la China, tomo III, folio 223, b.

(3) El mismo, República gentilica, lib. VII, cap. III.

(4) Typographiam manibus fere tenuerunt romani. Etenim sigilla eorum, litteris prominentioribus sculpta retrorsus, quibus vasa sigillarunt, quoties in supellectile mea antiquiora contemplor, toties omnem fere typographicam formam in illis reperio, cui nihil defuerat nisi litterarum movilitas; quam artifex si addidisset, romanus, id est, litteras, quod facile factu, i formasset solutiles; Roma vetus typographiæ jam fuisset inventrix : quæ præcipuas ejus partes prominentiam et inventionem typorum jam no erat, movilitatem, quæ addenda, non vidit Schoepflin Vindiciæ typographicæ, pàg. 4.

cios. griegos, cartagineses, etc. De los romanos consta que ponian letras on los vasos de barro, cuya alfarería en Sagunto era muy famosa por la bondad de la tierra para el efecto, de que hace mencion Plinio (1) y Marcial (2).

y

Sume saguntino
Pocula ficta luto :

y lo mismo se ve en las lámparas ó candiletas sepulcrales que trae Monfaucon en su Antigüedad ilustrada (3), muchas de las cuales tienen letras; determinadamente una de las que se guardan en el gabinete del reverendísimo fray Enrique Florez (4); pero las letras están escavadas en profundidad, como que en el molde con que se grabaron era de relieve. No así en los ladrillos, donde al contrario el molde fué de bajo y las letras que quedaron impresas de relieve; uno de los cuales existe en el citado gabinete, recogido por diligencia del P. Maestro fray Manuel Risco, despues de impreso el tomo XXXIV, de la España Sagrada, en donde trata de estos ladrillos. En ellos se demuestra claramente que para estampar en el barro aquellas letras las formaban en hueco ó cavadas en la plancha, para que en el ladrillo saliesen de realce. La inscripcion es en esta forma:

LEG. VII. GEM. P. F.

35. En este monumento se conoce, sin ninguna duda, toda la huella de la plancha, tarjeta ó molde, bien fuese de hierro ó de madera, con que aquello se estampaba, apareciendo solamente de relieve las letras y los puntos. Todo lo dicho apoya y corrobora el parecer de Schoepflin, y del Maestro frai Gerónimo Roman, pues en la realidad estos estanipados en medallas, campanas, vasos y ladrillos, etc., no son otra cosa que manifiestamente una imprenta principiada, aunque muy adelantada despues, y trasladada ó acomodada á otras materias, como son el pergamino, papel, bronce y barro.

36. Con esto tenemos ya descubierto el principio y origen de la imprenta, ya haya sido en la China, ya en la Europa, sobre cuya gloria contienden en esta diferentes ciudades, como son Maguncia, Harlen, Argentina y otras, queriendo cada una llevarse la primacia de la invencion: de que no hay que maravillarse, pues el invento es de mucho honor, haya salido de donde se quiera. Y como era no solo de honor, sino de provecho, pues pendolistas primorosos vivian de copiar libros, y aun sacaban muy buenas ganancias, como al Schoiffer mismo le habia sucedido, manteniéndose de este trabajo; estos primeros impresores ocultaron por algun tiempo el artificio, vendiendo entre tanto impresos por manuscritos, ayudándolos con rayas interlineales, letras mayúsculas iluminadas, coloridos, orlas, y otros adornos. A esto se juntaba no haber motivo para sospechar que esto no

(1) Plin. lib. XV, cap. XII.

(2) Lib. XIV, núm. 108.

(3) Tom. V, parte 11, y en el Suplemento.

(4) En el plano ó suelo de la candileta tiene estas letras:

AGRI

fuese manuscrito; pues remedaban en las matrices las formas de las letras de los amanuenses con tanta imitacion, que pudiera hacer caer auu al mas advertido. Tal se ve en el espécimen que de estos caractéres dan Schoepflin, Meerman y otros y no conociendo entonces la gente de letras libros impresos para venir en la idea y hacer cotejos, se persuadian fácilmente que era destreza de los pendolistas, lo que en realidad lo era del arte; y por tanto sin ninguna duda lograba pasar lo impreso por manuscrito, y pagarse á precio de tal.

37. Aun para eludir mas á las gentes y deslumbrarlas, imprimian en pergamino ó vitela, de que se hallan diferentes libros de aquellos primeros tiempos: por ejemplo la famosa Biblia maguntina, impresa en el año de 1462, la cual, cualquierà que la vea, á primera vista dudará si es impresa ó manuscrita (aun con esta advertencia) hasta que un cotejo muy detenido con otro ó mas ejemplares de impresos ó manuscritos de aquel tiempo, y de Biblia con Biblia, le irá descubriendo lentamente los signos del arcano, y acabará de caer en la cuenta.

38. Este ingenioso lucrativo fraude de vender los libros impresos por manuscritos, lo practicaron sin duda mas particularmente con las impresiones hechas antes del año 1457, de que algunos traen muestras, aunque yo no las he visto, como no sea la de Eneas Silvio, que dejo citada; pero descubierto despues el invento, cesó el engaño, aunque no del todo: y desembozado el arte de la imprenta, se hizo presente al mundo á cara descubierta, y se estendió por todas partes.

39. En el principio los inventores debieron hacer sus tentativas y ensayos imprimiendo tratados pequeños y jornadas cortas; porque los materiales subian mucho y la composicion era menos costosa; y así en este estado siempre ganaban por poco que vendiesen. Todas estas tentativas y ensayos primeros, que forzosamente habian de ser muchos, conforme å la sentencia de Ciceron, que ninguna cosa se comienza y perfecciona de una vez, estuvieron ocultos desde antes del año 1440, en que se cree los empezaron, hasta á lo menos el de 1457, en que salió en Maguncia sin rebozo la primera obra descubierta que hoy conocemos: esto es, el Códice de los Psalmos, en cuya nota final se empieza ya á propalar el misterio, aunque todavía no enteramente á las claras, esplicando el pormenor del invento; porque en esto siempre procedieron reservados aquellos primeros tipógrafos maguntinos. Solo con enfasis y como por rodeos anunciaban algo, dejándose lo mas principal en el tintero, acaso creyendo poder todavía reservar en sí la receta del arcano, y de consiguiente el lucro.

40. Pero esta idea ambiciosa no les salió como pensaron. Como quiera que sea desde este tiempo ya estos nuestros artífices no se contentaban con el puro interes, sino que aspiraban al honor: y así empezaron á poner al fin de sus obras y libros señas y contraseñas, escudos y emblemas de quién, cómo, cuándo y en dónde hacian aquello. Si bien estoy persuadido de que no todos los libros que con tales notas se imprimieron son de los lugares, años y oficinas que aparentan, sino sobrepuestas muchos años despues, y en otras partes, de cuyos fraudes hay no pocos. Lo comun era reimprimir la última hoja en que se ponian esas noticias, y variar el año ó lugar, haciéndole tal vez aparecer mas antiguo ó de oficina de mejor nombre que lo era en realidad. De este modo al paso que el impresor plagiario lograba dar á su obra un aire de antigüedad que no tenia, y ponerla á cubierto de una imprenta acreditada, aspiraba á su propio lucro á cuenta de los sudores de otro pobre. De esta especie, digo, de raterías hubo muchas; por lo que es preciso proceder con grande tino y precaucion para calificar las ediciones.

41. Segun lo dicho fueron mas de veinte años los que se pasaron sin manifestarse á las claras el invento de la imprenta; el cual ya por fin no pudo menos de revelarse, porque eran muchas las personas que andaban en la maniobra, y por tanto difícil de guardarse el secreto, pues unos lo veian, otros lo brujuleaban, otros reñian, y finalmente á rio revuelto vino á declararse todo. Y eşte me parece que es uno de los motivos por

que suenan tantos primeros inventores, y en tan diversas partes, como Maguncia, Harlen, Strasburgo ó Argentina y otras. No obstante, para conciliar este encuentro veo que Juan Daniel Schoepflin distingue tres especies ó géneros de imprenta.

12. A la primera especie llama Xylographia, que es el conjunto de escritura, ó letras que esculpian en una tabla, con la que imprimian de un golpe toda una plana (esta es la imprenta de los chinos) cuya invencion atribuye á Lorenzo Coster, ciudadano de Harlen en Holanda.

43. La segunda especie fué del que ideó hacer las letras sueltas, ó separadas cada una de por sí; á la que propiamente le conviene el nombre de Typographia; y esta especie de adelantamiento dice, se debe á Juan de Gutemberg de Argentina. De la tercera hablaré despues que haya adver tido en esta segunda lo siguiente:

44. Gutemberg pudo muy bien haber tomado esta idea de la soltura de las letras de los fundidores de campanas, los cuales las sueltan, y tambien acomodan por lo regular en el labio esterior y collarino de las cam panas, poniendo en ellas inscripciones de diferentes testos, como Xptus. vincit: Xptus. regnal: Ave Maria gratia plena: Año en que se fundieron, y por quién, etc. Fara cuya maniobra tienen un alfabeto abierto en regletas de madera, formadas las letras en vacío ó cóncavo, ó bien sea en relieve: las cuales regletas les sirven de matrices y sobre ellas ponen una capa de cera por igual, del grueso de un canto de peseta ó poco mas. Despues las cortan, separan ó sueltan, y componen lo que quieren sobre el molde de barro. Este artificio le saben todos los campaneros, y lo percibe claramente cualquiera que se lo ve ejecutar.

45. En efecto, existen algunas campanas con este género de letras, fundidas mucho antes que se conociese imprenta en la Europa, como es una la que el Abad Samson ofreció el año 875 á la iglesia de San Sebastian de Córdoba, la cual persevera hoy en el monasterio de Valparaiso del órden de San Gerónimo, distante dos leguas de la ciudad: y segun la describe Ambrosio de Morales (libro XV, cap. 7.°) a es pequeña, con hasta un »>palmo de diámetro, y aun no tanto en alto, y es toda por defuera re»>donda, á la forma de las campanillas que ponen en los reloxes de Ale»maña, con su asidero en lo alto: las letras que tiene en dos renglo»nes no son relevadas, sino hundidas, y con muchas abreviaturas, di>>cen así:

OFFERT HOC MVNVS SAMSON ABBATIS IN DOMVM SANCTI
SEBASTIANI MARTYRIS CHRISTI. ERA DCCCC ET XIII. »

46. La otra campana que he visto, está en una de las torres de la insigne colegiata de la ciudad de Logroño: y aunque en el tamaño no compita con las famosas de Pekin (1), Erfordia ó Erfur (2), y con la de Leodio o Liexa (3), es no obstante antigua, y tiene la escelencia de la voz ó sonido, pues sin exagerar, es de las mas sonoras y gratas al oido que se

(1) Pesa 120,000 (ciento y veinte mil) libras de á 16 onzas, que hacen arrobas 4.800. (2) Pesa 25.400 libras. Véase la descripcion y figura de estas campanas en la China ilustrada del P. Atanasio Kircker, pág. 224. No deja de hacer alguna disonancia, y por tanto lo dejo sobre su fe.

(3) Esta campana se toca por veinte y cuatro hombres. A xx, hominibus pulsata, segun dice el Ilustrisimo fray Angel de Roca en el Tesoro de las antigüedades pontificias y sagradas, pág. 193 y 171, donde pone la figara, ruedas y cuerdas con que está dispuesta para su uso. A estas se puede añadir la nueva de Toledo, llamada la Cananea, ó S. Eug nio, ques pesa treinta y siete mil libras (1,480 arrobas); pero desgraciada, pues à poco tiempo que fué colocada en la torre se quebró, y así se mantiene.

encontrarán. La tocan á torno; y lo que hace á mi asunto es el rótulo que espresa el año en que se hizo, y dice asi:

MENDEM ZANGRN-EC ZGONDRIAHİM ONOAEM DEO AIRDAL FEGITBECAäà NEM FIGIJA IRIDEN ROBENA LIATSIEO DEJAIBIS IISOR AAFDIX DRITO A HA⭑ANO DE❖I?F20

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Mentem sanctam et spontancam honorem Deo, Patriæ liberationem. Fugite partes adverse vicit leo de tribu iuda radix David alla. año de 1282.

Arriba en el cuello:

Io soi Iurdana de buen parecer i de buenas echuras meior en tañer Baltasar de sauto (1) me vino azer (2).

(1) Puede dudarse si dice Saugo, à lo que me inclino.

(2) Toda esta inscripcion es muy notable por las varias especies que contiene, pues ademas de que la primera parte mentem sanctam etc., (es la misma que tiene la campana de la Basilica de S. Pedro del Vaticano, y que hace eco á lo que refiere el Obispo Equilino Pedro de Natalibus, y Surio en la vida de Santa Agueda, como con todas sus variedades é inteligencia se puede ver en el Comentario de Campanis de mi ilustrisimo fray Angel Roca cap. VI, pag. 161 del Thesaurus Antiquitatum): dice que la campana se llama Jurdana, acaso porque su artífice Baltasar de Sauto, ó Saugo era de los Jurdes, que es un territorio no lejos de Ciudad-Rodrigo, cerca de donde hay un lugar llamado Saugo. La fecha que la inscripcion pone por año y no por era, y en números arábigos es estraña: la cadencia de la rotulata es graciosa: el castellano es corriente, pues no dice fechuras ni facer; y usa de la

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