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popular levantamiento conmoviéronse todos los tronos, y tembló principalmente el de Fernando, cimentado sobre la invasion francesa; pero Calomarde y sus ignorantes amigos, que no conocian la omnipotencia del pueblo cuando se alza unánime contra los tiranos, pensaron que las potencias del norte se pronunciarian abiertamente contra la mudanza sobrevenida, y dilataron el reconocimiento del nuevo monarca.

Resentido el gabinete de las Tullerías de la conducta de Fernando, y seguro de que con un príncipe débil el miedo puede mas que sus consejeros, ofreció auxilios á los espatriados españoles por medio del banquero Laffitte. Corrian aquellos á París al rumor de la victoria de los hombres libres desde los remotos puntos donde se habian refugiado, y formaron en aquella capital una especie de junta directiva, que despues residió en Perpiñan, presidida por el célebre Calatrava. Aun antes de invadir el territorio hispano ya asomó su cabeza la discordia entre los caudillos de los liberales, gracias á los antiguos rencores de las sociedades secretas que los dividieron en su patria: discordia funesta que ahogó entre sus brazos dos veces la libertad, y que tercera vez la amenaza. Amagos en la Verificóse por fin la invasion en Navarra el 13 de Octubre por el pueblo de Urdax, contiguo á la raya: componíase de setecientos á ochocientos hombres mandados por Valdés. Eraso batió en Valcarlos á Depablo, conocido por Chapalangarra, que perdió una bandera y quedó gravemente herido, Invadenla los de cuyas resultas murió: Mina, que habia entrado despues de Valdés con otros setecientos hombres, se apoderó de Vera, donde se reunieron varios gefes de prestigio, como Lopez Baños, Butron, Sancho, Jáuregui y otros. La acogida de los pueblos, cuyos vecinos los abandonaban fugán

frontera.

1830.

liberales.

dose al monte, no correspondió á las esperanzas que habian concebido y Mina para levantar el pais corrióse con doscientos hombres de los suyos hácia Irun; pero tampoco halló eco en aquella parte el grito de libertad.

Llauder

Fernando habia nombrado á don Manuel Llauder virey de Navarra, con el mando de las tropas destinadas á apagar la llama encendida en Vera: y habia destinado de cuartel al duque de Castro Terreño, confiando al exaltado don Blas Fournás la capitanía general de Aragon. Mientras Mina probaba fortuna en Irun Llauder atacó á Vera y desalojó á los liberales, tomándoles un cañon y obligándolos á pasar la raya no obstante la resistencia que opusieron no solo en el pueblo, sino en la vertiente del Pirineo, que presenta por aquella parte ventajosas posiciones. Con la retirada de los de Vera, Mina, que se hallaba hácia Irun, en la altura de San Marcial, vió comprometida su existencia, y solo, errando por sendas inaccesibles y sufriendo el rigor de todos los elementos, pudo realistas. salvar sus dias, que á fuerza de padecimientos inauditos debian acortarse, aumentados gravemente los males fisicos que contrajo en la guerra de la independencia.

En los mismos dias Antonio Rodriguez, llamado Bordas, al frente de setenta hombres proclamó la libertad junto á Orense, y derrotado logró fugarse con cuatro compañeros, pereciendo los demas en el campo ó en el suplicio. En Cataluña penetraron por la Junquera el 19 de Octubre como trescientos ó cuatrocientos hombres capitaneados por un hijo de Milans y por Ramon Brunet. Concretáronse sus operaciones á meras correrías, porque ni los pueblos, trabajados desde el año ocho por la guerra y la desconfianza, corrian al llamamiento, ni era posible sostenerse en medio de tantas columnas que

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Triunfan los

1830.

t

de todas partes llovian sobre el punto donde tremolaban su bandera. Tambien en Aragon por la parte de Plan penetraron como cuatrocientos infantes dirigidos por Gurrea y Plasencia, que despues de vagar por los lugares situados en la falda de los Pirineos tuvieron que regresar al suelo de Francia, perseguidos por distintas bandas de realistas. En Gibraltar Torrijos, Palarea y Manzanares preparaban otra espedicion para la costa de levante: el mal éxito de las primeras y las medidas adoptadas por el gobernador inglés desbarataron el proyecto. San Miguel pisó por último breves dias la frontera de Cataluña, pero como su tentativa y las demas que succedieron á esta fueron insignificantes las pasaremos en silencio. El gobierno recelábase algun movimiento en Cádiz, y la policía avisaba al gobernador Hierro que su existencia corria peligro.

Mientras los liberales españoles enarbolaban el pendon de la libertad Fernando se habia apresurado á enviar sus credenciales al conde de Ofalia para que reconociese el gobierno de Luis Felipe, siempre que el ministerio francés le ofreciese desarmar é internar á los espatriados. Asi lo ofreció y cumplió aquel gabinete, de suerte que lanzados los proscritos liberales por los realistas á la falda oLuis Felipe puesta de los Pirineos, encontraron la orden de nar á los espa- rendir las armas y de encaminarse al interior del reino. Con esto Fernando recobró el perdido aliento, y seguro por entonces de no ser hostilizado empuñó con mas fuerza el cetro de hierro.

manda inter

ñoles.

Antes de la revolucion de Julio los secretarios del despacho de España habian querido imitar á los ministros de Carlos X y dado un decreto sobre imprentas, en el que se establecia que los subdelegados de las provincias no pudiesen conceder licencias para imprimir las obras que pasasen de

seis pliegos, debiendo los autores acudir al Consejo. Asi de un golpe se cerraban las puertas á toda clase de impresos, porque las trabas y dilaciones del Consejo eran tales que costaba años enteros cada permiso. Consumada despues la revolucion francesa, y dado en la raya el grito de libertad por los espatriados, publicóse en 1.° de Octubre el decreto mas bárbaro y sanguinario de que hay memoria en los anales de la tiranía. Fulminase en él la pena de muerte (*) por el mas leve delito y de un modo vago, para dejar mas campo á la arbitrariedad: sirva de muestra el artículo segundo, que dice asi: "Las personas que presten auxilio de armas, municiones, víveres ó dinero á los mismos rebeldes, ó que favorezcan y den ayuda á sus criminales empresas por medio de avisos, consejos ó en otra forma cualquiera, serán considerados como traidores, y condenados á muerte conforme á las leyes 1.2 y 2.a, título 2.o de la partida 7.a" Por el simple hecho de mantener correspondencia con los emigrados condenábase á los presidios, sin esceptuar á los parientes de aquellos, y al patíbulo si la correspondencia tendia á favorecer sus intentos.

Fruto de tan funesto decreto fueron las crueldades ejercidas con los espatriados que pisaron el territorio patrio, pues apenas caían prisioneros arcabuceábanlos sin piedad y sin miramiento á clases ni á naciones. El pueblo á fuerza de derramamiento de sangre se tornó tambien cruel, y en Pamplona al entrar presos los infelices de la accion de Vera atumultuóse el vulgo é hirió y maltrató á aquellas víctimas destinadas al cadalso. Asusta el número de las ejecuciones que siguieron al amago de los liberales españoles; y tomando pie de su tentativa para inventar tramas en el corazon de la monarquía, las autorides comenzaron á sepultar en los calabozos á

1830.

(* Ap. lib. 13, núm. 8.) Famoso de

creto de 1.o de

Octubre

1830.

de música,

cuantos tenian fama de no amar el despotismo. Abrian las cartas del correo, y una palabra oscura bastaba para calificar de conspirador al ciudadano á quien iba dirigida: las cárceles se llenaron de nuevo de inocentes, y resonaron otra vez en ellas las cadenas y los ayes de los presos. Al propio tiempo derramáronse gracias y premios sobre los que habian vencido á los liberales, concediendo el grado de coronel á Eraso, y la cruz de primera clase de San Fernando á cuantos se distinguieron en los encuentros de Valcarlos y de Vera desde soldado inclusive: hasta á los secretarios del despacho alcanzó la real munificencia.

La hermosa princesa que se sentaba al lado de Fernando en el solio trabajaba en templar con su dulzura y amorosas palabras los consejos de intolerancia y de furor que Calomarde y el obispo de Leon daban al monarca. En Julio habia creado el Conservatorio Conservatorio de música que llevaba su nombre para que sirviese de plantel de la juventud, y de él saliesen artistas que con su mérito diesen gloria á le escena española. Esposa amable y solicita en. dulzaba las penas del rey, atacado en Junio por la gota, y que en 23 de Julio al apearse del coche en el jardin de Robledo de San Ildefonso resbaló del estribo y se lastimó el pie, padeciendo por algunos dias hinchazon y dolor. Los ataques del príncipe no guardaban ya períodos fijos, lo cual unido á su frecuencia suele ser en tales enfermedades señal de corta vida: presintiendo el rey su brevedad, y augurando los bandos en que la nacion se dividiria despues de su muerte y como consecuencia de la pragmática sancion publicada, otorTestamento gó en Aranjuez en 12 de Junio su testamento por sí, y sin consultar á persona alguna que nosotros sepamos. Los individuos á quienes el rey llamaba

del rey.

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